La boda de Jose y Mari Sol en Aguilas, Murcia
Al aire libre Primavera Rosa 9 profesionales
J&M
14 Abr, 2018El día de nuestra boda
El día de nuestra boda fue mágico e inigualable. Tras un año de preparativos, de nervios, de altibajos, de ronda de invitaciones, de sesiones de fotos, de madrugones para hacer manualidades y de trasnochar pensando y buscando ideas que sorprendan a nuestros invitados, de un no parar; llegó nuestro deseado 14 de abril de 2018. Gracias a nuestros jefes, mi ya marido y yo llevábamos dos semanas de vacaciones ultimando los detalles y preparando nuestro baile. La última semana fue de locos, pruebas de vestidos y trajes, tanto nuestros como los de nuestra familia, idas y venidas al restaurante para terminar, colocar y cerrar cosas pendientes…
El día anterior nos pasamos el día decorando el salón y preparando un concurso para los invitados; por la tarde llegaban las damas de honor que venían de fuera y tenían que instalarse en mi pueblo. Por la noche cenábamos mis padres, mis suegros, los best men y las damas en mi casa, yo ya me encontraba tranquila de saber que había hecho todo lo posible y estaba feliz y ansiosa porque llegara el día, mientras que mi ya marido ni se movía, no pronunciaba palabra, él sí estaba nervioso. Cuando ya estábamos cada uno en su casa, nos faltaba una cosa no menos importante por hacer y dejada a esas altas horas a propósito, ambos nos escribimos una carta desde lo más profundo de nuestro corazón, la cual intercambiaron nuestros hermanos esa misma mañana mientras nos estábamos vistiendo y posteriormente leímos. En ese instante sí que se me saltaron las lágrimas, y no dejaba de pensar en por qué lo amo tanto.
Seguir leyendo »Vuelvo al instante en que ya es 14 de abril y suena mi alarma, minutos antes mi madre ya me había avisado que ella se iba a la peluquería, poco después me levantaba supertranquila, me tomé un chocolate y un bizcocho y a peinarme, eran las 7:30. A las 9 llegaba a mi casa, a la misma vez que el fotógrafo que se había adelantado, y ya sí empecé a correr, me cambié en un momento con mi kimono y mis zapatillas lista para maquillar. A partir de ese instante todo fue rodado, me maquillaron, unas pocas fotos y cuando me di cuenta ya estaba vestida, llegaron mis amigas y las damas, repartí unos detalles que tenía para ellas y se me olvidaron los que tenía para mis hermanos. Me tocaba bajar para ver a mi abuela, que no pudo asistir por su movilidad y me llenó de vida, su mirada, sus palabras… Fue mágico. Al salir a la calle de la mano de mi padre, veo a mi madre emocionada y un montón de vecinos diciéndome lo guapa que iba, no me lo esperaba. Subo al coche junto a mi padre, mi hermano mayor y mi cuñada, rumbo a la iglesia, debo hacer un paréntesis, el único “contratiempo” señalado: el día anterior nos avisa la floristería y nuestro fotógrafo que la boda se tenía que atrasar un poco porque al cura le había surgido una misa de un fallecido, con lo cual, intentamos cuadrar los tiempos para que pudieran poner la decoración de la iglesia y demás… Pero yo salí antes de mi casa que el novio. Así que, como yo quería y sin meditar, nos dimos una vuelta por mi pueblo hasta que todo estuviera listo y el novio en la puerta esperando.
Llegamos a la iglesia, tal y como tenía dicho a mis damas, todo el mundo tenía que estar ya dentro (en mi pueblo es muy típico esperar y ver la novia bajar para luego entrar, por lo que la novia entra con la iglesia vacía), con 0 nervios me cojo del brazo de mi padre y entro saludando y con una sonrisa en la cara de ver a mi futuro marido esperándome a lo lejos. Nuestra ceremonia fue con misa y tuve la gran suerte por una casualidad infinita que esa semana estuviera la Virgen de Lourdes (soy devota) en el altar, cuando solo está allí una semana cada 4 años. Para mí una ceremonia preciosa, estábamos en una nube, tanto que ni escuchábamos la música que teníamos contratada ni nos fijábamos en la gente, era como estar solo los dos.
