La boda de Marc y Sonia en Rubi, Barcelona
Elegantes Primavera Rosa 3 profesionales
M&S
24 Abr, 2022El día de nuestra boda
El día de nuestra boda fue espectacular. Fue un cúmulo de cosas que hicieron que ese día nos sintiéramos dichosos y agradecidos por tener tanta gente que nos quiere a nuestro lado.
Tanto la familia y amigos que asistieron (fue una boda íntima de 20 adultos más 7 niños) como todas las personas que nos ayudaron a hacer posible nuestros sueños estuvieron de 12, no de 10.
Ya el domingo por la mañana mi peluquera obró el milagro de hacerme el peinado y maquillarme exactamente como yo me había imaginado. ¡Estaba tan guapa solo de cuello para arriba! Llegué a casa de mis padres y allí me esperaban ellos y mis hijos. Mi padre estaba nerviosísimo, pero él ya había hecho su parte de decorar su coche bien bonito con flores y de recogerme unos detalles para la boda, así como mi ramo de novia y los pétalos naturales.
En cuanto llegué vestí a mis hijos. Un niño de casi 6 añitos que se convirtió en un mini señorito con su pajarita y todo. Después vestí a mi niña de 10, que se convirtió en la princesa que nunca quiso ser, pero que en cuanto se puso su vestido empezó a dar vueltas para ver el vuelo de su falda. La peluquera de mi madre ya los había peinado a los dos. Enseguida llegó el fotógrafo, que venía de hacerle las fotos al novio y sus padres. ¡Alucinó porque ya estábamos todos preparados para las fotos! Y llegó el momento de ponerme mi vestido, ese que colgaba dentro de su funda desde hacía más de dos años y que la pandemia no dejó desenfundar el día que tocaba. Qué ilusión ya poderme poner todas las cosas que tantas veces había estado mirando, sacando y guardando de su bolsa... ¡En un plis plas nos hicimos todas las fotos, hasta con el perrito de mis padres que iba con su esmoquin!
Seguir leyendo »Nos montamos en el coche y llegamos puntuales al restaurante donde se hacía todo, ceremonia y banquete. ¡Desde el coche pasé lista y ya estaba todo el mundo! Así que al poco rato empezó la ceremonia. Mi padre ya se emocionó con las primeras notas de la canción nupcial. Ver allí a todo el mundo tan guapo y tan contento ya me llenó el corazón. Mis hijos iban delante de mí con los anillos y tirando los pétalos de rosa. Cuando Marc, el novio, me vio se emocionó y yo con él. ¡Por fin estábamos allí! La ceremonia fue muy emotiva porque Carme explicó al detalle toda nuestra historia. 23 años que ya llevábamos a nuestras espaldas había que mencionarlo, entre ellos 14 de convivencia. Mi padre, mi suegro, mi tata y mi mejor amiga salieron a decir unas palabras tan bonitas... Luego el momento en que mi hija vino por el pasillo otra vez a traernos los anillos con aquella canción de Queen "Love of my life"... Precioso.
Después de la ceremonia nos hicimos las fotos con los invitados y luego nos fuimos solos con el fotógrafo, un momento más que divertido a pesar de la vergüenza que teníamos. Cuando acabamos nos dispusimos a entrar al salón. ¡Otra vez nos moríamos de la vergüenza! Pero allí entramos con otra canción de Queen "Crazy little call love" (como veis, somos fans). Y entonces empezó lo bueno. El pedazo de mesa tan bonita que nos prepararon era como yo quería. La comida que nos sirvieron estaba riquísima. Sentí satisfacción en aquel momento de ver cómo estaba disfrutando la gente. Me gustó muchísimo cómo nos atendió y nos mimó el maitre. Y entonces otra vez nos invadió la vergüenza con el momento pastel. Pusieron la canción de Manu Carrasco "Qué bonito es querer" y fue otro momentazo. ¡El pastel estaba espectacular, milhojas de nata con chocolate caliente! ¡Para morirse! Después, durante el café, quisimos hacer llorar a las yayas y nuestros hijos les dieron un ramo de flores a cada una bajo la canción "Bohemian Rapsody" de Queen (cómo no).
Y luego ya vino la fiesta. Marc y yo abrimos el baile con la primera canción que bailamos cuando aún no sabíamos si éramos novios de verdad o un rollete: "I don't want miss a thing" de Aerosmith. ¡Qué bonito, por favor! Nos tiraron confeti y serpentinas. Después de esa canción les tocó el turno a mis padres con su canción de novios. Me emocioné porque llevan casados ya más de 40 años y ahí siguen, con sus cosas, pero ahí están juntos.
En definitiva, un día que ya llevaremos siempre en nuestro corazón y creo que en el del resto de invitados. Gracias al restaurante Els 4 Vents de Rubí, a DJ César, a Fotografía Jenviva, a Mercè Castro Perruquers y a Atelier Montseflower de Palau-solità i Plegamans por hacer realidad nuestra boda tan esperada. Mil gracias.
Servicios y Profesionales de la Boda de Marc y Sonia



Otras bodas en Els 4 Vents
Ver todas
Otras bodas en Barcelona
Ver todas

Ca n’Alzina - UAUU weddings & events

La Porxada de Can Sidro

El Cim
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario