La boda de Manuel y Silvia en Las Palmas De Gran Canaria, Las Palmas
Elegantes Verano Dorado 7 profesionales
El 16/09/2016 1.108 3 0
M&S
16 Sep, 2016
El día de nuestra boda
El día amaneció lluvioso aquel 16 de septiembre de 2016, fue un tanto extraño, puesto que en Las Palmas de Gran Canaria ese mes suele ser el mes más cálido del año. Por suerte, el día empezó a levantarse y a la hora del enlace estaba despejado.
Nos levantamos como un día cualquiera, sin nervios, sin prisas, ya que la noche anterior habíamos llevado al Hotel Escuela todos los accesorios necesarios para la celebración de nuestro gran día.
La mañana pasó con tranquilidad y, así nos dio la 1 de la tarde, momento en el que recogíamos mi ramo de novia y subimos al hotel dispuestos a prepararnos.
Allí almorzamos y comenzamos a arreglarnos. Primero el peluquero, después la maquilladora y, por último, uno de los momentos para mi más bonito: mi dama de honor y mi prima ayudándome a vestirme.
Mientras tanto, nuestro fotógrafo, y sin apenas darnos cuenta, iba inmortalizando cada uno de los momentos, y así llegó la hora señalada. En ese momento fue cuando nos pusimos nerviosos. Era un momento de alegría y nada podía perturbar la paz interior que sentía, nada excepto que mi dama de honor perdió mi anillo de bodas (a mi casi me da algo), se le había caído dentro de una bolsa y tuvo que revisar toda la habitación hasta encontrarlo. Por suerte para ella, si no la mataba, apareció y pusimos rumbo a la Ermita del Pueblo Canario.
Seguir leyendo »Finalmente llegamos a la ermita. Nosotros habíamos decidido ser tradicionales a la hora de entrar; nuestros testigos fueron mi padre y su madre y la marcha nupcial como tema de entrada.
La concejala realizó una ceremonia muy emotiva y con la solemnidad que el enlace matrimonial requiere finalmente nos casó. Fue un día muy emotivo, sentía que después de tantos años de convivencia legalizar nuestra unión de esta manera me hacía feliz.
Y de esta manera, partimos a recorrer rincones de nuestra ciudad en busca de las primeras fotos como recién casados. Mi ilusión era casarme de día y así fue. Nos casamos a las 18.30 horas de la tarde y estuvimos haciéndonos fotos a plena luz del día y con el atardecer, un precioso atardecer que quedó inmortalizado en las fotos.
A las 20.50 horas y, como habíamos previsto, llegamos al Hotel Escuela donde nos recibieron con un brindis. Teníamos una sorpresa para los invitados, se trataba de unas columnas de globos que al pincharlas salían pequeños globos de helio en forma de corazón, fue un momento muy gracioso. Tras el cóctel entramos en el salón del hotel con la música seleccionada donde compartiríamos la cena con nuestros invitados, (familiares cercanos y amigos íntimos), y allí nos esperaba el maestro de ceremonias, un amigo al que le pedimos que, por favor, ejerciera funciones de oficiante de bodas y nos deleitara oficiando la ceremonia de la vela. Fue lo mejor que hicimos, una ceremonia tan íntima y romántica que nos emocionamos tanto que rompimos a llorar, no sólo nosotros, sino los testigos y los invitados, y así transcurrió la noche inmensamente feliz y radiante.
Llegó el momento tarta, nuevo brindis, vals y como por arte de magia terminó nuestro gran día. Unas 9 horas transcurrieron desde que entrábamos por la puerta de la Ermita hasta que se marchó el último invitado. Una ceremonia tradicional, tierna y con nuestros seres queridos. Recordaré éste día como uno de los más bonitos que he vivido.
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