La boda de Marc y Laura en Caldes De Montbui, Barcelona

Paralelamente mi marido junto con sus padrinos y testigos, estuvo arreglando 4 detalles que quedaban pendientes (ver que la florista decorase todo el local, revisar la colocación de los regalitos...). Y tras los dos reportajes, y habiendo tomado unas copas de champán, empezó todo.

Vinieron mis primos, me leyeron el verso (lloré muchísimo de emoción), mi padre me colocó el zapato, y nos llevó a mí y a mi dama de honor al altar (celebramos la ceremonia y el banquete todo en el mismo lugar, nos pareció mejor no tener que desplazarnos entre escenarios y poder decorarlo todo a nuestro gusto, concretamente en Torre Sever).

Crucé la alfombra, y tras unas lecturas de unos amigos, ¡estábamos casados! Para que nos trajeran los anillos elegimos una tradición brasileña, en que generalmente los niños actúan como si fueran agentes secretos. Se levantaron 5 niños, se pusieron unas gafas negras y unos pinganillos, y en plan CIA, fueron a buscar y nos trajeron un maletín, protegiéndolo con su vida, donde estaban los anillos. Dimos el Sí quiero y cruzamos juntos la alfombra, mientras nos llovían pétalos de rosa de colores.

Tomamos una copa de champán como recién casados, dimos unos besos a la familia, e hicimos nuestro reportaje privado mientras los invitados eran llevados a la zona del aperitivo. Hicimos una entrada graciosa entonces, con unos globos en forma de corazón y rodeados por nuestros amigos, que también llevaban los mismos globos, bailando todos al son de la música de Gigi d'Agostino. Comimos, bebimos, hicimos más fotos y nos dispusimos a cenar.

Otra entrada triunfal de los novios en la cena, también bailando y dando vueltas alrededor de las mesas. Cogimos para la cena un menú tradicional, primero, segundo, postre y pastel. Cortamos nuestro pastel decorado previamente con una catana, hicimos brindis con los amigos, comentarios de los familiares (mala idea dejarles el micrófono, fue pasando de uno a otro hasta que se les agotaron las risas, pero fue muy divertida la improvisación).

¡Dimos los ramos a las dos madres y el de novia a la dama de honor, y luego hicimos un bingo! Nos dimos cuenta de que ambas familias jugaban al bingo por navidad, así que se nos ocurrió hacer uno y dar como premio a la línea la corbata del novio, y al bingo la liga de la novia, al ton de Full Monty. ¡Muy divertido!

Bailamos un precioso baile de novios, relativamente tradicional, con la canción Boig per tu, en una esplanada de césped iluminada con velas y nos dispusimos a entrar en la discoteca.

¡Un par de tartas de cumpleaños después y mucha bebida, la gente estaba muy animada!

Es un día muy divertido y que preparas con mucho amor. Lo mejor es que seáis vosotros mismos y elijáis hacer cosas que realmente os representen, así estaréis a gusto y seguros, y aunque vives muchísimos nervios con cada decisión, luego sale todo bien. Y si algo no sale del todo como querías, no pasa nada, ¡estás tan inmensamente feliz que ni se nota!