La boda de José Ramón y Myriam en Pamplona, Navarra

El día de nuestra boda

Mi día empezó a las 6y30 de la mañana, me desperté y no me podría creer que estuviera tan tranquila, mientras desayunaba cogí papel y boli y escribí una carta a mi ahora marido contándole todos los sentimientos que tenía en ese momento y todos los que me hacía sentir desde hacía ya 7 años, a las 8 me fui a casa de mis padres que había quedado con una de mis amigas que era la encargada de peinarme, ella más nerviosa que yo pero como siempre tan perfeccionista y haciendo magia con esas manos, a las 9 tocaba el turno de mi otra amiga la maquilladora, poco a poco iba viendo que por fin ese día había llegado, una vez maquillada y peinada abrimos la botella de champagne y brindamos por todo lo que iba a venir ese día, en ese momento los fotógrafos ya llevaban más de una hora disparando sus cámaras, llegó el momento de vestirme junto con mis padres y hermanas. El momento de bajarme del coche y ver a mi marido abrirme la puerta de este no sabría describirlo, el tan guapo como siempre y toda nuestra gente alrededor mirándonos y aplaudiendo, hay comienzo a dolerme la boca de tanto sonreír. La ceremonia fue preciosa, mi hermana mayor fue la encargada de hacerla siendo todo una sorpresa excepto los votos, en ese momento pensaba que iba a morir de vergüenza, pero no, para cuando me quería dar cuenta ya había leído los míos y era el momento de escuchar atentamente los de mi chico, mi hermana nos hizo la ceremonia de la arena con unas preciosas palabras que me estremecieron el corazón, al igual que lo hicieron todos los que nos leyeron unas palabras a lo largo de la ceremonia. Llego el momento de la salida y fue preciosa todos tiraron miles de confetis y unos amigos de mi chico nos tiraban kilos y kilos de maíz, jaja De ahí pasamos a hacernos las fotos de grupo y nos escapamos un rato a hacernos unas fotos en el parque de alado mientras daba comienzo el cóctel, la entrada al cóctel fue preciosa, música y bajamos unas escaleras gigantes con un humo blanco que recorría toda las escaleras, ahí fue el momento de poder hablar un poco con todos los invitados hasta dar comienzo el banquete, que al igual que el resto salió todo perfecto ,a la hora del postre llegaron varias sorpresas de los amigos a cada cual más mágica y currada y de ahí fuimos a inaugurar el baile, este momento era el más esperado por nosotros ya que moríamos de vergüenza solo de pensarlo, pero una vez más nos quedamos sorprendidos de lo tranquilos que estábamos, estábamos felices, rodeados de toda nuestra gente transmitiéndonos todo el amor que nos tienen y eso fue suficiente para que saliese medianamente bien y poder relajarnos porque en ese momento ya sí que no podíamos controlar nada, todo lo que quedaba era bailar y disfrutar de los nuestros. Fue un día mágico que empezó a las 12 y 30 del mediodía y que terminó volviendo al hotel a dormir a las 6y30 de la mañana. Todavía me cuesta despertar de este sueño.