La boda de Marc y Carla en Sentmenat, Barcelona
Rústicas Verano Amarillo 8 profesionales
M&C
10 Sep, 2016El día de nuestra boda
Pues sí, mi día ya pasó y fue de ensueño. ¡Cómo describir con palabras el día más increíble de mi vida!
Para empezar, tengo que deciros que dormí como un bebé, algo que no me esperaba (supongo que el cansancio de los nervios). El que no pudo dormir es mi marido que sin mí y sin los perros se sentía muy solito pobre. Bueno, todo empezó muy normal. Cafetito, dientes, ducha... Pero en poco rato llegó la familia, maquilladora, peluquera y había una montada que parecía que estuviéramos dando una fiesta. Al rato vinieron los fotógrafos (tengo que decir que majísimos) y ya empezamos con las posturitas. Fue muy divertido, pero entre pitos y flautas y que el padrino (que conducía) se equivocó de camino llegué media hora tarde. Mi marido estaba histérico el pobre.
Él entró disfrazado de boxeador con la canción de Rocky Balboa y yo bailando con mis damas de honor Dirty Dancing y él al final me cogió en volandas. Fue tan divertido, la gente en pie bailando y aplaudiendo, increíble.
Seguir leyendo »Mi padre ofició una ceremonia perfecta. Nos hizo reír, llorar y hasta las dos cosas al mismo tiempo (la parte legal la hicimos una semana después). Él es humorista así que fue una ceremonia en clave de humor con toques sentimentales, claro está. Mi suegro y mi madre dijeron unas palabras muy emotivas. Mi madre me leyó un poema que escribió mi difunta abuela (a lágrima tendida) y mi suegro, que le cuesta mucho hablar en público, nos dejó con la boca abierta. La verdad es que yo empecé a llorar en el coche y no paré hasta que me metí en mi cama.
Después llegó el momento del arroz, ¡ten amigos para esto! Estuve sacándome arroz una semana. No os cuento hasta dónde nos llegó. Después de las fotos con los invitados y un poco de postureo y el "breve para nosotros" aperitivo nos hicimos unas fotos muy divertidas con nuestras hermanas y amigos. ¡Qué risa y que ganas de verlas!
Nuestra entrada al banquete fue espectacular. Era una sorpresa que tenía el restaurante para nosotros. Y empezó la comilona. Yo la verdad es que me esperaba comer, pero la verdad es que me costaba mucho cada bocado, una pena. Eso sí, mi marido comía como una lima.
Entre platos hubo sorpresas. Mi hermana y madrina dio un discurso que me eliminó el maquillaje por completo. Qué hartón de llorar. Ella vive en Nepal y estamos muy unidas así que fue muy especial para mí. Luego ella y mi madre se pusieron a cantar canciones de cuando éramos pequeñas. Fue la caña. Nuestros amigos nos regalaron una caja fuerte con un puzle y hasta que no lo montáramos no nos daban la clave. Tardamos una semana en montarlo.
El momento de entregar los regalos fue una pasada. Teníamos tantas ganas de dar sorpresas y vaya si las dimos. El más emotivo fue al abuelo, con su ranchera favorita le dimos la foto que nos hicimos con él en el aperitivo dándole un beso enmarcado. De la emoción pensé que le daba algo. Y el de los papis fue genial. Había algunos cantantes en la boda y le pedimos a uno de ellos que nos cantara Paraules d'Amor de Serrat y les entregamos un ejemplar a cada uno del libro La Historia Interminable con una dedicatoria muy personal para cada uno. Ésa, siempre hemos dicho que es nuestra historia porque nunca terminará y de hecho fue la canción con la que terminó la ceremonia.
Hubo muchas cosas que me encantaría contar, pero entonces necesitaría un blog entero. Antes de despedirme, a todos los que estáis organizando vuestras bodas, deciros algunas cosas que he aprendido. Si os hace ilusión hacer manualidades o comprar chorraditas para decorar, regalar, lo que sea, hacedlo. Llegarán ratos en que querréis tirarlo todo por la ventana, que nadie os ayuda, que me he metido en un berenjenal, etc. Pero al final vale la pena y los invitados lo agradecen. Al menos en mi caso fue así. Las chapas tuvieron mucho éxito, las mariposas de agradecimiento las escribí a mano con un mensaje personalizado y venían expresamente a darnos las gracias por el detalle. El marco de Facebook del photocall fue la caña y los detalles tuvieron exitazo. A los adultos (unisex) les regalamos unos posavasos en forma de disco de vinilo y a los peques unos muñecos con rotuladores para pintar en la mesa y así entretenerse. En serio, todo lo que hagáis será perfecto.
También quiero compartir el tema de la lluvia. Pues a nosotros nos llovió por la tarde y no tuvo ninguna importancia (pero ni un poquito). Hubo cosas que estaban organizadas que al final no se hicieron y no nos dimos ni cuenta. Tampoco tuvo ninguna importancia. Algunos disfraces del photocall no aparecieron y me di cuenta dos semanas más tarde. En definitiva, que pase lo que pase, ese día es fascinante, fabuloso, increíble, brutal... Y nada, pero nada puede estropearlo.
Disfrutad el pre, la boda y el post porque no es sólo un día, es para el resto de vuestra vida así que sed muy, muy felices para siempre. Mi día sigue siendo increíble.
PD: os dejo algunas fotos que gracias a la app del wedshot podemos tener antes de que lleguen las oficiales (que tardan mucho).
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