La boda de Jose y Susana en Gandia, Valencia

Realizamos la ceremonia de la arena, la entrega de anillos dedicándonos unas palabras y concluimos la ceremonia. Hicimos el cóctel y fuimos al banquete. Entramos con una música marchosa y amigos y familiares formaron un pasillo dando palmas y bailando. ¡Fue muy bonito!

¡Lo que no sabíamos es lo que nos venía después! Tras el entrante, de pronto suena una música y todos los invitados se pusieron en pie a modo flashmob. Nos quedamos perplejos. Mi mejor amigo (ambos somos profesores de danza) había coreografiado nuestra canción y la había enviado a todos los invitados para hacernos la sorpresa. Terminé bailando en medio del salón con él dándome vueltas en volandas. Fue una sorpresa preciosa y realmente alucinante, ya que todo el mundo se aprendió la coreografía.

Pero esta solo fue la primera de las sorpresas que nos tenían preparados. Tras el primer plato, mis compañeras de ballet a hurtadillas se pusieron sus puntas y nos dedicaron una maravillosa coreografía que terminó en una ofrenda de rosas blancas sobre nuestra mesa presidencial. Alucinante y todo el mundo quedó prendado con el espectáculo. Estábamos felicites y realmente sorprendidos porque no esperábamos sorpresas. Tras el postre entregué mi ramo a mi mejor que no lo esperaba y fue un momento muy especial.

A continuación hice un llamamiento a todas las solteras y sorteamos un ramo que hice. En vez de lanzarlo, puse cintas en el tallo y a ciegas fue cortándolas al azar hasta que solo quedó una. No veía pero sí que escuchaba las risas y sentí que se lo estaban pasando en grande. Parece ser que sí veían que las tijeras iban a por su cinta daba saltos y se movían para evitarlo, o sea, que hacían trampas.

Abrimos el baile, fue un momento mágico. Bailar ya con tu marido y todos los presentes observándote. Bailé con mi padre, otro momento superespecial y más aún cuando mi padre jamás baila y se dedica a hacer el ganso.

Estábamos todos disfrutando cuando de repente nuestros amigos paran la fiesta y nos explican que tenemos que hacer una gymkana. Fue divertidísimo y muy gracioso y es entonces cuando nos sacan el premio por haberla superado. Un viaje a Madrid organizado con entradas para musical, comida en restaurante chic, hotel con jacuzzi, limusina y curso de piloto de avioneta. ¡Nos quedamos atónitos! Y para rematar la sorpresa nos sientan y nos ponen una pantalla gigante. Nos proyectaron un videoclip con la canción de mi gran noche de Rafael donde todos los presentes habían participado con su particular puesta en escena. Quedamos sorprendidisimos al ver que todos habían participado también en aquella sorpresa. Nuestra boda fue realmente espectacular por la participación que hubo por parte de todos los presentes.

Continuamos con la fiesta y a eso de las 21:00 (recordad que empezamos a las 12:00) vi a mi madre de arriba para abajo e inquieta. Se acerca mi padre y me dice "ayúdame con esto que no llevo gafas" y veo que había un montón de números en una servilleta. Pregunto qué es y me responde "tu madre, que ha organizado una paella en casa mañana antes de que marchen todos". ¿Cómo? ¡40 personas! Así que mis padres se fueron vestidos de boda a comprar los ingredientes al Carrefour, la gente que les viera fliparía.

Terminamos a las 22:00 de la fiesta y aún tuvimos cuerpo los primos y amigos más cercanos de irnos a cenar unas pizzas y a tomar unas copas. En fin, las 3 de la mañana. ¡Fue un día precioso!

Al día siguiente bajamos a casa de mis padres y habían decorado el jardín. ¡Otra sorpresa! Así que se puede decir que tuvimos una boda gitana de dos días.

Mi consejo a los futuros novios es que disfruten del momento, ya que es un día maravilloso e irrepetible. Espero que os haya gustado mi relato.

¡Besos y buena suerte!