La boda de Lluís y Elisa en La Pobla De Claramunt, Barcelona
En el campo Verano Naranja 7 profesionales
L&E
18 Ago, 2018El día de nuestra boda
¡Ya estamos casados! Crónica larguita larguita, ¡ahí va! Será casi como si hubieseis estado.
El pasado 18 de agosto fue nuestra boda. De hecho, el día 17 fuimos a firmar en petit comité, junto a hermanos, padres y una pareja de amigos muy cercanos. Fuimos al ayuntamiento de Tiana, el pueblo natal de mi chico (bueno, ahora marido) y a las 12:30 nos hacían una ceremonia. Al salir, nos tenían preparada una traca, arroz y cañones de confeti. Fuimos a un parque que está al lado e hicimos algunas fotos. Luego, nos pusieron un montón de latas en el coche y a comer juntos. En la comida, nos prepararon alguna sorpresa. Un bote de macarrones con billetes, un cuadro con fotos pequeñas en forma de corazón, unas copas tipo Amigurumi de ganchillo, soplar las velas, etc.
Este día fue precioso, nos sentíamos en una nube todo el rato.
Llegamos a casa bien tarde y dormimos juntos en nuestro pisito. Al día siguiente, mientras mi chico estaba en la peluquería bien temprano, sonó el timbre justo cuando yo me levantaba... Un regalo... Resultó ser un desayuno enorme para los dos, rosa roja, peluchito y un globo con helio con un "¡Muchas felicidades!", menudo detallazo y genial, porqué aún no habíamos desayunado.
Seguir leyendo »A las 2 y media salíamos rumbo a La Pobla de Claramunt, el sitio dónde celebraríamos la boda en su versión extendida. Fuimos los dos juntos en el coche y al llegar al hotel del pueblo pedimos la habitación y dejamos la maleta para la noche. Ya había invitados en el hotel terminando de comer e instalados y les saludamos rapidito para ir ya al restaurante.
Volvimos a coger el coche y una vez en el restaurante ya estaba el chico del vídeo, Dani y su compañera. Dejamos cada uno sus cosas para vestirse en una salita de la masía. Luego, al llegar mi peluquera y maquilladora ya sí que nos separamos. Me fui a que me maquillara y peinara y Lluís a esperar a sus allegados y al fotógrafo y videógrafo.
Dos horas antes de la ceremonia hicieron fotos al novio y a sus familiares. También fue el padrino a recoger el ramo. Y otro, "El padrino 2", mi cuñado, al que mandé a que leyera una pequeña carta a Lluís. Luego se vinieron a hacerme fotos y vídeo a mí, algunas mientras me acababan de maquillar. Aquí empezaron mis nervios... En el hotel todos comentaban que el tiempo alertaba de lluvias y que, en cambio, hacia un día estupendo. Llegamos al restaurante y sí, sí, día espectacular. Pero, mientras me maquillaban, apareció un nubarrón y a llover... Cuatro gotas, pero ya empecé a sufrir por si no podríamos hacer la ceremonia en el bosque, por si le harían decidir a Lluís de cambiar de sitio, etc. Todos me animaban y decían que era solo una pequeña nube y que ya se estaba alejando y, efectivamente fue así, ya no llovió más, ni para la ceremonia ni en el resto del día.
El padrino me trajo el ramo y me leyó también una carta escrita por el novio. No sé quién estaba más nervioso, ¡si el padrino o yo! Luego ya se fueron todos y quedamos mi padre y yo. Bajamos abajo y nos hicieron esperar medio escondidos para la salida con la canción elegida. Otra vez nervios, viendo entre arbustos a los que oficiaban la ceremonia (dos grandes amigos nuestros a los que enredamos para hacerla), pero mi padre le iba sacando hierro al asunto y ya a la que empezamos a caminar por la alfombra roja (como en Hollywood, jaja) se me pasó y pude entrar sonriente y feliz. Al llegar, abrazo con mi futuro marido y a sentarse. Nos hicieron una ceremonia muy original y nos leyeron hermanas y amigos. Luego, tenían que salir dos niñas con los anillos, pero la hermanita pequeña se despistó y al final salió la mayor con su primo, otro niño peque. Momento anillos, con la canción del Señor de los Anillos (mi marido es un poquitín friki, como veis) y beso. Y ya salir casados por la alfombra y nos sorprendieron con pompas de jabón, pero un montón. Había pomperos pequeños, pero también algunos grandes.
