La boda de Luis y Esther en Córdoba, Córdoba

Tras la ceremonia, y ya de la mano de mi recién estrenado marido, nos subimos al coche de novios y recorrimos algunos de los lugares más bonitos de Córdoba junto a nuestros fotógrafos. Fueron momentos mágicos. A continuación, nos trasladamos a la hacienda donde celebramos nuestra boda. Era un lugar espectacular. Nuestra wedding planner y el equipo de catering se encargaron de que todo estuviese perfecto, no faltaba ningún detalle. Al ser una boda de noche, todo parecía más bello si cabe.

El catering fue todo un acierto. Abrimos la celebración con un cóctel con música en directo de fondo. Después, iniciamos el banquete con una entrada muy emotiva. El menú y el servicio fueron impecables y nosotros solo tuvimos que disfrutar compartiendo momentos con nuestros invitados sin preocuparnos de nada más. Al terminar el banquete, abrimos la barra libre con el baile nupcial: un precioso vals cuya coreografía habíamos preparado con mucho cariño con antelación. Después, empezó la gran fiesta. Queríamos una celebración por todo lo alto, en la que mayores y sobre todo jóvenes se divirtieran hasta el amanecer. Y así fue. Se pasaron las horas volando y cuando nos dimos cuenta ya era la hora de marchar. ¡Increíble la sensación que tenía en ese momento! Era una sensación de no querer que acabara nunca ese día, de que se convirtiera en algo eterno. Por primera vez, todas las personas que conocíamos y queríamos estaban en el mismo espacio y en el mismo momento junto a nosotros.

Repetiría con los ojos cerrados. Volvería sin dudar a vivir ese día. ¡El día más bonito de mi vida!