La boda de Juanmi y Esther en La Pineda, Tarragona
En la playa Verano Rojo 4 profesionales
J&E
16 Jul, 2016El día de nuestra boda
¡Empezaré contando que la noche anterior a la boda nos fuimos de despedida! Nuestra despedida conjunta. La verdad es que no había otro día para hacerla, porque no nos casamos en nuestro lugar de residencia y el único día en que coincidimos con la mayoría de los amigos fue la víspera de la boda. Menos mal que nos recogimos prontito, aun así, entre una cosa y otra a mí me dieron las 3 de la mañana cuando me metía en la cama.
El día de la boda... ¡La más tranquila de todas era yo! Con una boda de tarde (a las 18:00), peinándome yo y recibiendo a las maquilladoras en casa, tenía tiempo de todo. Sin estrés, sin agobios. Vamos, como si la cosa no fuera conmigo... Desayuno, duchita, peinado.... Relax en el balcón... Comer un poco y a las 13:30 horas llegaron las maquilladoras (éramos 3 para maquillar).
A las 16:30 llegaron los fotógrafos, previa entrada en casa de 3 amigas íntimas con las que quería compartir esos momentos antes de la boda. Me ayudaron a vestirme (a mi madre aún la estaban maquillando) y fueron instantes geniales y muy distendidos al estar con ellas. Aunque estaban más nerviosas que yo, ¡todo el mundo estaba más nervioso que yo!
Seguir leyendo »A las 17:55 llegué al restaurante junto con mi padre. La ceremonia fue civil, y la hicimos en un espacio junto al restaurante reservado y habilitado divinamente para la ocasión. Bajo un pinar, frente al mar. Con una brisita marina maravillosa, que corría entre los árboles, dándonos una tregua de sol más que agradecida.
Cuando escuché la canción de entrada (a lo lejos) de mi rubio me emocioné tanto que me moría de ganas por entrar yo. Hasta el final de il Divo anunciaba que todo estaba empezando.
Y después, con los primeros acordes de mi canción, fue el turno de nuestro canijo, Alejandro, que con sus 6 añitos casi recién cumplidos hizo aparición con una pizarra hecha por una gran amiga (e invitada, por supuesto) con mucho cariño y mimo al detalle... Y por fin, cuando Metallica empezó a cantar su Nothing Else Matters, ¡entré yo! Ya no podía aguantar más la espera.
Empezar a recorrer la alfombra roja y ver a mi casi marido esperándome, nervioso, sonriendo al verme, tan guapo como estaba... ¡Qué emoción!
La ceremonia, a cargo de Vicente Mancheño, no pudo ser más perfecta. Este hombre es genial, profesional al máximo y súper implicado con nosotros y con todo el proceso (antes y durante). El momento de la lectura de mi mejor amiga fue realmente lacrimógeno (menos mal de las lágrimas de felicidad), y es que había una carga emocional en sus letras que me hicieron explotar el corazón (te quiero “flureta”) y, posteriormente, los votos fueron ya algo más a nuestro estilo... Bromeando entre nosotros, aunque al mencionar en ellos a nuestro hijo, este se emoción y comenzó a llorar a moco tendido... Pobrecito. "No estoy triste, lloro porque estoy contento y me he emocionado" dijo... ¡Me lo como!
Finalizamos la ceremonia bailando a ritmo de Smash Mouth con su I’m a beliver mientras nos llenaban del arroz de colores que estuve tiñendo 2 meses antes...
Fotos con los invitados, fotos en la zona del pinar, y hacia el aperitivo que nos fuimos... Como tenemos incluido el reportaje de postboda, no queríamos estar mucho rato por ahí, así que decidimos que solo serían cuatro fotos y rápidamente nos reuniríamos con los invitados para poder probar los bocaditos y compartir ese rato también con todo el mundo.
Al ratito ya hicieron subir (sí subir, el comedor estaba en una primera planta, completamente preparado con los baños, ascensor y un pedazo de balcón ideal, con unas vistas al mar increíbles) a los invitados al comedor, donde se encontraron con el seating plan hecho con sus fotos y el número de mesa. Al llegar a sus respectivos sitos, se encontraron con las minutas en las que no pusimos sus nombres, sino sus apodos o la manera en la que los llamamos nosotros, junto con una frase identificativa también. Cuando ya estuvieron todos colocados y esperando nuestra llegada, hicimos aparición en el salón, dándolo todo con “We will rock you” de Queen.
Para la entrada de platos (ensalada de vieiras de primero y meloso de ternera relleno de foie y salsa de Oporto de segundo) elegimos a ACDC y su “Higway to hell” y “Living on a prayer” de Bon Jovi.
