La boda de MARI CARMEN y DARIO en Casas De Fernando Alonso, Cuenca

La entrada fue con la B.S.O de "Juego de Tronos" con mi madre del brazo. Ya esperamos a mi mujer en el altar. La ceremonia fue ambientada con bandas sonoras en su mayoría de películas románticas interpretadas a violín y piano. Luego fue la entrada de mi mujer, que estaba preciosa y me emocioné un poco al verla. Pasamos un poquito de nervios, pero enseguida nos tranquilizábamos porque sabíamos que el día tenía que salir perfecto y los nervios no nos podían traicionar.

Durante la ceremonia, leyeron nuestros sobrinos las lecturas, mi hermano el salmo y otros familiares las peticiones. Luego nuestra cuñada dijo unas palabras muy bonitas que emocionaron a toda la Iglesia. ¡Cuando acabó la ceremonia nuestros amigos y familiares nos esperaban para tirarnos el arroz! Y unos amigos nos esperaban con un cartel muy gracioso con una frase nuestra de la despedida y unos botellines de cerveza bien fríos. ¡Fue muy gracioso!

Ya nos fuimos hacia el restaurante para disfrutar del cóctel con nuestros amigos y familiares, nos hicimos unas cuantas fotos y pasamos para dentro cuando nos dijeron, bailando una canción muy especial para la pareja. Disfrutamos la comida mientras hacíamos detalles a nuestros padres, que fue un cuadro grande con una frase especial y una foto de la pareja. A nuestros hermanos les regalamos una cajita con dos fotos, una de pequeños y otra de grandes con unos detalles y una carta emotiva dentro.

Nos organizaron también nuestros amigos del pueblo de mi esposa muchas sorpresas. Hubo hasta un flashmob de todos nuestros invitados que organizaron ellos y que nos dejó impresionados. ¡Luego nos hicieron un baile ellos solos, nos regalaron un póster con fotos de las despedidas, bailamos la conga y al final del baile nos regalaron la Thermomix! Cortamos la tarta, que estaba muy bonita decorada, mientras sonaba una canción muy especial para los dos, y en un impulso dejé todo y cogí a mi esposa en brazos para besarla. Fue un momento muy bonito. Luego bridamos y estuvimos bailando y todo un poco sin importar nada ni nadie, parecía que estábamos los dos solos y no había nadie más.

Luego los amigos de mi pueblo me disfrazaron de barrilete y me hicieron recorrer todo el restaurante. ¡Al final me cortaron la corbata y los calzoncillos! Luego empezó la barra libre, bailamos el baile nupcial que salió perfecto y un pasodoble con nuestros padres. ¡Disfrutamos con todos los invitados hasta que el cuerpo aguantó! Fue el mejor día de nuestras vidas, pero sé que quedan muchos momentos inolvidables y especiales con mi esposa, porque esta aventura no ha hecho nada más que empezar.