La boda de Luismi y Inma en Jaén, Jaén

El día de nuestra boda

Todo el mundo te dice que el día de tu boda pasa volando, que casi ni te enteras. Y en parte es verdad. Nuestra boda todo salió muy bien. Hizo un día espectacular, a pesar de que el día anterior estuvo lloviendo. El sol brilló todo el día y solo hizo frío a primeras y últimas horas del día. Luismi me llamó a las 6.30 am para asegurarse que no me quedaba dormida. Cogí un yogur y me fui a la peluquería. Él ya no pudo volver a dormirse. Ese yogur fue todo lo que comí hasta cerca de las 3, que llegamos al banquete. Pero no me dio hambre en toda la mañana. Tampoco estuve nerviosa, ni me dio tiempo a pensar en si tenía nervios, porque todo el horario lo tenía muy ajustado. Con mi trenza en texturas y la corona me volví a casa y llegando, apareció la maquilladora. Con ella el rato también se me pasó rápido y me dejó perfecta sin tener que rectificar ni una raya del ojo. Mientras, apareció la florista con mi ramo. Se lo encargué con algunas indicaciones de qué flores sí quería, pero en conjunto era sorpresa para mí. Y nada más verlo, empecé a llorar emocionada de lo bonito que era (aún lo tengo y está intacto, flores preservadas). Terminó la maquilladora y tuve 10 min para prepararme antes de que aparecieran los fotógrafos, que ya venían de casa de Luismi. Mis padres, hermanos y sobrinos estaban con sus últimos retoques. Empezaron las fotos conmigo (una sesión preciosa) y luego ya se fueron sumando los demás. En un abrir y cerrar estábamos todos juntos con la foto familiar y a punto de salir a los coches. A las 11.30 estaba ya en el coche junto a mi padrino. Fuimos subiendo al ayuntamiento, que casi no llegamos porque había una feria del primer aceite y todo el centro y las calles más cercanas estaban a reventar de gente. Pero pudimos llegar. Tranquilamente, empezamos a subir al salón de plenos y, ¡sorpresa! Una amiga comenzó a cantarme una canción de Laura Pausini (Uguale a lei). Empecé a llorar de la emoción y más aún en cuanto vi a Luismi expectante, tan guapo y con su cara de felicidad. Y comenzó la boda más bonita que podía soñar. Música, canciones, ritual de la arena, discursos de nuestros amigos y familiares más íntimos... Todos los allí presentes quedaron maravillados con la ceremonia. Mi madre no estaba nada contenta con que hiciéramos una boda civil, pero reconoce que le pareció un enlace muy muy bonito y emotivo y que le sorprendió toda la ceremonia que organizamos.Llegaron las firmas y todo el mundo tenía que salir del ayuntamiento. Y llegado el momento, también salimos nosotros bajo una nube de arroz y confetti de corazones rosas.Sesión de fotos de los novios. Y bajamos al hotel donde era el banquete. Allí ya estaban todos los que faltaban. Abrazos y saludos en la copa de espera y por fin, todos entran al salón. Madonna para nuestra entrada y comenzó la fiesta. El resto del día fue increíble, pero eso da para otro capítulo.