La boda de Maitane y Gabriel en Astrabudua, Vizcaya

El día de nuestra boda

El principio del resto de nuestra vida. Para mí (Maitane) el día comenzó, cuando con el que es actualmente mi marido (Gabriel), nos despedimos con un “la próxima vez que nos veamos será en el altar”. A lo largo de la mañana, mientras nos preparábamos, yo me mantuve muy tranquila, la verdad, pero él estaba hecho un manojo de nervios, así que estuvimos hablando por WhatsApp a fin de mantener los nervios en su lugar.

Para cuando me di cuenta estaba saliendo de la peluquería, debo matizar que mi peluquería se encontraba dentro de unos soportales, y nada más ver la luz de la calle me di cuenta de que llovía. Casi me da un mal. Decidí dejar de pensar en el tiempo así que nos pusimos en camino hacia El Bosque, la tienda en la que me compré el vestido de novia (y mi marido su traje, él también se vestía en la tienda).

Al llegar, la chica que me ayudó en todo lo referente al vestido junto con mi madre y mi hermano, se las ingeniaron para que Gabriel se marchara sin que yo pudiera ver cómo iba vestido. Empecé a vestirme y todos estaban con los nervios a flor de piel, yo aún me mantenía tranquila, entonces llegó la limusina a recogerme, y al montar ahí fue el punto en el que pensé: Oh, Dios mío, es el día, vamos para allí. Y de golpe y porrazo los nervios me invadieron.