La boda de Juampe y Cristina en Jerez De La Frontera, Cádiz
De noche Verano Granate 8 profesionales
J&C
16 Jul, 2016El día de nuestra boda
Por fin llegó el gran día... Ese que tanto habíamos estado esperando casi desde que nos conocimos 11 años antes... Y ese que empezó a convertirse en realidad desde aquel momento en el que Juampe me ponía el anillo en el dedo 9 meses atrás, bajo la Torre Eiffel iluminada, en la preciosa ciudad de París.
Fue curioso abrir los ojos esa mañana y verme en la que fue mi habitación durante tantos años y ya hacía 2 que no dormía allí. Despertarme en casa de mis padres y darle los buenos días a ellos y a mi queridísima hermana y sobrino, a los que por desgracia solo podía ver una o dos veces al año y habían hecho 1000 kilómetros para estar aquí este día. Sin duda, ese fue mi mejor regalo de boda.
Había estado muy tranquila durante los preparativos y a solo unas horas de mi gran día, seguía estándolo. La verdad... Aún no me hacía a la idea. Ya llevaba casi una vida junto a mi chico, lo tenía todo clarísimo desde hacía muchísimo tiempo y llevábamos dos años conviviendo, con lo cual, sabía que no iba a cambiar mucho mi vida, pero llevaba mucho soñando con ese momento y sabía que iba a ser muy pero que muy especial, aunque la verdad, es que no podía imaginar que tanto...
Seguir leyendo »El día empezó con relativa normalidad. Desayuné tranquilamente, disfruté un poco de mi sobrino y me di una ducha... Poco después tuve que empezar a hacer las cosas de última hora, como ir a recoger el ramo y a llevar las cosas al hotel en el que dormiríamos como recién casados.
Me salté algunas normas, ya que no es muy común que sea la novia quien vaya a recoger su propio ramo el día de su boda y que vea a su casi marido poco antes de la boda. Pero así soy yo, no me asustan las supersticiones y me gusta hacer las cosas por mí misma. Es cierto que todo lo demás había sido un absoluto secreto entre nosotros (los trajes y demás) pero no por la supersticiones, sino por no romper el factor sorpresa.
El primer momento en que empecé a sentirme nerviosa fue precisamente al ver ese ramo entre mis manos. El ramo con el que yo había soñado, sencillo, aunque original a la vez, ese ramo que llevaría en mi mano cuando me vistiese de novia. Los nervios me duraron hasta volver a casa después de haber dejado todo en el hotel y haber dado a mi chico los últimos besos y abrazos como novios solteros, pero después seguí con mi tranquilidad.
La peluquera llegó a casa para arreglarnos, primero a mí (a falta de los últimos retoques) y después a mi hermana y mi madre. Pensaba que ese día se me iba a hacer más largo, por la ansiosa espera de la hora de la boda (ya que era de tarde), pero no, todo estaba sucediendo con tranquilidad pero con rapidez a la vez.
Cuando quise darme cuenta, llegaron los fotógrafos a casa y hasta ellos mismos se sorprendieron de la tranquilidad que se respiraba allí. Según decían, no parecía ser la casa de la novia, ya que en ese momento solo estábamos la peluquera, mi madre y yo.
A una hora escasa de pasar por el altar... Empecé a ponerme el vestido. Ese vestido que tras muchas pruebas me di cuenta que estaba hecho para mí. Mi madre ya se había preparado y estaba preciosa... Y ya empezaba a verla emocionada. Después de algunas fotos y los últimos retoques al peinado y demás, estaba lista para montarme en el coche.
Fui una novia muy puntual, ya que incluso tuve que esperar a que me recogieran. Yo sabía que sería así, siempre lo fui y no iba a ser menos por ser el día de mi boda... Venía a recogerme un hermano de mi madre, el mismo que tuvo el honor de llevarla a ella cuando se casó. Por el camino íbamos ambientados con una música que mi tío había seleccionado con mucho gusto e ideal para la ocasión. Todo un detalle por su parte...
Llegamos al lugar de la ceremonia solo 2 min más tarde de la hora prevista. Haber llegado antes hubiera sido incluso raro... Y allí estaban todos, o la gran mayoría de ellos, esperándome en la entrada. Ese fue el segundo momento en el que me puse un poco nerviosa, pero solo un poco. Ahí estaban todos, esperando mi llegada, diciéndome con cariño que estaba guapísima... Mi familia, mis mejores amigos... Algunos a los que hacía mucho que no veía...
