La boda de Juan y Elena en Almagro, Ciudad Real
Rústicas Verano Verde 8 profesionales
J&E
12 Ago, 2023El día de nuestra boda
Nuestra boda fue y será siempre muy especial y muy emotiva. Supongo que como todo el mundo busca o se deja ser aconsejado por amigos, familiares donde poder celebrar uno de los días más importantes de tu vida. Nosotros lo teníamos claro que tenía que ser en una finca al aire libre, con jardines y rodeada de naturaleza, y eso sí, con calorcito, mucho calor… Pero propio de esas fechas “El 12 de agosto 2023”, fechas de vacaciones en pleno verano… Y un punto muy importante para elegir el lugar perfecto que estuviera cerca de nuestro queridísimo pueblo Almagro, pues era muy importante que nuestros familiares más mayores pudieran acompañarnos y sobre todo los amigos con niños que es muy habitual que pudieran estar cerca de sus familiares más cercanos para cuando quisieran marchasen, pero si estuvieran al menos hasta la barra libre de nuestra boda para que luego pudieran recogerlos a ciertas horas.
Siempre hemos pensado que todos los hijos de nuestros amigos y familiares lo pasaran muy bien y tuvieran eses bonito recuerdo e inolvidable… Como cuando nosotros éramos pequeños, siempre nos llevaban nuestros padres a las bodas de sus amigos o familiares. Por ese motivo contratamos a una animadora junto con un castillo hinchable para que disfrutasen. Quizás la suerte, el destino, pues yo qué sé, a lo mejor el buen gusto, pero la Hacienda La Membrilleja era perfecta e hizo que no necesitásemos hacer ninguna otra visita a ninguno de los otros lugares de nuestra lista, pues nos quedamos enamorados de la magia del lugar, sus jardines, la piedra, la bodega… Todo hacía de ese lugar el sitio perfecto para hacer una gran boda. El trato que recibimos desde el primer segundo fue especial, como si nos conociésemos de antes. Toñi nos facilitó toda la información.
Seguir leyendo »La primera parte importante de la organización era la logística, así que preparamos la llegada de los invitados a los diferentes puntos y las recogidas con unos autocares Trujillo cerca de donde se celebraba la boda y devolverlos al final de la fiesta, pues nos parecía muy importante facilitarles todo lo que pudimos a los invitados que venían de fuera. Las invitaciones las diseñamos nosotros, una clara idea que luego un amigo diseñador la hizo en su total semejanza. Este fue el principio de una serie de manualidades con las que nos divertimos muchísimo y como también los regalitos que dimos el día de la boda, unos tulipanes de madera junto con una donación a la Asociación Contra el Cáncer y una jarrita de aceite de oliva, ya que mi padre decidió regalar a los invitados aceite propio de sus olivas centenarias propia de nuestros antepasados. El sitting plan fue una verdadera maravilla, Jana del Jardín Romántico fue todo un acierto, ya que reutilizamos todo aquello antiguo de mis abuelos: jarras de porcelana, poseros, trillos, tinajas… Todo repleto de tulipanes naturales junto con ramas de olivo. ¡Una verdadera maravilla!
Como todas las novias que se casan al aire libre… Tenemos mucho miedo a que el día de nuestra boda nos llueva, por eso según la tradición, llevamos una docena de huevos a Santa Clara, pues dicen que esto funciona para que el día de tu boda luzca un sol radiante. Y que si fue radiante tanto que nos hizo 40 grados con un maravilloso tiempo.
El día de la boda nos levantamos temprano. La verdad es que no dormimos mucho durante toda la semana previa porque estábamos como muy emocionados y con ganas de disfrutar de un día que tanto nos había costado preparar y tanta ilusión le habíamos puesto, pero justo la noche antes de la boda nos relajamos un poco porque ya estaba todo preparado y pudimos descansar bastante bien.
Comenzaron con mi peinado y ya llegaron también mi madre y mi hermana para maquillarse con Estefanía Blanco y la verdad es que estuve muy tranquila. Mientras que me peinaban también me sorprendieron con varios ramos de flores de amigas que no pudieron venir el día de la boda y familiares que tuvieron el detalle recordarme a familiares que no estaban con nosotros. De repente ya llegaron los fotógrafos para comenzar las fotos de mis preparativos, así que me tocó vestirme ya con la ayuda de mi familia y por una pequeña ventana podía ver (y escuchar) que ya iban llegando los primeros invitados.