Al salir, tras las fotos de familia y amigos, el montón de arroz y confeti de colores que nos tiraron, teníamos que ir, como parada indiscutible, a ver a mi abuela para presentarle a mí ya marido. Ese sí fue un momento muy emotivo, quería retener las lágrimas para que no se pusiera triste, pero como siempre es ella la que saca el punto de humor. Le regalamos una cúpula con flores de mi ramo y un peluche de gallina, porque ella vivía en el campo y le encantaban las gallinas y ahora de mayor cuando ve alguna en la tele se vuelve loca con ellas, le empezó a dar besos y me prometió que el primer huevo que pusiera sería para mí. A pesar de su poca demencia, aun hoy día me lo sigue recordando, está esperando que ponga el huevo para dármelo.
Ya camino del restaurante, estamos felices, deseando poder disfrutar el día entero con los nuestros. Pudimos entrar los primeros y hacernos unas fotos en los jardines maravillosos del restaurante, mientras la gente iba llegando y comenzaba el grandioso cóctel. Todo el mundo nos felicitó por la elección, ya habían comido antes de entrar al banquete, pero nosotros con tanta foto de grupo y demás apenas pudimos probarlo, y ambos teníamos tanta hambre que nos rugían las tripas entre foto y foto.
La entrada al banquete fue espectacular, con la banda sonora de Games of Thrones y un vídeo que hicimos, gracias a nuestro magnifico fotógrafo, con nuestros hermanos y amigos disfrazados de personajes de El Señor de los Anillos. Los invitados tenían varitas con cintas de colores para hacer nuestra entrada más colorida, quedó muy bonita. Después comenzó el banquete y el reparto de los regalos típicos, a nuestros padres y abuelos, y de nuestros amigos y familiares hacia nosotros. La comida riquísima y repartida a todos los invitados en el mismo momento y caliente, cosa que veo esencial para un banquete.
Una vez cortamos la tarta, teníamos preparado un juego para los invitados, los camareros repartirían un sobre con el siguiente mensaje: “Reto musical: queremos saber cuál es la mesa más marchosa y la que va a aguantar toda la noche. Atención: van a sonar varias canciones, mirad si es la vuestra y darlo todo cuando suene (nombre de la canción)…”. Teníamos mucho miedo de que no participaran, pero salió genial, todo el mundo bailó, incluso familia que nunca había visto bailar, niños subidos a las mesas, se prepararon coreografías en 3 minutos y tenían rivalidad entre mesa y mesa. Un espectáculo. Después sonó nuestra canción Destino o Casualidad de Melendi, yo hice lo que pude y mi marido me guio en nuestro primer baile.
Seguidamente y por sorpresa, un primo pequeño de mi marido nos sorprendió con un baile que se había preparado para el Carnaval (superimportante en Águilas), iba con su disfraz y todo. Y después me sentaron en una silla para ver un espectáculo, mi marido y nuestros hermanos tenían un baile preparado, levantó a todos los invitados que un quedaban sentados, lo hicieron genial para no ser bailarines (lo subí en uno de mis debates, por si lo queréis ver). Y ya comenzó la fiesta hasta una hora prudencial y hasta que los cuerpos aguantaron, los invitados bailaron hasta el último autobús de vuelta y yo (la novia) conduje el coche de los novios de vuelta a casa, algo muy curioso de la noche, puesto que había control policial, no nos llegaron a parar, pero se quedaron con la boca abierta al vernos pasar.
A los tres días fuimos con nuestro fotógrafo a Granada a hacernos las fotos de postboda, unos días más tarde partimos de viaje de novios a Riviera Maya, lo contratamos la semana después de la boda y nos salió más económico que a otras parejas que nos encontramos en los mismos complejos de allí. Un viaje inolvidable. A la vuelta, seguíamos teniendo vacaciones y aprovechamos para hacernos las últimas fotos para el álbum. Y ahora que ya tenemos los álbumes y los videos, no podemos estar más contentos con el resultado de nuestra boda, todos los invitados nos felicitaron por ella, desde el propio restaurante nos pidió incluso proveedores que nosotros llevábamos, como el de las cachimbas para los invitados, para unos novios que habían escuchado de nuestra boda, nada pudo salir mejor. Hasta el día de hoy, somos felices como perdices.
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