La boda de Leticia y Iván en Redondela, Pontevedra

La ceremonia fue corta porque era civil, pero muy emotiva y natural. Las lecturas las hicieron mi cuñada y mi hermano. Hicieron la misma lectura solo que mi cuñada la leyó en español y mi hermano en francés, para que todos supieran lo que se decía.

Hubo momentos de risa porque teníamos que dar el consentimiento, y mi marido y yo nos miramos como diciendo: "no sé yo, no sé yo..." estuvo genial!!!

Pasada la ceremonia ya nos fuimos a hacernos las fotos y me volví a marear, pero aguanté como pude para hacerlas. Por eso muchas son sentada, aunque preciosas igualmente, eso sí!! Fuera zapatos porque me ponían mala, no los aguanté nada!! Una lástima con lo bonitos que eran...

La cena transcurrió tranquila pero muy animada. La gente comió muchísimo, se reía, gozaban… y nosotros también. No tuvimos que preocuparnos de nada porque en todo momento había alguien diciéndonos lo que venía a continuación.

Dimos los detalles y los regalos que yo había estado haciendo con tanto cariño y llegó el momento del baile nupcial (temido momento para el novio), que sólo habíamos ensayado cinco minutos!! jajaja.

Los primeros pasos fueron vacilantes, pero después nos olvidamos de todo y lo improvisamos hasta el final, fue un momento precioso. Aquello que dicen que te olvidas del resto de personas, es cierto, yo solo veía a mi marido reírse y pasárselo bien... guapísimo!!!

Y después.... A BAILAR!!! A pesar de ser pocos (éramos unos 50) la gente se animó mucho y se rio mucho. Los de Francia lo bailaban todo y pusimos canciones que a ellos les gustaban para que estuvieran a gusto y creo que lo conseguimos.

Salí muy contenta con mi boda porque buscamos algo sencillo y tranquilo, y poder estar con la gente. Creo que nos salió bastante bien, quedaron todos encantados y nosotros también. Mereció la pena el "calvario" de los últimos tres meses por este día, que se me pasó volando.

Te quiero Iván.