La boda de JUAN ANTONIO y INES en Sax, Alicante
De noche Verano Blanco 4 profesionales
J&I
20 Jul, 2019El día de nuestra boda
Después de dos meses de nuestra boda, por fin me animo a contaros como fue el día más bonito de nuestra vida (todavía tengo depresión postboda, sabía que me pasaría, pero, ¡uf!, que vacío tan grande). La mañana del día de la boda transcurrió muy tranquila, demasiado diría yo, para el manojo de nervios que tenía el día anterior. Me tomé una valeriana por si las moscas, pero realmente estaba muy tranquila y disfrutando de cada momento. Sobre las 14h fui a peinarme y maquillarme.
A las 17h vino la fotógrafa y mis familiares y amigos para hacernos fotos mientras me vestía. Destacar el momento en el que ya estaba vestida y entró mi padre a verme, no había querido acompañarme a ninguna prueba, quería verme el día de la boda... No sé quién de los dos lloró más. A las 18.30 aproximadamente salía de mi casa del brazo de mi padre, rodeada de mis personas más queridas, una traca y un montón de confetis. Fuimos andando por todo el pueblo y nos enfrentamos a todas las cuestas habidas y por haber (la ermita donde nos casamos está en la otra punta del pueblo, en lo más alto). Llegamos a la ermita junto al toda la pandilla de pajecitos que me acompañaban (10 niños/as) y un poquito de calor y en la puerta me esperaba, radiante y tal como lo había imaginado, mi marido.
Seguir leyendo »Me escondí entre la gente para que no me viera, no entendía que hacía en la puerta si debería esperarme en el altar... Allá que fue mi hermana a decirle “metete para dentro, que, sino, dice que no entra ella”. Mi marido le dijo que el cura le había dicho que me esperase allí. Al final se metió y por fin entré. La ermita, que no es muy grande, estaba llena de gente, a reventar; la decoración, mejor de lo soñado; San Blas, nuestro patrón, testigo de todo... Mientras entraba, escuché una voz cantando "Gloria a ti", mi familia nos había dado la sorpresa de contar con una solista, Inma Bernabéu y su guitarrista, que no pudieron hacerlo más bonito.
Después del Sí, quiero y antes de salir de la ermita, mi hermana nos dedicó unas emocionantes palabras con las que lloraron hasta las flores (momentazo). Salimos entre una nube de arroz y aplaudidos por todos los asistentes. Mientras hacíamos tiempo para ir al restaurante, subimos al castillo del pueblo, precioso donde los haya, y nos hicimos un pequeño reportaje de fotos. Sobre las 21.15h llegamos al restaurante Alfonso Mira (la gran decisión de nuestra vida). Qué bonito estaba todo… El jardín iluminado, música de fondo, gente disfrutando y feliz, el salón de cristal con sus guirnaldas de lucecitas simulando un cielo estrellado....
Entramos con la canción "No dejes de soñar" con la que no pude dejar de llorar hasta que llegamos a la mesa. Hicimos el tradicional brindis con nuestros padres y rompimos las copas llamando a la buena suerte en nuestro matrimonio. En cada sitio había un marca sitios hecho de mi puño y letra, y aquellas personas más especiales tenían un regalito: mis amigas, las embarazadas, nuestros padres y hermanos... La cena transcurrió entre vídeos que nos prepararon por sorpresa nuestros familiares y amigos, regalos que recibimos y otros tantos que entregamos: liga a una de mis mejores amigas, novios a una prima de mi marido y su novio, a otra amiga mía que se casa en dos meses y el ramo a mi hermana. ¡A cuál de cada uno de esos momentos fue más emocionante!
Llegó el momento del vals, pero antes, mis amigas, quienes llevaban una pulsera de flores preservadas cada una que yo misma les había puesto en mi casa antes de salir, pero que ellas habían traído para que se las pusiera (en ese momento no entendía bien) se quitaron las pulseras y las iban anudando en una corona (como las de adviento) mientras leían unas preciosas palabras sobre nuestra amistad. Que bien lo montaron todo, la boda, las despedidas... Bailamos "El vals de san blas", patrón de nuestro pueblo. Todos los invitados cantándola y con bengalas, fue un momento que no olvidaremos jamás, y después "La bella y la bestia", para bailar con mi padre.
¡Comenzó la barra libre y las horas pasaron volando! A las 8 de la mañana nos íbamos a casa con el corazón lleno, sueños cumplidos, alagados por las felicitaciones de todo el mundo por lo bien que había salido todo… A día de hoy no dejo de recordar y sentir cada instante que vivimos el 20/07/2019, día grabado en nuestros corazones para el resto de nuestras vidas. Desde aquí solo podemos agradecer a nuestra familia y amigos, a nuestros padres, a mi hermana... Por hacerlo todo tan bonito. Ni soñándolo hubiese salido todo tan perfecto. Ojalá todos los 20 de julio pudiéramos celebrarlo así de nuevo, sobre todo por sentir todo aquello que nos pone la piel de gallina...
Un abrazo y muchas gracias por todos los consejos y opiniones que me han ayudado tanto durante este año a través de esta magnífica web.
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