La boda de Julián y Mª Carmen en San Lorenzo De El Escorial, Madrid
Al aire libre Primavera Rojo 2 profesionales
J&M
17 May, 2014El día de nuestra boda
Es imposible describir con palabras como fue el día más maravilloso de mi vida, es verdad que gracias a Dios no estuve nerviosa en ningún momento y eso me ayudó a disfrutar de cada momento y a pasarlo en grande aunque se me hiciese todo muy corto.
De entrada os diré que yo que normalmente duermo poco, la noche antes de la boda dormí como un tronco, me levanté tan tranquila y me hice un súper desayuno, me duché tranquilamente y mientras preparaba mesa de desayuno para la gente (fotógrafos maquillador y demás) que iban a venir, llamó el maquillador a la puerta; nos pintó a mi madre y a mí y nos peinó entre risas y payasadas y no se creía que estuviese tan tranquilona. Cuando ya sólo quedaba pintarme los labios llegaron tres fotógrafos que invadieron mi habitación y comenzaron a disparar a todo tren. Después llegó el ramo que me dio mi hermano y mientras nos arreglábamos mi perro se hizo el protagonista (estaba tan asustado de ver tanta gente que no se separaba de mi lado) por lo que sale en muchas de mis fotos, incluso durmiendo encima de la cola de mi vestido.
Seguir leyendo »Cuando llegó el coche a recogerme, salí del brazo de mi padre mientras hacían fotos, ya que mi casa tiene unas escaleras en un jardín para entrar y, cuál fue mi sorpresa, que vi como a 30 personas en la puerta de la calle esperando y escuchaba (¡que sale la novia!). Había vecinos que ni conocía y habían barrido la calle para verme salir y que estuviese todo perfecto, detrás de la multitud me esperaba el coche esperado, un hurtan negro descapotable precioso, aunque pequeño (teníais que verme meterme a mí, de 1,75, con un vestido que tenía una cola de 3,5 metros en un coche tan pequeño).
Cuándo conseguimos acoplarnos mi pare y yo, mi padre, asado porque llevaba medio vestido mío encima, nos pusimos en marcha. De camino llamé a dos amigas que no se lo esperaban (yo no había enseñado mi vestido a nadie ni a mi madre) y les dije que cuando entrasen todos ellas me esperasen fuera, que me tenían que ayudar. En fin, llegué a la iglesia, esperé al sol dos calles más atrás en el coche, porque la gente no había llegado. Llamé a mi prima a ver qué pasaba, y por lo visto uno de los autobuses no había llegado, pero no me alteré, me hizo gracia y me quedé esperando.
Cuando me avisaron de que todo el mundo estaba dentro, llegué con el coche y mis dos amigas (una de ellas está aquí en el foro porque será la siguiente) me ayudaron a colocarme la cola del vestido mientras ya se escuchaba la canción de "La princesa prometida" tocada a guitarra por el padre de mi chico, así que me encaminé hacia la puerta y cuándo no llevaba ni dos pasos dados, uno de los peques que llevaba las arras paró en seco, miró a toda la gente y se quedó clavado en el suelo llorando, con lo cual yo no podía avanzar. Me agaché para tranquilizarlo pero como no había manera al final vino otro de mis sobrinos (de 3 años) y me dijo "tita ya lo llevo yo" así que apartó al que estaba llorando, cogió la mano de la “sobri” que llevaba los anillos y reanudamos la marcha. Aquello a mí me hizo mucha gracias, pero mi marido dice que ahí él se puso muy nervioso porque quería que me dejaran pasar ya para llegar hasta él.
La ceremonia fue amena y cercana con el cura, que me bautizó y que en alto le dijo a mi marido que si no me trataba bien le partiría las piernas, y un coro rociero puso el broche a una ceremonia preciosa.
A la salida sonaba "Tú serás mi amanecer" y nos llovió el arroz de colores que había teñido, fue un baño de arcoíris alucinante el que nos dieron y después de sacudírnoslo, nos montamos en el coche de nuevo, esta vez conducido por mi marido para ir hasta el banquete. Uno de los fotógrafos nos dijo que tenía la GoPro y que podía engancharla al capó para ir grabando, así que tenemos un vídeo chulísimo en el coche.
De camino al banquete íbamos haciendo el tonto en el coche, levantándonos, besándonos, haciendo la ola, y, de repente, ¡cariños nos hemos perdido!
Yo riéndome a más no poder y mi marido asustado por si no llegábamos a comer, al final llegamos, en la entrada nos esperaba el metre con dos copas para brindar y a continuación el paseo por los espectaculares jardines y lago de la finca para hacernos fotos. He de decir que en un momento entre la última capa de mi vestido y la anterior se colaron moscas, avispas y toda clase de insectos, así que la cola iba repletita de naturaleza. Cuando lo vi empecé a gritar porque las avispas trepaban, pero enseguida llegó mi marido, cuál héroe de ficción y me los quitó todos (esta escena está incluida en las tomas falsas del vídeo).
Después fuimos con los invitados a disfrutar del cóctel y saludar y enseguida empezaron a entrar a la zona del banquete. Así que me recogí la cola mientras la gente entraba y cuando todo el mundo estaba esperando empezó a sonar "Pan y mantequilla" de Efecto Pasillo y entramos en el salón dándolo todo.
La comida, genial, repartí el ramo entre mis amigas de toda la vida, una flor para cada una ya que eran 8 y yo llevaba un ramo de 8 calas rojas y después llegó la temida hora por mi marido, ¡el baile! He de decir que me encanta bailar, pero a mi marido no, y no se le da bien, y que habíamos decidido un mes antes bailar algo especial. Cogimos la primera parte de la canción "Un mundo ideal" de Aladyn, tocada a violín y piano, y después se rompía la canción con la de "I’m a believer" de Srek para animar el cotarro. Yo el mes antes a la boda había estado en Malága y mi marido en Ponferrada, así que me inventé el baile, me grabé, se lo mandé y cada uno lo ensayamos por nuestra cuenta aunque a él no le hacía gracia bailar tanto. Es decir, ¡no habíamos ensayado juntos el baile! Pero qué queréis que os diga, quedó genial, es verdad que la segunda canción nos aceleramos un poco, pero la “coreo” fue divertidísima y la gente se animó mucho.
A partir de ese momento no dejé de bailar ni un solo segundo, saltar, brincar, etc. Lo pasé como una niña pequeña, desde las 12 de la mañana hasta las 2 de la madrugada que se fue, todo el mundo y nosotros nos quedamos a dormir en esa espectacular finca de ensueño dónde pasamos nuestra primera noche ¡como marido y mujer!
Espero que os haya gustado la crónica, no subo mucha fotos de mi “maridín” que a él no le gusta salir en internet.
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