La boda de Luis Galindo y Carlota Tutor en Montuïri, Islas Baleares

El día de nuestra boda

Superior a cualquier cuento de hadas que hubiéramos podido imaginar jamás. Con muchísima ilusión montamos ese gran día durante muchos meses y la celebración no pudo ser mejor porque superó todas nuestras expectativas. Empezamos por una celebración religiosa en la iglesia de Sant Bartomeu de Montuïri, que la ofició el mismo que casó a mis padres, me bautizó y me dio la comunión. El día no podía acompañar más y lo agradecidos que estuvimos porque justo coincidía con que esos días atrás había caído la Dana no muy lejos. La anécdota que tuvimos para contar es que una de las maquilladoras se quedó enganchada en el barro con el coche y todo empezó 1h tarde, pero el novio estaba avisado y tranquilo porque sabía lo que ocurría. La misa fue preciosa, acompañada de música en vivo de un cuarteto de cuerda que nos hizo las entradas y las canciones entre medias. Al salir, quedamos bien cubiertos de pétalos y mariposas, además de aplausos y gritos de alegría. La salida de la iglesia al lugar de la celebración fue en un coche clásico, que nos permitió que la gente se desplazara a la Finca de Tagamanent, donde celebramos ese gran día. Mientras se movilizaban los invitados, aprovechamos para hacer unas fotos en uno de los puntos más bonitos del pueblo y volver a la iglesia para hacer otras fotos en familia. Llegamos a la finca con el coche, que fue todo un éxito, y seguimos con la sesión otro poquito para luego ir a reunirnos con todos los invitados. Fue mágico porque disfrutamos del día juntos y tenemos los mismos recuerdos de todos los momentos. La entrada en el banquete fue muy animada, donde todos participaron bailando y lo pasamos tan bien… La comida y el catering no podían ser de mejor calidad, ofreciendo un servicio exquisito que recomendamos muchísimo. Bon Gust es de los mejores de Mallorca y tuvimos mucha suerte de dar con ellos. La tarta la pudimos disfrutar de Sweet Lucy, que hace unos postres impresionantes y muy acertado. Entre plato y plato hicimos algún discurso y aprovechamos para dar algunos regalos a nuestros seres queridos. Ellos también nos hicieron alguno a nosotros y fue muy emotivo. Una vez finalizado el banquete, salimos a la pista de baile con una coreografía iniciada con nuestros padres y terminada nosotros dos solos que disfrutamos muchísimo. Quisimos que nuestros seres queridos que ya no están pudieran estar presentes de alguna manera y les hicimos un homenaje. Hicimos la inauguración del photocall y pasamos a arrancar la discoteca con la hora loca. ¡Disfrutamos muchísimo de todo! Fue un día increíble que jamás olvidaremos.