La boda de José manuel y Mary nieves en Granada, Granada
De noche Verano Azul
J&M
24 Ago, 2013El día de nuestra boda
El día de mi boda comenzó ya con el intentar controlar los nervios. En cuanto me levanté, desperté a mi novio (dormimos en casa de mis padres ya que nos casamos en mi población de origen y vivimos en una ciudad distinta), desayunamos y me despedí de él. Me fui a la iglesia con mi madre a terminar de arreglarla y cuando llegué a casa tenía un ramo de flores de una amiga mía que no podía venir a la boda, un picardías de otra íntima amiga mía, además vino a verme una amiga de Sevilla que me regaló un picardías blanco a juego con la bata para el vídeo de la boda.
Comí poquísimo porque ya empecé con los nervios y me puse peor cuando veía que la peluquera no llegaba. Mi "querida" suegra la entretuvo porque también le arreglaba a ella. Llegó el fotógrafo y gracias a Dios, me dio tiempo a arreglarme. Con los puñeteros nervios mi madre, la pobre, me rompió el velo pisándolo con los tacones, imaginaos mi cara, casi me da un ataque pero me controlé para que no se sintiera mal.
Cuando llegué a la iglesia me asusté porque el novio no estaba: ¡horror! y ¿si lo habían enredado los amigos? afortunadamente era que se había perdido al llegar, el pobre. Entró él con su madre y los pajes, al poco entré yo del brazo de mi padre, nerviosa, pidiendo desesperada un poco de agua que no pude tragar siquiera, despacio, concentrándome, mirando a mis amigas llorando y a mis tíos emocionados, fue precioso. Leí la primera lectura del libro de Rut y antes de empezar a leer le dije a mi novio: "esto va por ti", momento en el cual vi que mi novio se emocionó un poco. Curiosamente no lloré en ningún momento (era uno de mis miedos, no quería llorar bajo ningún concepto).
Seguir leyendo »Al salir, mis compañeros y los de mi ya marido nos hicieron el pasillo de sables con el que siempre soñé y después de las felicitaciones, besos, arroz, fotos, etc, pusimos rumbo a la Alhambra a hacernos unas cuantas fotos, cumpliendo así uno de mis sueños porque soy una enamorada de mi tierra y de todos sus rincones.
Cuando llegamos al banquete, estuvimos un ratito con la copa de bienvenida, espectacular y, al entrar, bajo el ritmo de Queen, bailé, salté, chillé y disfruté todo lo que pude obviando los nervios tan grandísimos que tenía.
Cuando terminamos la comida, bajo la música de Paco de Lucía, entregué a mis padres y a mis suegros un regalo muy bonito: un ejemplar de periódico del día que se casaron con la noticia de su boda (como si fuese real), enmarcado; a mi hermano una botella de vino en su estuche y a mi hermana mi ramo de joya. Llegó el turno del regalo de mi marido, y, sonando la canción de Shakira “Addicted to you” (porque parece escrita para él) le regalé un ipad mini mientras le bailaba sensualmente la canción, cosa que gustó muchísimo a los invitados y animó bastante.
Tras esto, con la canción de David Guetta y Akon, entró mi fantástica tarta, ¡qué emoción cortarla! y ya, tras entregar los regalitos a los invitados, hicimos el baile nupcial con la canción de Cris Isaack “Wicked game”, mientras nos pusieron fuegos artificiales, ¡qué maravilla!
Al acabar, cogí unos cuantos faroles tailandeses de estos de los deseos y los volamos entre algunos de los invitados (casi quemo una palmera, Dios mío ¡la que lié!) y ya sí que empezó la fiesta, el baile, el cubateo, mi fuente de chocolate con mis chuches, fruta y muchos molletes.
Acabamos sobre las 7 de la mañana, me cambié y marchamos al hotel más romántico de Granada, el Alhambra Palace, ¡qué pasada! son cosas que se hacen una vez en la vida y tenía que ser en esta ocasión. En fin chicas, que esta fue mi muy resumida crónica de boda, espero que os haya gustado.
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