La boda de Manuel Saavedra y Carmen Cámara en Valdepeñas, Ciudad Real

Lo típico. Me fui a la peluquería y ahí a casa. Allí esperé a mi amiga que me maquillaba y al fotógrafo... Qué decir del fotógrafo (Dosymedio Fotógrafos). Yo no quería tener, pero lo hizo todo más especial. No paramos de reír y mi amiga, mientras me maquillaba, no paraba de decirme que me estuviera quieta. Que mi amiga me maquillara hizo todo aún más especial y único. Después llegó mi hermana y su amiga (una hermana más) y corriendo me vistieron y pusieron cada detalle...

Terminamos en casa y ahora tocaba montarme en el coche e ir al hospital a ver a mi hermana y a mi sobrina. Imaginad en un 2cvs con un vestido de novia y una capa: imposible moverme. Nos dirigimos al hospital, una experiencia agridulce, ya que allí estaba mi hermana con su bebé mientras yo me dirigía a casarme, ella en su momento más feliz y yo en el mío y sin poder disfrutar la una del momento de la otra. Es inexplicable lo que pude sentir al coger por primera vez a mi sobrina ese día, único e irrepetible...

De allí nos montamos de nuevo en el coche y estuvimos dando vueltas para hacer tiempo. Se rompió el pito del coche de tanto pitar y saludar. Llegamos antes de tiempo al restaurante (donde se celebraba la ceremonia) y allí estaba mi chico con su moto, guapo no, lo siguiente, tal caballero con su caballo. Me bajé del coche y me quedé clavada en el césped, nadie me daba unos protectores de tacones, así que decidí quitarme los zapatos y así me casé, descalza.

La ceremonia, presidida por mi amigo, con lecturas de mi cuñada y mi hermana, no pudo ser más emotiva. Todo el mundo llorando, sobre todo, el novio que desde que me vio no dejó de llorar y yo, mientras, riéndome de todos.

Después fotos y felicitaciones. Vuelta a la piscina con la moto y ya la entrada a la comida, animadores para los niños, barra libre, discoteca y, por fin, la esperada noche de bodas. Ahora lo recuerdo como el sueño más bonito jamás soñado y solo recuerdo lo bueno, lo malo solo consiguió que ese día fuera más especial y único. Por eso, si lo lee alguna futura novia estresada, relax y disfruta de nuestro día, en serio, lo malo pasa y lo bueno prevalece.