La boda de Mar y Oscar en Lliça De Vall, Barcelona
De noche Verano Blanco 3 profesionales
M&O
23 Jun, 2014El día de nuestra boda
Realmente qué os puedo contar en un día tan especial, cómo es el día de nuestra boda, sólo que me volvería a casar mil y una veces más, es un día muy especial para recordar el resto de nuestras vidas.
Queríamos tener una boda muy diferente a las demás, queríamos que los invitados se lo pasaran en grande, ya que nos hemos casado en una noche mágica, como es la noche de San Juan.
Es verdad que se pasan muchos nervios, organizando todos los preparativos, ya que queremos que todo salga a la perfección, y nos olvidamos de lo más importante, que es disfrutarlo cuando lo estamos haciendo, al menos por mi parte.
Así que os voy a contar un poco lo que organizamos el día de nuestra boda.
El día 22 de junio, para no perder la tradición, yo dormí en casa de mis padres, aunque ya hace dos años que vivimos juntos, una tontería como otra, pero a mi madre le gustaba la idea, así que me fui con mi hijo a dormir allí.
Como esa noche no habíamos dormido juntos, le dejé una pequeña sorpresa a mi pareja, y fue que en el momento que llegaron los fotógrafos en casa, para hacerle las fotos a él, yo le llamé por teléfono diciendo que cogiera la tablet y mirara en vídeos, que tenía una cosita para él.
Seguir leyendo »Y así fue, un día antes le dejé un mensaje de vídeo, diciendo qué significaba para mí él, lo mucho que lo quería, y en el mensaje le enseñé un regalo donde le dije donde lo guardaba. Le regalé un corazón de cristal, grabado nuestros nombres y la fecha de la boda, vamos que le encantó, se le cayeron las lágrimas.
Y mientras tanto en casa de mis padres vistiéndome con mi hijo, lo disfrutamos mucho los dos, con 11 años que tiene estaba igual de nervioso que yo. Lo bonito fue la entrega de mi ramo, fue mi padre, fue muy emotivo las palabras que me dijo, aun es el día que lo recordamos y se nos caen los dos las lágrimas.
Llegó el momento de ir a las iglesia, con media hora de retraso, así que él estaba atacado, y normal, todo fue porque el bus que contratemos, llegó tarde a buscar el resto de invitados que faltaban, pero lo bueno se hace esperar, y así fue, media hora estuvo atacado esperándome.
La ceremonia fue muy bonita, no fue la típica religiosa, aunque lo hicimos por iglesia, fue diferente, nos sentamos de manera que podíamos ver a todos los invitados, no de espalda como es la costumbre, y el cura también traía buen rollo, no era serio, y la ceremonia así no se hizo para nada larga.
Al terminar, fueron a Can Cirili, donde los esperaba un gran aperitivo y gran variedad, vamos que por lo que me contaron estuvo genial, cosa que nosotros no lo vimos todo, porque llegamos más tarde, pero escuché la gente dando muy buena opinión de la comida, y para que la gente no se amuermara, había un mago que iba pasando por las mesas, fue muy gracioso. Y para que la gente viera donde se tenía que sentar, en vez de hacer una lista por mesa con su número, hicimos montajes de fotos de cuando yo y él éramos pequeños, fue muy original, y de encabezado la foto de nuestros padres cuando se casaron, así que imaginaos la cara de los padres cuando vieron sus fotos ahí, lagrimones.
El momento más esperado fue la entrada en el salón, fue muy espectacular. Nosotros estamos detrás de unas cortinas que hay, con grandes ventanas de cristal, y allí estábamos montados en un triciclo, yo detrás de pie, subieron las cortinas, y nos vieron en el triciclo, y desde la ventana saludando a los invitados, ya la gente alucinaba. Y lo bonito fue la entrada, con la canción de Verano Azul, de Juan Magan, la gente levantada aplaudiendo. Vamos, fue muy original, ya que la gente no se lo esperaba.
Empezaron con los primeros platos, y tengo que decir, que la comida estaba espectacular, muy rico todo. Cuando la gente ya había acabado de comer, lo que hicimos es preparar unas canciones típicas que todo el mundo conocía por su coreografía, y para que bajaran la comida nos pusimos al lado de la mesa, y tuvieron que bailar unos 30 segundos esa canción con nosotros. Al principio les daba vergüenza porque muchos tampoco se conocían, pero cuando vieron que luego nos íbamos a otra mesa, poco a poco fueron perdiendo lo que les quedaba de vergüenza.
Entremedio un sorbete delicioso de frutas, pero el otro plato, el segundo fue espectacular, la verdad que la gente estaba llena de comer, pero probaron el plato y no dejaron nada.
Y lo mismo, acabaron de comer y bailemos con los invitados, bajaron parte del segundo plato. Y antes de que hiciéramos los regalos, yo a Oscar le preparé una caja con pequeños regalos, que era como un kit de supervivencia matrimonial, en el habían regalos útiles y graciosos, como vales sexuales, unas esposas, libros de cocina, un libro de kamasutra, una hucha, una botella de vino y muchas cositas más, cada paquetito tenía su nota, fue divertido, no se lo esperaba tampoco.
Lo emotivo fue cuando comenzamos a regalar los detalles, los novios, los padres, los testigos, una cesta de bebé y un marco de fotos a mi cuñada recordando lo que había sido para ella su hermano, mi marido, la gente llorando, fue muy bonito.
De seguido nos trajeron el pastel, súper bonito, con unos muñecos de novio en forma de ratitas de unos 50 cm, muy bonitos. Pero lo que nadie se dio cuenta que en las entregas de los novios faltaban dos regalos, son casi los más importantes que se dan, así que empezamos por la liga.
La entrega de la liga fue curiosa, porque dejé sentado a Oscar y se empezó a escuchar la canción de Nueve semanas y media, la típica que se puede escuchar para hacer un striptease, pues allí estaba yo, haciendo un baile sexy a mi marido, para que me quitara la liga, veías la gente como chillaba, se lo pasaron bien, la sorpresa es que hice dos ligas, tenía una en cada pierna.
Y por fin llegó el momento más esterado, abrir el baile, con una de nuestras canciones preferida de los dos, Malú, “Y ahora tú”. Pues empezamos a bailar, pero la gente tampoco sabía que de repente mi hijo saldría a la pista, tocándole la espalda a Oscar diciendo que también le tocaba a él bailar con su madre, ósea conmigo. Pues imaginaos la gente cuando nos vio a mí y a mi hijo bailando esa canción, fue muy emocionante. Cuando aún la canción no había acabado apareció otra vez Oscar con mi ramo de novia, que en ese momento era el oportuno para entregarlo, así que también le tocó a la espalda él a mi hijo, y volvimos a bailar juntos. Cuando acabó la canción, se comenzó a escuchar la de Tamara, “Gracias”, muy bonita canción. Así que comenzamos a dar vueltas para entregar mi ramo, y allí estábamos los dos, delante de mi madre, Oscar se arrodillo y se lo entregó a ella, por todo lo que nos había ayudado en la boda, ha sido impresionante, gracias a ella pudimos hacer nuestro sueño realidad.
Y así fue un poco mi boda, con muchas emociones, tuvimos tres horas de barra libre, una fuente de chocolate donde la gente se puso morada de comer, fue todo espectacular. Cuando acabó la fiesta el restaurante nos dejó su suite, para descansar, y nos dejó el jacuzzi preparado con una botella de cava, fue genial.
Por eso digo que me casaría mil veces más, qué rápido pasa todo.
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