La boda de Manuel y Jennifer en Fuente Palmera, Córdoba
De noche Otoño Granate 7 profesionales
M&J
07 Oct, 2017El día de nuestra boda
¡Pues el día de mi boda fue simplemente espectacular! ¡Fue el día que siempre he soñado! Hizo un tiempo ideal, a pesar de estar en vilo mirando el pronóstico durante semanas.
Me levanté esa mañana como si fuera otro día más, me encontraba super tranquila, ¡parecía que la cosa no iba conmigo! Según la tradición el novio no puede ver a la novia antes de la boda, pero nosotros rompimos las reglas, debíamos ensayar una última vez el baile, el cual lo montamos en una semana, ¡qué locura! Además de solucionar a última hora los imprevistos, vídeo, regalos a familiares, etc.
Nos despedimos hasta vernos la próxima vez en el altar. Me maquillaron y peinaron, ¡era todo perfecto! Llegaron los fotógrafos y seguía tan tranquila, ¡nos lo hicieron todo muy fácil!
Me puse ni vestido y un escalofrío recorrió mi cuerpo... Era el día, mi gran día, ¡nuestro gran día!
Pasaba y no me daba ni cuenta frente a la tranquilidad que tenía disfrutaba de cada instante, mi cara lo decía todo. Radiaba de felicidad y mostraba como realmente me sentía, simplemente feliz.
Seguir leyendo »Salí dirección a la hacienda donde mi futuro marido me estaría esperando. Bajé del coche y me dirigí hacia el altar agarrada al brazo de mi padre. Un momento que siempre había soñado.
Cuando llegué a la parte de la ceremonia y pisé la alfombra roja y comenzó la música (‘A thousand years’ Christina Perri - piano/cello cover) y con ello unos nervios recorrieron mi cuerpo.
Miré junto en frente y estaban todos los compañeros de Manuel vestidos de uniforme militar, saludándome tímidamente. Volví la vista hacia mi izquierda y ahí estaba él, con las manos en la cara y ya sollozando debajo de la gorra. Iba tan guapo, tan elegante, era un príncipe.
Mientras caminaba hacia él, todo el mundo me saludaba a la vez que soltaban alguna que otra lágrima. Llegué y mi padre le concedió mi mano. Manuel no dejaba de llorar, y yo todo lo contrario, de sonreír (creo que delos mismos nervios no me salían las lágrimas). Lo calmé, nos sentamos, me cogió de la mano y comenzó el viaje.
El alcalde de nuestro pueblo ofició la boda, fue super emotiva. Algunos de nuestros familiares y amigos nos dedicaron unas palabras, reímos, lloramos, miles de sentimientos en breves minutos se unieron.
Hicimos el ritual de la arena, el cual es muy emotivo y mucho más cuando la arena que utilizamos para realizarlo es de la playa de las catedrales, en la que Manuel me pidió matrimonio antes de partir de misión hacia el Líbano. Así que para nosotros fue muy especial porque unía los dos grandes momentos de nuestras vidas.
Después tocó nuestro turno, nos dedicamos unas palabras, nos dijimos frente a todos, aquello que sentimos, aquello que vivimos durante seis largos meses y mostramos la felicidad que nos invadía el dar ese gran paso, el de unir nuestras vidas para siempre (y de fondo la bso de Intocable).
Y por último nos hicimos la entrega de anillos, sí quiero. Mientras los compañeros de Manuel se ponían en posición para hacer el pasillo de sables militar nosotros junto con nuestros padrinos firmamos y le dimos las gracias al alcalde por oficiar una boda tan bonita.
Cuando terminamos volvió a sonar la música (Juego de Tronos, Film Symphony - Donosti 2014) quedaba perfecta para ese momento tan espectacular como es el pasillo de sables. Pasamos, nos besamos y arroz por todos lados. ¡Vivan los novios!
Todos nuestros familiares y amigos nos dieron la enhorabuena, ¡besos y abrazos a más no poder!
