La boda de Julio y Sari en León, León

El día de nuestra boda

¡Creo que nunca he visto llorar de emoción a tanta gente a la vez! Fue boda civil aunque de primeras hubo mucha polémica, puesto que la familia de mi chico son muy católicos y querían que nuestro enlace fuera por la Iglesia. Al final de la ceremonia todos los que lo criticaban acabaron diciendo que era muchísimo más bonito que la ceremonia a la que estaban acostumbrados delante de un cura y eso ya me hizo venirme muy arriba. Hubo muchísima emoción con las lecturas de nuestra familia y amigos, también con todo el texto y poema que nuestro amigo (el cual hizo de maestro de ceremonia) con el ritual de la arena y sobre todo con las palabras que me dedicó mi ya marido y con la canción que me atreví a cantarle, "No puedo vivir sin ti" acompañada de un ukelele, el cual aprendí a tocar un mes antes de la ceremonia (todo el mundo alucinó porque nadie conocía mi faceta cantarina.

Al finalizar nos hicieron una salida con tablas de snow que nos encantó, aparte de lanzarnos como 30 kg de arroz (la familia de mi chico son unos bestias), pasamos a saludar a todos y fotos en grupos mientras el aperitivo. Ya empezamos a ver a todo el mundo con su chapa personalizada. Chicos con bigote, chicas con corazón y sus respectivos nombres, así todo el mundo sabía cómo se llamaba la persona con la que hablaba. Estas chapas (hechas por nosotros) también servían para saber la mesa de cada uno.