La boda de Loli y Enrique en Mojacar, Almería

El día de nuestra boda

Para mí, el novio, fue un día relajado puesto que lo tenía todo preparado. Terminé de podar las malas hierbas de la capilla al aire libre el día de antes, contraté el coche, restaurante...

Olvidé peinarme; el dueño del coche, un WV descapotable, llegó tarde; la novia tardó mucho y todo eso. Pero la luz que había junto a la playa a las siete de la tarde era formidable.

Todos los invitados eran de fuera, de Baeza, Estepona, Murcia... ¡Y allí estaban!, para pasarlo bien con nosotros.

Nos alegramos mucho de casarnos en la capilla al aire libre junto a la playa y de la celebración en Valle del Este, aunque la encargada de sala estaba enferma esa semana, pero lo solucionaron.

La novia entró espectacular, tanto que su hermano metió el coche dentro de la capilla. Yo había preparado cucuruchos con arroz, botellitas de agua personalizadas, sombrillas grandes y parasoles de mano, abanicos...

Ella iba de blanco, como tantas veces le había rogado; nada de roto, hueso, marfil y demás. Allí "pegaba" el blanco. La quiero tanto, ¡cómo se atrancó al leer!