La boda de Juan Octavio y Remei en Llutxent, Valencia

El día de nuestra boda

¡Hola! Solo recordar el momento de entrar a la iglesia… Él esperándome, mirándome, llorando y, de fondo, un amigo cantándome la canción de Il Divo, Hasta mi final, se me pone la piel de gallina. Al salir de la iglesia todos los amigos esperándonos para echarnos el arroz i pétalos de rosas…Qué momentos más bonitos.

Teníamos nuestro camión todo decorado y el coche en el que subí yo a la iglesia, que en ese momento era para los padrinos de la boda. Subimos todos y por la carretera iba el coche, que era una cucaracha wolswagen, y detrás de nosotros, con el camión tocando el claxon.

Llegamos al salón donde empezaba la fiesta. Todos nuestros amigos allí esperándonos, nos recibiendo con un castillo de fuegos y una traca. Allí esperándonos estaba la madrina y el padrino de la boda, para brindar por toda la gente. Al terminar de brindar nos esperaba un tentempié con múltiples canapés y un jamón 5jotas que estaba buenísimo.

Era el momento de entrar a comer. Primero entraron los padres y la madrina, acompañados por el padrino y, luego, nos cambiaron la música por la nuestra. Nada más entrar levanté la cabeza y allí estaban todos rodando las servilletas y animándonos, todo un sueño.