Luego turno de fotos de grupo. Y ya los invitados se marchaban a por copa de cava y al aperitivo, y nosotros con el fotógrafo y videógrafo a hacer un poco de sesión por el jardín, bosquecillo, cerca de un pozo que hay... Descubrimos el despiste: se les había pasado a todos lanzarnos los pétalos de rosas. Y eso que varios invitados lo sabían, pero cosas que pasan. Y, de todas formas, los terminamos aprovechando para hacer fotos, la compañera el fotógrafo nos lanzaba pétalos y él iba sacando fotos. Al subir hacia la parte del pozo vimos como el del vídeo tenía el Drone en marcha. También nos filmó a los dos con él. Algunos invitados alucinaron con eso. Ya luego, nos trajeron una bandeja con algunos aperitivos y copa de vino para que comiésemos antes de subir al aperitivo. Nos advirtió Jordi del restaurante que si subíamos corriendo ya ni comeríamos. ¡Fue un buen detalle y la verdad es que pasados ya los nervios teníamos bastante hambre! Luego subimos a la zona de la piscina, donde se hacia el aperitivo. Pudimos saludar a algunos invitados, aunque no a todos y comer 1 o 2 cosas más. Foto de grupo hecha desde un balcón de todos los invitados en la piscina y ya les hicieron entrar al restaurante.
Ya después, nosotros con el "Let me entertain you" entrando en el restaurante bien animados. Resultó que nos sorprendieron con una flashmob de esta misma canción (qué bien nos conocen nuestros amigos, pensamos, jeje). Entregamos detalles a padres, otros para hermano y hermanas, otro para los cuñados/as. En la tarta nos pusieron unas figuritas también estilo Amigurumi de dos pajaritos, uno con velo, otro con sombrero de copa, graciosísimos. Estos nos los quedamos y regalamos a una pareja de amigos una figura de novios y a otra pareja un cartel tipo cuadro con letras, con una indirecta para que sean los siguientes. También regalamos a las embarazadas unos bodies muy monos.
En cuanto a las sorpresas, a parte del flashmob nos hicieron varias. Una especie de Pasapalabra cortito que luego salían nuestros nombres, una prueba tipo Room Escape para descifrar el código de dos botes con candado (con dinerito dentro), un álbum hecho con scrap de la despedida, una prueba en la que parte de los invitados se intercambiaron ropa o complementos o se pusieron algo que no tocaba (pelucas, etc.) y les teníamos que quitar cosas o recolocar, otra en que me pegaron globos a la cintura y Lluís tenía que pincharlos con una liga que llevaba una aguja, nos engancharon gomets por todo el cuerpo (ya durante el baile), etc.
Nosotros abrimos el baile llevando máscaras a lo superhéroe (otro momento friki, este para ahorrarnos tener que bailar mucho) con la canción "Something just like this" y haciendo gestos. Luego unos carteles que les daban las gracias a los invitados y que salieran ya a bailar y ya se abrió el baile. Y nada, bailecito y al terminar se alargó la cosa bastante en el hotel. Al día siguiente pudimos estar con los invitados que se alojaban (la mitad de los de la boda) y comentar la jugada. Algunos incluso hasta las 6 de la tarde. Luego tocó quitar film del coche, sacar piedras que falcaban las ruedas (ya veis que amiguitos tenemos) y para casa a intentar poner orden y hacer maletas para Sri Lanka y Maldivas (primero aventurilla y luego parada en el paraíso, una pasada, todo el día haciendo snorkel).
Con sus pequeños grandes momentos es un día que, efectivamente, pasa volando. Aunque te lo repite todo el mundo días antes, hasta que no lo experimentas, no te das cuenta. Pero es genial celebrar este compromiso con alguien a quien quieres, las horas de preparación, etc. y es perfecto tener a todos aquellos que más te importan ese día allí contigo.
Sin duda alguna, ¡repetiríamos! ¡Este fin de semana hacemos sesión de fotos postboda!
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