La boda de Manu y Claudia en Cangas De Onis, Asturias
Vintage Otoño Verde 5 profesionales
M&C
24 Sep, 2016El día de nuestra boda
Llegamos a primera hora del mediodía al Parador de Cangas de Onís, donde gracias a la eficiencia del personal del Parador, nuestras habitaciones ya estaban listas.
Las mujeres nos fuimos a la habitación nupcial, puesto que en breves minutos empezaríamos a maquillarnos, mientras que a los hombres les quedaban todavía un par de horas muertas, antes de empezar con los preparativos. Personalmente, aún recuerdo pensar en las horas previas a la ceremonia, y cómo de lentas iban a pasar. Para mi sorpresa, fue todo lo contrario. Tan rápido pasaron que, como fumadora, bajé a fumar medio cigarro a las dos de la tarde, y no fue hasta las ocho de la tarde, cuando encendí el siguiente.
Las horas de espera se pasaron a las carreras. Entre peinar a fulanita y maquillar a menganita, casi no llegamos. Entre el ligero que no encajaba con la media y el dilema de, se pone el can-can junto con el vestido o por separado, y el vestido se pone por arriba o por abajo, se nos echó el tiempo encima, pero gracias a Dios, que la novia tiene que llegar cinco minutos tarde de rigor.
Seguir leyendo »Los nervios bajando las escaleras de la mano de mi padre, ver a Manuel esperando, la decoración que habíamos planeado con tanto tiempo y con nuestras estupendas Wedding Planners Paula y Lorena (Living las Bodas) y entender entonces, que tanto tiempo, tantas carreras y quebraderos de cabeza, han merecido totalmente la pena.
La ceremonia transcurrió muy rápido, como cualquier ceremonia civil. La realizamos en los soportales que rodean el Claustro del Parador de Cangas de Onís y en uno de ellos que actúa como un pórtico que da entrada a la Iglesia. Al ser una boda pequeña, se colocaron cinco bancos a ambos laterales del atril, para que los invitados pudieran disfrutar de la ceremonia. La música de nuestras entradas, para las lecturas de los invitados y nuestra salida, fue ambientada por la magnífica banda de Body&Soul, que nos dejaron sin palabras tanto a nosotros, como a nuestros invitados.
Tras el momento del "Sí, quiero" y la firma y salida de los novios, salimos a los alrededores del Parador para hacer un par de fotos con la luz del atardecer, y así poder volver pronto a disfrutar del cóctel con los invitados. En nuestro caso, al vivir en Alemania, decidimos quedarnos un día más y hacer una post boda con el fotógrafo antes de marcharnos, para poder así, el día de la boda, dedicar mucho más tiempo a los invitados y poder así disfrutar de tu boda con mucha más intensidad. En nuestra opinión, a día de hoy, una decisión, que no podía haber sido más acertada.
Tras las fotos, regresamos al cóctel, en el que, como estaba planeado, nos fuimos haciendo, poco a poco, fotos con todos los invitados y disfrutando de los manjares que habíamos escogido como parte del menú. Culminamos el cóctel, mientras los invitados se iban al comedor a tomar asiento, realizando un par de fotos de camino al comedor, para una vez allí, realizar nuestra entrada.
El menú del Parador fue impecable, y ese arroz con leche que escogimos de postre... ¡Qué arroz con leche! Fue espectacular, tanto el trato del personal del Parador, como el del propio director, Ignacio Bosh, fue impecable y perfecto en todo momento. Hicieron de ese día, el mejor día de nuestras vidas. La cena pasó muy rápido y con ella, llegó el corte de tarta, el postre y la sorpresa que les teníamos preparada a nuestros padres. Los que, a ritmo de la banda sonora de La Vida es Bella, se encontraron con unos regalos, con los que no contaban.
Terminada la cena, llegó ese momento, el momento del baile. Baile que, en ese año y medio que echamos preparando la boda, no encontramos un momento para ensayar. Así que ahí estábamos los dos, con la finalidad de no hacer el ridículo durante los tres minutos que duraba la canción. Porque, como podéis deducir, no la encontramos de menor duración.
He de decir que, al menos en las fotos del momento del baile, parece que tenemos idea de que sabíamos bailar. Lo cual era la finalidad del baile, puesto que una imagen vale más que mil palabras. Y después del baile, tocó más baile, pero esta vez sin miedos a hacer el ridículo y esa estupenda barra libre hasta el cierre.
Que oye, teniendo en cuenta que era una boda de 60 invitados, no está mal, regresar a la habitación a las siete de la mañana, ¿verdad?
Ante todo, queremos agradecer a ese gran equipo que formó parte de nuestro día e hizo de él, el mejor día de nuestras vidas.
Servicios y Profesionales de la Boda de Manu y Claudia
Otros Proveedores
Otras bodas en Parador de Cangas de Onís
Ver todas
Otras bodas en Asturias
Ver todas
Palacio Conde Toreno
Palacio Conde Toreno
La Hacienda de La Llorea Golf
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario