La boda de José Manuel y María en Huelva, Huelva

Mi vestido es de Rosa Clará. Ya había visitado otras firmas y muchos me gustaban, pero no sentía para nada que alguno de ellos fuera mi vestido. Ya por último, el 31 de diciembre de 2022, visité la firma de Rosa Clará, iba sin expectativas porque me había probado muchos vestidos y no había sentido nada especial, de hecho, ya estaba buscando atelier para la confección de un vestido a medida, pero mi madre insistió en visitar esta firma por último, y que acierto. Mi asistenta, al ser un día festivo, cerró la tienda para mi familia, y me entendió a la perfección. Fue el primer vestido que me probé allí, y sentí que era el mío. Me vi entrando a la iglesia con él, no necesitaba nada más, ni maquillaje ni peluquería, con él me veía preciosa.

Elegí un vestido sencillo, de línea A, cuello barco y mangas afrancesadas preciosas, y con escote trasero hasta la cintura. Sobre ese vestido, coloqué una sobrefalda de más de 3 metros de largo y 100% seda natural. Tenía claro que no quería ir velada. Para mí, uno de los momentos más especiales de ese día era bajarme del coche y ver los rostros de mis familiares y, sobre todo, recordar toda la vida la sensación de recorrer el pasillo hacia el altar para encontrarme con mi persona favorita. Elegí por ello, un velo de seda natural liso, y así poder darle protagonismo a mi complemento principal que a continuación os contaré.

Los complementos que elegí fueron unos zapatos clásicos blancos de Lodi, de tacón fino y punta cerrada. Los pendientes y pulsera fueron mi algo prestado y mi algo azul, constaba de un zafiro central rodeado de pequeños diamantes, herencia de abuela paterna, con los que mi tía también se casó.

Por último, mi complemento más especial fue mi corona. Fue confeccionada por Rocío de Garanza. Tiene unas manos de oro, y a partir del tocado de porcelana con el que se casó mi madre, confeccionamos mi corona. A este le añadimos unas piezas en plata envejecida y el resultado fue espectacular, convertimos un tocado trasero en una preciosa tiara.

Nos preparamos en nuestras respectivas casas, rodeados de nuestros familiares. Fueron unos momentos muy bonitos, rodeados de nuestros familiares y amigos, celebrando lo que se acercaba, sin nervios y con muchas ganas. Antes de salir, regalamos pañuelos bordados de Villalegria Home Linen a nuestros padres y hermanos, les encantaron. Como sorpresa, yo le regalé al novio una carta escrita y un pañuelo bordado, que su madre le dio.

Nuestra boda fue en la Parroquia San Bartolomé, en nuestro pueblo que se encuentra en Huelva. La ofició un sacerdote muy especial para mí, fue como por arte divino, ya que él estaba de servicio fuera y le resultaba imposible, pero un mes antes nos dio la sorpresa de que tenía vacaciones en esa fecha y la podía oficiar. Y no sabes el acierto, para mí fue la parte más especial del día, nos casamos mediante el rito Hispano-Mozárabe. Nunca había asistido a este tipo de boda, y guarda muchas diferencias con el rito del matrimonio tradicional. Tuvimos velación nupcial y bendición nupcial. Todo ello fue acompañado de la voz tan espectacular de Macarena de la Torre, que es una maravilla. A la salida, nuestros amigos prepararon 50 kilos de arroz. Dicen que sirve para la prosperidad del matrimonio y que es significativo de salud, por lo que espero que vayamos servidos.

La celebración tuvo lugar en la Hacienda Los Parrales, en Sanlúcar la Mayor. Toda la celebración fue en exterior, con una iluminación preciosa. Allí contamos con una recepción bastante larga que amenizamos con el grupo Con Duende. ¡Los invitados lo dieron todo a pesar del calor!

Otro de los momentos más especiales de este día tan feliz, fue la entrada en la cena. Tuvimos un espectáculo de fuegos artificiales y unas bengalas de colores que iluminaron nuestras iniciales. Lo acompañamos de la canción "Todo Contigo" de Álvaro de Luna, fue espectacular. Mi prima nos regaló un discurso precioso, y el padrino dio otro muy emotivo.

Nuestro día tuvo un percance. Quisimos que el dinero que invirtiéramos en los detalles de los invitados tuviera un fin solidario. Conocimos la Fundación Pasqual Maragall, que se encarga de la investigación contra el Alzheimer, y quisimos colaborar con la causa, ya que la abuela de mi marido convivió durante muchos años con esta enfermedad. A raíz de la donación, hicimos unas postales solidarias preciosas, con una poesía muy bonita, a través de la cual los invitados podían ayudar. El percance fue que estas postales se quedaron en casa y nunca llegaron a la celebración. A causa de ello, mi marido realizó un precioso discurso, dedicado a su madre y su abuela, y a todas las personas que sufren esta enfermedad.

Para la fiesta y la ambientación de la cena, contamos con Cristóbal Domínguez de SurDJ. Pusimos además una mesa de dulces, un videomatón donde los invitados pudieron grabar mensajes y momentos divertidos (un gran acierto!), y hora loca.

Toda la decoración, tanto de la iglesia como la hacienda, la realizó el florista que conozco de toda la vida, así como mi ramo y el que regalamos a la madrina. Al ramo le añadí una medallita de la virgen del Carmen por mi abuela materna, y mi medalla de bautismo, regalo de mi madrina.