La comida fue exageradamente buena, todo el mundo nos lo dijo, a todos les gustó y alguno repitió incluso. Yo me puse las botas, eso de que muchas novias no comen de los nervios o por estar paseando por las mesas y hablando con los invitados a mí no me pasó. Aparte de que nuestra boda era muy chiquitina (30 personas, contándonos a nosotros y a los niños y fotógrafos) esos momentos de "¿qué tal todo?" los dejamos para después de la comida, antes del pastel. Que apareció en el salón rezumando humo de hielo seco (sorpresa del restaurante) y acompañado de “Don’t stop me now” de Queen.
Después de comernos el pastel llegó el momento de los regalos personalizados... Teníamos 7 para entregar.
El primero a las madres: dos ramos de papel entregados al son de Mamma Mia versión de A*TEENS.
El segundo: un multimarco para mi hermano, con 6 fotos de nosotros dos desde que yo era un bebé (él es 6 años mayor que yo) hasta el día de su boda (10 meses antes). Y en este caso elegí a Tranvision Vamp y su “Want your love” porque tiene una historia detrás que nos implica a ambos.
El tercer regalo: un ramito de tela para la hermana de mi señor marido, y al son de Depche Mode y su “I feel you”, porque es una de sus canciones preferidas.
Cuarto regalo: la figurita de la tarta para la (supuesta) siguiente pareja en casarse. Nuestros buenos amigos "El Gitano y la Xoxo". Se la entregamos con “Solo para ti” de Camila... Ya que es su canción.
Quinto regalo: momento apoteósico. “Du Hast” de RAMSTEIN me acompañaba para hacerle entrega de un ramo de dos rosas azules de tela, a mi mejor amiga. La rosa azul es su flor preferida y la canción es... Bueno, es casi como decir que es "nuestra canción".
Sexto regalo: la broma estaba asegurada con un montaje de audio entre la banda sonora de la serie de Mentes criminales y el pero te quiero de una canción de broma. Para una gran amiga mía. Un angelito de goma eva, superpersonalizado, con sus colores favoritos y un volante de Audi.
Séptimo y último. “It’s my live” de Bon Jovi nos hizo bailar a todos mientras dábamos vueltas por el comedor. Despistando al destinatario del regalo que no tenía ni la más mínima idea de que eso iba para él. Esta persona en concreto es el marido de mi mejor amiga (la del ramo azul) que a su vez fue el DJ de la boda. Invitado y DJ todo en uno. Ese fue su regalo de boda. Y, aparte del detallazo, como es un tipo genial y nos lo queremos un montón, pues al ritmo de su canción preferida le hicimos entrega de un Batman (es su apodo) DJ, personalizado con la tabla de mezclas que utiliza siempre.
Después de esto llegó el momentazo photocall... No es que seamos mucho de posar (nadie de los presentes) así que entre el atrezo y la facilidad que tenemos para poner caretos y hacer el gamba, pues nos reímos lo que no está escrito.
Abrimos el baile con un falso momento de vals y después ya arrancamos con la que es y será nuestra canción “Valió la pena” de Marc Anthony.
Y a partir de ahí ya todo fue un no parar de bailar... Tanto es así que los detalles (estrellas de mar de colores) los tuve que dejar en los sitios de cada uno porque ya no se sentó nadie... Nos dieron las 4 de la mañana y estaba con la falda del vestido remangada y en chanclas... ¡Más cómoda que dios!
Aprovecho para agradecer a todos los profesionales que hicieron que nuestra boda marchara sobre rudas...
Maquillaje: This is makeup. Alucinante cómo me maquillaron, nunca me había visto tan guapa. Además de ser super atentas y muy agradables.
Fotógrafo: S. Morris. Decir que estuvieron geniales es decir poco. Hasta los invitados les dedicaron un "Viva los fotógrafos". Realmente geniales. Estaban en todas partes. Como profesionales y como personas. ¡Maravillosos!
Maestro de ceremonia: Vicente Mancheño.... El mejor, sin más. ¡El mejor! Dedicado al 110% a cuidar todos los detalles. Maravilloso, estupendo, perfecto. Podría pasarme el día así.
Restaurante: Sol de mar. El mejor enclave que podría haber encontrado. Gente genial y super profesional. Comida de reyes. Vistas del mar inmejorables. Salón, zona de aperitivo, zona de la ceremonia... ¡Enamorada de todo!
Ramos: Ramos de novia y Complementos. Todos los ramos.... El mío, los de las madres, el de mi cuñada y el de mi mejor amiga. Todos realizados por Ioana, esta chica de Alicante con manos de ángel que realizó todos esos trabajos personalizados al 100%, siguiendo mis indicaciones y mis gustos. Ayudando y dándome nuevas ideas. La mejor de las mejores.
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