La boda de Jose y Blanca en Alcalá De Henares, Madrid
Al aire libre Verano Morado 8 profesionales
J&B
25 Jun, 2022El día de nuestra boda
Se suele decir que una boda se vive 3 veces, así que empezamos por el principio y os cuento también cómo fueron mis queridos preparativos, que después se echan mucho de menos...
Nosotros llevamos toda una vida juntos, desde los 16 años. Casarnos nunca fue una prioridad, yo no he sido nunca de las chicas que soñaba con su boda, yo lo que soñaba era con tener hijos/as. Por tanto, entre que nos compramos la casa, tuvimos la primera niña y me quedé sin trabajo, la boda seguía sin ser necesaria, aunque sí hubo varias veces que estuvimos mirando información, pensando a quién invitaríamos, incluso fuimos a una feria de bodas pequeña. No fue hasta llegar la pandemia, que empezamos a ver la necesidad de hacer papeles y dejar todo bien atado.
¿Y cómo fue la pedida? Pues en varios actos, jajaja. La primera la hizo él, incluso antes de tener la casa, arrodillándose y con anillo y todo, más a modo de propósito que otra cosa. Pero ya me avisó que, cuando realmente quisiera casarme en el futuro, tendría que pedírselo yo. Lo hice en nuestra primera cena en nuestra casa, pero no le sirvió porque argumentaba que estaba muy borracha (vale que habíamos bebido una botella de vino, pero estaba totalmente cuerda y aquello lo había preparado, joe). Ni le sirvió la 2º, ya después de la pandemia cuando nos lo estábamos pensando en serio, porque me dijo que en pijama no me podía tomar en serio, y que lo tenía que hacer a lo grande.
Seguir leyendo »Así que lo hice a lo grande. Me puse en contacto con el programa de radio de "Me pones" en el que se dedican canciones, y mientras que en un mensaje de voz le pedía que se casara conmigo, dedicándole la canción de "Solo si es contigo" de Bombai, a la vez me arrodillaba y con un anillo se lo pedía en persona. Todos muy bien vestidos, por cierto, jajaja.
Y ahí empezamos en serio los preparativos. Al principio fue un horror enterarse bien de los papeleos necesarios, de las veces que había que ir al registro.... No sé la de páginas que leí hasta que me quedaron claros los pasos que había que seguir. Conseguimos la primera cita para febrero, lo que era muy tarde porque queríamos celebrar la boda civil en el registro, ya que los días que lo hacían en los ayuntamientos no cuadraban con la fecha que queríamos para la celebración, y el calendario se abría en septiembre-octubre. Al final, tras ir metiéndome en la página todos los días, conseguí adelantarla a mediados de noviembre. Ya decidimos que la persona que llevaríamos como testigo para abrir el expediente sería mi cuñada Cris, y las 2 personas que firmaran en el registro el día de la boda civil, que también nos acompañarían en la ceremonia de la celebración, serían nuestras madres.
Llegó el día 23, la boda civil. Habíamos quedado antes con Frank, para que hiciera fotos a los vestidos, los anillos…. a todas esas cosas de preparativos que se lleva ahora hacer el día de la boda para el vídeo pero que nosotros no queríamos hacerlo así. Y a las 12 y media nos fuimos a Pradillo con las niñas, que hicieron pellas en el cole, nuestras madres, mi cuñada y Frank. No quisimos que fuera nadie más de la familia, porque no podían entrar todos y no queríamos dejar a nadie fuera. Y allí nos encontramos con Raúl, el mejor amigo de Jose, que como no pudo ir a la despedida, no quería también perderse ese momento. No tuvimos mucha suerte, y nos tocó una concejala muy sosa que hizo el acto muy rápido y aburrido. Pero bueno, nosotros estábamos felices porque al fin, estábamos casados. Nos hicimos varias fotos a la salida, Frank nos grabó todo el momento (3 minutazos, vaya) con la cámara de 360º y nos fuimos a tomar algo para después ir a comer a un restaurante gallego que tenía opciones sin gluten. Fue un buen día, lo pasamos realmente bien.
El día anterior, el 22, que nos lo habíamos pedido de vacaciones, ya fuimos a buscar mi vestido y a llevar cosas a la finca y otras a casa de mi madre, donde yo iba a cambiarme. Y el día de después, el 24, pues fue la despedida del cole y la preparación para el gran día. No había nervios, pero si muchas ganas de que llegara ya y disfrutar a tope.
