La boda de Mario y Tania en Sotopalacios, Burgos

El día de nuestra boda

Simplemente inolvidable. A pesar de las circunstancias pudimos disfrutar de un día inolvidable, muchos meses de preparativos, decoración, trajes, detalles, regalos... pero finalmente tuvimos nuestro día.

Una entrada mágica en calesa que no dejó indiferente a ningún invitado seguido de una ceremonia civil preparada con mucho cariño y muy personal en la que hablaron amigos íntimos y en la que hicimos partícipes a los testigos que elegimos y a nuestros peluditos. Para finalizar la ceremonia mi primito de 9 años (un prodigio del saxofón) nos tocó una canción preciosa. Pudimos hacernos fotos con todos los invitados, a muchos de ellos hacía mucho tiempo que no veíamos por tema covid, pero fue como si el tiempo no hubiese pasado.

En el cocktail aprovechamos para hablar con todos los invitados y darles a ellos también el protagonismo que se merecían.

Y por fin pasamos al salón con una entrada llena de aplausos y de emociones. Durante la comida estuvimos repartiendo regalos a los padres, mejores amigos y a la gente que nos ha ayudado durante estos meses, fue todo superemotivo.