Nos cogimos un momento de más intimidad con nuestros fotógrafos y captaron unos momentos espectaculares. Por consiguiente, pasamos al cóctel con todos nuestros invitados para disfrutar después de tantísimos nervios. Y cuando nos dimos cuenta pasaron ya dos horas., era hora de entrar al convite.
Entraron todos nuestros invitados y nosotros junto con nuestros padres entramos por el gran portón de la hacienda. Todo el mundo aplaudía y, por sorpresa, pusieron un vídeo que hicimos de agradecimiento a todos los asistentes a nuestro gran día.
Por consiguiente, pasamos a la mesa nupcial y nos sentamos, un respiro, un poco de vino y un suspiro. Pero empezaron las sorpresas, nos llegó un álbum de fotos de forma anónima y por consiguiente, entraban todos mis primos con una rosa blanca y una foto, ¡super emocionante
Comimos lo justo del primer plato y nos levantamos a ver a nuestros familiares y amigos y nos volvieron a sentar en la mesa, ahora un vídeo con fotos nuestras, desde peques, ¡muy bonito!
No acabamos de recibir una sorpresa cuando ya teníamos otra más, nuestros amigos "los burlaos" nos llevaron una hucha de cerdito cada uno adornada de forma muy peculiar. ¡Super chula la sorpresa! Junto con un juego de vasos grabados con nuestros nombres, fecha y "la burlaopandi" son únicos.
Y nos íbamos y de un vídeo de fotos pasábamos a otro, ¡no paramos! Regalos y más regalos, ¡una locura!
Llegó el momento de la tarta, (canción: Antonio Orozco ft. Luis Fonsi, ‘Ya Lo Sabes’). Cogimos la espada y la cortamos. Nos intercambiamos unas frambuesas y nos llenamos la nariz de nata mutuamente, ¡me encantó ese momento!
Dimos los regalos que teníamos para nuestros padres, hermanos, cuñados, etc., y unas fotos de la despedida para nuestros amigos. Además de en especial darle un regalo super emotivo a mi mejor amiga, ¡fue muy emocionante! (Canción: La oreja de Van Gogh, ‘Nadie como tú con letra’).
Y aun así todavía quedaba lo mejor. Algo que era totalmente inesperado, se apagaron las luces, y pusieron el ruido de una moto, desde le entrada del salón vimos una luz que cada vez se acercaba más y estando totalmente ajenos a la situación frente a nosotros mi cuñado nos aparcó una preciosa moto de carretera. Manuel me preguntaba que si yo sabía algo y le decía mil veces que no. Él con lágrimas en los ojos se acercó a su hermano y le abrazó. Por consiguiente, mi cuñado le dio las llaves y Manuel con una emoción enorme se montó en su moto, la arrancó y en una palabra, “flipó”. ¡Era su sueño hecho realidad!
Después de todo ello repartimos todos los detalles a nuestros invitados y nos preparamos para el baile que teníamos preparado. ¡Lo dimos todo! Unos 5minutos con millones de nervios, pero disfrutándolo al máximo. ¡A pesar de no tener muy buena técnica de baile para mí salió más que bien!
Durante la barra libre hicimos el juego del zapato. Básicamente consiste en que los novios se sientan de espaldas entre ellos, con un zapato suyo en una mano y uno del otro en la otra mano y un voluntario va leyendo algunas preguntas en voz alta. Los novios tienen que levantar el zapato que consideren correcto (el del novio o el de la novia) para la respuesta a esa pregunta. ¡Luego se dan vuelta para ver si coincidieron con la respuesta! ¡Es muy divertido! ¡Lo recomendamos!
Ya iba terminando la noche, photocall, baile, cantes y striptease. Manuel se ofreció a hacerme uno, ¡estuvo muy bien!
Nos fuimos de la finca sobre las 8 de la mañana y a desayunar. Aunque Manuel sólo tenía ganas de llegar a casa y descansar. Por fin nos escapamos y llegamos a casa, a nuestro hogar, ¡a nuestro imperio! ¡Me cogió en brazos y entramos por primera vez en nuestra casa como marido y mujer! ¡Fue un día espectacular inolvidable y único! ¡Y lo repetiría un millón de veces más y siempre con él!
Por una vida juntos, caminaré contigo.
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