Empezaron todos a entrar en el jardín y justo detrás de ellos, entré yo, del brazo de mi padre, al que quiero con locura, y comenzamos a bajar las escaleras decoradas con muy buen gusto, al ritmo de "Nothing else maters", como mi chico y yo habíamos elegido. Siempre quisimos que nuestra ceremonia fuese especial, original y sobre todo personal.
Iba bajando con cuidado, mirando a todas esas personas que tanto nos querían a los dos, ilusionados con aquel momento. Y entonces lo vi a él, guapísimo, como siempre, pero sin duda más que nunca. Lo vi feliz, igual un poco nervioso, por la emoción, pero sobre todo feliz. Allí estaba esperándome junto a su madre, que también estaba preciosa y que para mí es una segunda madre. Al llegar junto a ellos no lo dudé. Abracé y besé a mi chico y después la saludé a ella. Sé que no seguí el protocolo, pero como ya dije antes, no me importa. Es lo bueno que tienen las bodas civiles, que puedes hacerlas a tu manera. Yo estoy acostumbrada a besar a mi chico cada vez que le veo, y no hacerlo el día más feliz de mi vida, el que más ilusionada y enamorada me siento, hubiese sido una tortura.
La ceremonia fue preciosa y emotiva, como yo la había soñado y preparado. Mis dos mejores amigas y damas de honor nos leyeron unas palabras. El momento de escuchar a la primera de ellas fue el único en el que estuve a punto de llorar de emoción durante la ceremonia. Realmente es una amiga muy especial que ha vivido toda nuestra historia junto a nosotros y que estaba verdaderamente emocionada ese día y se había volcado con nosotros durante todos los preparativos. Se la veía con la emoción contenida y me la contagió.
Después Juampe y yo nos leímos algo que habíamos hablado entre los dos y tras eso le di una sorpresa que nadie esperaba, le canté en directo la canción "Por qué" de Manuel Carrasco, que refleja tan bien lo que yo siento por él. Pensé que los nervios me iban a traicionar y que igual no era capaz de cantarla, pero estaba tan feliz que lo hice con el corazón y punto, sin pensar en dónde estaba, en qué día era y en cuánta gente me estaba mirando, y creo que fue uno de los momentos que se le quedó grabado a todo el mundo. Nunca pensé que mi voz podría tener tanto éxito.
Finalmente, mi pequeño sobrino nos entregó los anillos, nos los pusimos y nos volvimos a besar, aunque ya lo habíamos hecho varias veces. Salimos por la alfombra roja bajo una manta de arroz y pétalos de rosa, por fin casados. Después de muchísimos besos, abrazos y felicitaciones de la familia y amigos, fuimos a hacernos unas fotos por el centro de la ciudad.
Hubo un momento muy curioso en el que pasamos entre los puestos de un mercadillo y todos empezaron a gritar "vivan los novios", " que se besen" y un vendedor nos regaló unos pequeños ositos de peluche (como de llavero) vestidos de novios, la verdad es que fue algo improvisado que le dio un toque especial.
Volvimos al lugar de la ceremonia y pudimos disfrutar del rato de los aperitivos hablando con la familia y amigos y haciéndonos algunas fotos. Pero realmente, lo que estábamos deseando los dos era entrar en el banquete, ya que teníamos una sorpresa que nadie se podía imaginar... Una vez que todos estaban dentro del salón, nos plantamos una chaqueta negra de cuero cada uno y entramos bailando el remix de Grease. ¡Fue un momento increíble! Nadie se lo esperaba, todos ovacionando, pasándoselo genial y nosotros aún más, que llevábamos meses esperando y preparando ese momento. Además, Juampe es muy tímido y nadie se podía esperar que hiciese algo así. A todos les encantó.
Durante la cena no teníamos apetito ninguno, ya fuese por nervios, por la emoción o por lo que fuese, así que aprovechamos para acercarnos a saludar por las mesas, todas ambientadas en lugares de Paris… ¡Cuál fue nuestra sorpresa cuando en medio de la cena empezó a sonar una canción y empezaron a levantarse como 30 invitados y a hacernos un flasmob! ¡Dios mío! Fue increíble cómo se volcaron con nosotros, quedó chulísimo y fue el momento más divertido de la boda. Y aún no era la última sorpresa...
