La boda de Mariano y Laura en Castelló/castellón De La Plana, Castellón
Al aire libre Verano Azul 7 profesionales
El 14/09/2019 154 0 0
M&L
14 Sep, 2019
El día de nuestra boda
No hay cuentos de hadas, ni bodas perfectas, hay días perfectos. Y ese fue nuestro día, durante la semana pronóstico de lluvias, y a la 13 horas salió el sol, un sol que hizo que pudiéramos disfrutar de nuestra boda al aire libre. 13 de septiembre, te despides de él, con un ¡mañana nos vemos, te espero a la 1! 14 de septiembre, a las 8.45 suena el despertador y es el único día que te encanta ese sonido. Te despiertas, te haces un baño relajante y empieza el día, el día en que lo has de disfrutar a tope, porque como todos dicen, pasa muy rápido. Desayuno y paso 1, la peluquería, y sigues sin ver el sol, bajo una cortina de agua. Al otro lado, se despierta él, y descubre su primera sorpresa, que le acompañará todo el día. La novia sigue en la peluquería y por fin su peinado ya está listo para dar el siguiente paso. El de maquillarse. Llaman a su puerta y es ella, la maquilladora, cargada con sus pinceles, brochas, bases, polvos,... Y todo lo imprescindible para ponerte bien guapa, mientras él empieza con su sesión de fotos. Vuelve a sonar el timbre, el fotógrafo ya está aquí, le ha dejado a él, para venirse conmigo, y mientras la maquilladora acaba, el fotógrafo va eligiendo ubicaciones, llegan los padres y él, mi niño, el que he visto crecer y que ha sido cómplice de tanto. Al rato, las amigas. Llegan las primeras lágrimas, tu madre cuando te ve con el traje, tu niño que no se lo cree, tu padre que va de fuerte, pero que se va a la cocina, porque le molesta algo en el ojo, y llegan más sorpresas, para mis padres y para niño.
Seguir leyendo »Mi padre también llevará una de sus sorpresas todo el día, y claro, las amigas también tenían que llorar cuando ven su carta acompañada de su sorpresa, que también lucirán durante el día.
Vuelve a sonar el timbre, más amigos, más champán y el cuñado que viene a recogernos para llevarnos a la ceremonia, él ya está allí. Ya son la 13 horas y con música de Metallica entra él, y espera, luego entro yo, le veo, le sonrió y le beso.
Son muchas horas sin verle y muchas ganas de poder besarle y tanta incertidumbre por saber por fin como iríamos vestidos. La novia, guapa, pero el novio, guapo a rabiar. Y empieza nuestra historia, nuestra aventura, nuestro camino juntos. Y ya no soltamos de la mano mientras escuchamos a dos amigos que durante tanto tiempo han estado organizando la ceremonia, mi padre que se emociona al hablar, mi niño, que saca las lágrimas a todos. 136 personas como 136 corazones que ese día laten todos al mismo compás, hacer que por un día, sea el día de todos, cada uno con sus emociones, con sus alegrías, tristezas, sueños, anhelos, pero todos juntos. Comida, bebida, muchas risas, lágrimas, besos, abrazos y música que hace alegrar a todos y los invita a bailar.
Ya he dicho al principio, no hay boda perfecta, solo el día perfecto, el que lo hacen los novios, pero también, los invitados. Y como bien dice Mariano, disfrutalo, que pasa enseguida, pues sigamos disfrutando, pero ahora, de la vida.
Gracias por hacer los sueños realidad.
Laura y Mariano.
14 de septiembre de 2019
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