Una vez lista salí y mi pareja, Juan, también me mandó un ramo de rosas cuando ya estaba preparada, me hizo llorar mucho, ya que por desgracia mi madrina y suegra falleció a 4 meses de la boda y me hizo recordarla como si estuviera delante de mí. Fue un recuerdo muy emotivo y muy especial a la vez. Un amigo vino a recogerme en su carruaje de caballos y la verdad que hasta mi sobrino se subió junto a mi padre. Fuimos hasta la iglesia muy ilusionados, ya que mi sobrino se subió con solo dos añitos. Fue un momento muy bonito y emocionante entre los tres. Juan se fue acompañado por su prima mayor que vino desde Tarifa junto con el conductor Javi, que es su mejor amigo y testigo de nuestra boda. Cuando llegó Juan a la iglesia, ese momento tenía preparada una sorpresa para Juan. Su canción favorita sonaba en piano-violín “Carla Morrison”. Uno de los mejores duetos, Solfami, los contraté para tocar dos canciones en la iglesia.
Cuando pasaba por la puerta de la iglesia, Juan llegó al altar y se puso a esperarme muy emocionado, y los 10 minutos llegué junto con mi padre y los niños delante llevando los anillos y las arras, me abrieron las puertas para entrar por la alfombra mientras sonaba la otra canción “Gladiator”. La verdad es que fue impresionante ver a todo el mundo allí. Intentaba buscar las miradas e ir saludando a todos los invitados mientras me acercaba al altar. No podía parar de sonreír. Fue una ceremonia cortita, pero bonita, ya que lo había personalizado. Unos amigos del coro rociero tocaron cada uno de los pasos. Cuando llegó el momento de los anillos, entró por el pasillo mi sobrino que iba guapísimo y se quedó, fue testigo en todo momento. Después salimos y nuestro coro nos cantaron una sevillana tanto que nos gustaba, nos subimos en el carruaje de caballos y nos fuimos a la Plaza Mayor y Plaza Santo Domingo, lugares emblemáticos de Almagro.
Llegamos a la finca y otra vez de nuevo tocaron el dueto de fondo Orobroy y estuvieron tocando en todo momento. La comida fue espectacular, hubo de todo (habíamos elegido 12 variedades diferentes y 2 horas de cóctel) pero nosotros no llegamos a probar la comida, solo bebida. Luego nos contaron sus experiencias y opiniones sobre la comida, la estación de croquetas, rincón del queso, el cortador de jamón… Los que vinieron de fuera fliparon con toda la comida y eso que sólo eran los entrantes. Nosotros intentamos saludar a los que pudimos, luego salimos a hacer las fotos en familia y amigos que siempre les hacen gracia a los padres tenerlas de recuerdo, nos fuimos a hacer fotos por a la bodega.
Se pasó el tiempo volando, hicimos fotos en pareja y luego los fotógrafos nos hicieron fotos con los invitados en los jardines. Ya nos vinieron a avisar que los invitados iban a bajar todos al banquete y nos parecía que había volado el tiempo. Hicimos nuestra entrada con “A Sky Full of Starts” con chispas frías y la gente se vino arriba silbándonos, aplaudiendo y levantando sus servilletas por el aire. Paseamos por todo el albero y no paraba de fijarme en los invitados y en lo bonita que estaba toda la decoración. Encima de sus platos, los invitados encontraron los detalle de boda anteriormente mencionados.
Los niños tuvieron una tablet para dibujar y un pendrive para los más jóvenes de la boda. Hicimos el brindis y nos sentamos a cenar. Entre plato y plato nos levantamos a saludar algunas de las mesas, y dimos regalos a los próximos novios que eran amigos y el ramo a mi prima que se casa este 2024. A la madrina y el padrino un smartbox y a mi cuñado un ramo de flores para mi suegra. Mi hermana también se atrevió a deleitarnos unas maravillosas palabras delante de todos los invitados que también fue muy emotivo y emociónate a la vez. Había el fotomatón Dimepatata junto con la plataforma 360 grados, que fue todo un éxito, los invitados decían que parecía todo un parque de atracciones. La mesa de chuches fue todo un acierto y como también un maravilloso sofá vintage lleno de flores con un neón de fondo que ponía “Siempre Juntos” montado por la propia finca.
Nuestro DJ Anthony fue muy destacado, ya que nos animaba, con luces, chispas frías… dinamizaba a la gente en todo momento, generaba diferentes amientes-música para diferentes entre grupos distintos de edades y personas… Alucinante. ¡Y todo ello regado con su alegría y simpatía que hizo que la boda fuera la madre de las fiestas!
¡Fue sin duda una boda perfecta, una boda perfectamente organizada! ¡Gracias a ellos un día tan importante como el de nuestra boda, siempre lo recordaremos como que nuestros deseos se hicieron realidad!
Servicios y Profesionales de la Boda de Juan y Elena
Otras bodas en Hacienda La Membrilleja
Ver todas
Otras bodas en Ciudad Real
Ver todas
Hotel Pago del Vicario
Parador de Almagro
La Posadilla
Inspírate con estas bodas
1 comentario
Deja tu comentario