La boda de Jose y Jessy en Madrid, Madrid

El día de nuestra boda

¡Bueno pues ya ha pasado! La verdad es que fue estupendo y con alguna anécdota. Nosotros en casa tenemos un pequeño patio y el fotógrafo me hizo las fotos en él, y eso que empezó a ponerse oscuro y a caer relámpagos (tengo muchas ganas de ver las fotos, por eso mismo). Pensamos que iba a diluviar. Nuestra boda era toda al aire libre y en el sitio, Fuentearcos (que, por cierto, le pongo un 10, increíble todo) nos montaron toda la boda en el salón y la ceremonia y todo. Hicimos la ceremonia dentro, pero fue preciosa y perfecta. ¡Yo que creía que no iba a llorar! Ignorante de mí, desde que me agarró mi padre que le temblaba la mano, hasta que abracé a mi abuela al salir de la ceremonia, la cual estaba muy afectada dado que mi abuelo falleció hace 2 meses. No paré de llorar. Fue increíble ver a mi esposo tan guapo con su traje granate y su pajarita de Metraquilato. ¡Era él, mi novio de siempre, ahora mi esposo, saltándose lo clásico una vez más!

Me encantó que fuera así y que se emocionara al verme, y otra vez a llorar yo. Luego leyeron familiares y amigos y a seguir llorando. Hicimos ceremonia de arena con nuestra hija, que tiene 1 año, y mi marido me dedicó la canción de pequeña gran revolución y otra vez a llorar (es la canción de Alicia, nuestra hija). Y hasta ahí lo emotivo. ¡Luego se despejó la tarde y lo montaron otra vez todo fuera! La cena, la discoteca… ¡Y fue genial! Hizo una noche estupenda. Todo el mundo disfrutó muchísimo y, aunque yo he adelgazado en las 2 últimas semanas bastante y el vestido me estaba grande, fue perfecto. Fue lo soñado y me di cuenta de que los míos estaban ahí, que no había distinción entre mi familia y su familia. Fue extraordinario.