Nosotros entregamos nuestros detallitos a los invitados y posteriormente cortamos la tarta. Aquí llegó sin duda el momento más emotivo en el que no pudimos evitar soltar lágrimas. Hice entrega de mi ramo a mi madre, dedicándole unas bonitas palabras por todo lo que ha hecho y hace por mí y, posteriormente, también regalamos un ramo a mi suegra, a mi hermana, a nuestra mejor amiga que será la próxima en casarse y a la abuela de Juampe, en representación a los abuelos que ya no están con nosotros.
Pero aun así, después de esto, tuvimos una sorpresa más. Nos habían grabado un vídeo con una representación de los amigos y de cada parte de la familia haciendo un lipdub con la canción "Vivir la vida" de Marc Anthony. Vaya... Que entre tantos detalles que preparamos nosotros y los que nos prepararon a escondidas, hicieron que nuestra boda fuese absolutamente increíble, mejor de lo que hubiésemos podido imaginar, con detalles divertidos y emotivos de todo tipo.
Después de tantas sorpresas, llegó nuestro baile nupcial, una antigua bachata de Juan Luis Guerra "Burbujas de amor", aunque intentamos engañar a los invitados poniendo en principio un trozo de la canción "Bailar pegados" y después bailamos con nuestros padres la canción "Ese que me dio vida" de Alejandro Sanz.
Y por fin… ¡Llegó la barra libre! Con la divertida entrega de ligas, los bailes, la animación... Pude disfrutar de todo el mundo, ver a todo el mundo pasarlo en grande, incluso a Juampe que jamás lo había visto tan animado y eso me encantó, verle darlo todo el día de nuestra boda. Hicimos bailes de animación, nos mantearon... En fin... Todo lo que se pude esperar de una buena fiesta.
Los invitados que se fueron despidiendo se veían felices con nosotros, nos decían que estaban encantados con la boda, los que tenían niños que lo habían pasado en grande con la animadora infantil... Incluso me sorprendió mucha de la gente que se quedó hasta el cierre.
A poco más de las 6 de la mañana... Ya se había acabado todo. Recogimos nuestros regalos y las cosas que nos teníamos que llevar a casa y unos amigos nos llevaron al hotel. Ya había pasado todo, atrás quedaban los preparativos y todo lo demás, pero había sido un día inolvidable, insuperable, emotivo, emocionante, divertido... No tengo palabras...
Sin duda, me alegré más que nunca de habernos decidido a hacerlo. Teníamos nuestras dudas por el dinero que supone, porque no nos hacía falta, porque ya convivíamos y por mil cosas más... Pero nos alegramos tanto que me encantaría volverlo a repetir y poder vivirlo de nuevo con la misma intensidad que ese día.
Aprovecho para dar las gracias en primer lugar a nuestros padres por su apoyo de todo tipo, a mi hermana que se volcó en prepararnos las sorpresas, a nuestras damas de honor, que también ayudaron mucho, a mi tío Miguel que me hizo de chófer, a todos los familiares y amigos que estuvieron ahí compartiendo ese día con nosotros, en especial a muchos que hicieron un esfuerzo y recorrieron muchos kilómetros por no perdérselo. A todos los profesionales que consiguieron que fuese un día como lo soñamos, que nos facilitaron los preparativos y que se encargarán de que los recuerdos queden plasmados de alguna manera y no queden en el olvido. Gracias, gracias y mil gracias.
Y, por supuestísimo, al amor de mi vida, mi Juampe, con quien ya llevo 11 años y quiero compartir por lo menos 40 o 50 más, los que nos permita la vida. Si he hecho esto, ha sido porque es contigo, con ninguna otra persona hubiese estado tan segura de hacerlo. Gracias por hacerme feliz cada día, gracias por hacerme sentir querida, amada, respetada, escuchada, deseada, cuidada, acompañada... Gracias por haber sido mi mejor amigo, mi mejor novio y porque vas a ser el mejor marido y el mejor padre del mundo. Y gracias por haber dejado a un lado tu timidez y haber hecho el día de nuestra boda tantísimas cosas que jamás harías solo por hacerme más feliz aún y conseguir que nuestro día sea aún más especial. Te adoro mi vida. No dudo que va a ser para toda la vida.
Servicios y Profesionales de la Boda de Juampe y Cristina






Otros Proveedores
Otras bodas en Celebraciones Luma
Ver todas
Otras bodas en Cádiz
Ver todas
Inspírate con estas bodas
Deja tu comentario