La boda de Mario y Ángeles en Córdoba, Córdoba

El día de nuestra boda

Ese día al abrir los ojos lo primero que vi fue mi vestido colgado, pensé, ¡Por fin, hoy es el día! Me levanté y lo primero que hice es ir a ver a mis padres que desayunaban y los besé. Estaba súper tranquila a pesar de que el día se levantó nublado.

Fuimos a la iglesia a preparar la flores y cuando se quedó todo más o menos organizado, dejé a dos tías mías terminando y me fui a la peluquería para ponerme los rulos, mi hermana me decía: ¡niña que te casas, ponte nerviosa! pero yo como si nada.

Llegué a casa, comimos y empezamos a prepararnos, maquillaje, peluquero, el día se abrió y salió el sol.

Llegaron los fotógrafos Toñi Díaz y Vission Cool, y el tiempo voló. Cuando quise darme cuenta mi familia ya estaba lista para vestirme, al ver a mi hermana arreglada fue cuando las lágrimas comenzaron, y ya no dejé de llorar, los nervios comenzaron, la vi tan guapa que me emocioné muchísimo.

Al llegar a la iglesia me temblaba todo, había muchos vecinos que se habían acercado a vernos y me dio muchísima vergüenza, le dije a mi padre, “no dejes que me caiga”. Cuando entré a la iglesia miré hacia el lado donde estaba mi familia y miré hacia el altar y ya no pude apartar la vista del que se iba a convertir en mi marido. No parábamos de sonreír y de mirarnos tan felices porque al fin llegaba el momento que con tanto cariño habíamos soñado y organizado.