Y llegó el día. Y me tocó despertarme muy pronto, jajaja. Sobre las 6 y media porque quería desayunar tranquila y ducharme, para llevar bien el pelo para que Jessica hiciera su magia. A las 8 había quedado con ella para ir a casa de mi madre, que vive enfrente de nosotros y así dejar a Jose con sus preparativos en casa. Ahí tuve la primera anécdota del día, porque no podía abrir la puerta de la cancela de casa de mi madre. Había una llave rota dentro, y tuve que meter la mía por el otro lado para poder abrir. Una vez allí, Jessica empezó a peinarme y maquillarme. Con toda tranquilidad, hablando los 4 (estaban mi madre y el marido de Jess, un chico muy atento y simpático) y riéndonos de todo. Después maquilló también a mi madre, y al rato llegó mi cuñada con las niñas, para hacerles un peinado de trencitas y ponerles la diadema chic. En cuanto terminó, volvieron a llevarlas a casa porque tenían que irse con Jose en el coche a la finca. En casa estaría Jose con su madre y su hermana para vestirse. Y a las niñas las vestirían allí en la finca, para evitar accidentes de vómitos o similares, jejeje.
Como era todo tan pronto y sin ningún tipo de ritual especial, no queríamos que esta parte fuera grabada para el vídeo, como suele hacerse ahora, pero sí queríamos que el vídeo tuviera una parte de preparativos, por eso Frank el día de la boda civil estuvo haciendo fotos y grabando cosillas.
Y al momento de irse Jessica, llegaron mi tío Antonio y su mujer, mi tía Tere. Eran los que nos llevarían a mi madre y a mí a la finca. Estuvimos un rato hablando y habíamos quedado que, cuando Jose fuera a salir para la finca, me llamaban para a los 10 minutos, salir nosotros. Yo estaba con el cancán puesto y solo me quedaba el vestido, y lo dejé para el último momento sin recordar que esta vez al ponérmelo tendrían que abrocharme los tropecientos botoncitos que tenía (en las pruebas en la tienda era muy rápido porque no se abrochaban, claro...) Así que al final salimos más tarde de lo que pensaba, y me puse un poco nerviosa en el trayecto en coche pensando que llegábamos muy justos... jajaja.
Una vez que llegamos, nos dejaron a mi madre y a mí en la parte administrativa de la finca, y mis tíos se fueron a aparcar el coche donde el resto de invitados y a juntarse con ellos. Dentro del edificio administrativo, estaba mi cuñada con las niñas, porque ellas iban a montar en la calesa con mi madre y conmigo para la llegada a la ceremonia. Nos dejaron allí esperando bastante, porque hubo algún problema con la ceremonia anterior (el sitio de la ceremonia es el único de la finca que es compartido para todas las bodas), así que empezamos la ceremonia más tarde de lo esperado, y eso trajo luego problemillas. Al fin nos dijeron que estábamos preparados, se llevaron a mi cuñada en boogie y mi madre, las niñas y yo subimos a la calesa.
En cuanto llegamos al sitio de la ceremonia, empezó a sonar la Salve Rociera cantada por el coro de la finca. Siempre que había visto videos de este momento cantando la Salve, me había puesto a llorar de emoción. Pues en mi día, estaba tan contenta de que lo estuviéramos viviendo, que no solté ni una lágrima en ese momento, no podía parar de sonreír, de mirar lo guapo que estaba Jose y de cuanta gente guapa estaba allí por nosotros. Hubo otro momentazo en el camino al altar y fue con las niñas. Como Lucía llevaba el cojín con los anillos, que menos mal que iban superbién sujetos gracias a mi madre, y Vega iba tirando los pétalos de una forma tan rara, que en una de esas le dio a su hermana en el brazo y tiró el cojín, jajajajaja. Hay alguna foto que capta justo el momento y la cara de Lucía es para enmarcarla. Pero mi niña lo hizo estupendo y lo recogió rapidísimo, y casi ni se notó. Y en cuanto llegué a su altura, le di un beso a mi morenazo y le dije lo guapísimo que estaba. Él tampoco podía dejar de sonreír.
Durante la ceremonia tuvimos 3 momentos especiales. Primero, el del ritual de la arena, que ya lo he comentado que lo hicimos con las niñas. Primero el oficiante estuvo explicando de qué iba el ritual y yo nerviosa pensando que ya teníamos que ir a hacerlo, pero no nos decía nada, jeje. Ya cuando nos dijo de hacerlo, lo rellenamos demasiado, y el embudo de cristal que habíamos comprado para echar la arena vimos que nos lo habían cambiado por otro metálico, pero bueno, quedó todo bien. Y luego leyeron 2 personas. En un principio queríamos que fueran 4, 2 de cada lado, pero como tenía que ser cortita, de unos 20 minutos en total la ceremonia, solo nos dejaban que hablaran 2. Así que elegimos a Raúl, el mejor amigo de Jose, y a mi prima Marta. Los dos se lo curraron mucho, y, aunque estaban bastante nerviosos, lo hicieron genial y nos hicieron tanto reír como llorar a todos los invitados, recordando tantos momentos que hemos pasado juntos desde hace tantos años.
Terminó la ceremonia, nos pusimos (¡otra vez!) los anillos, nos besamos y salió todo el mundo para tirarnos el arroz. Mientras, el coro nos cantaba la canción de "Pedacitos de ti", de Antonio Orozco. Me llenaron enterita de arroz, pero que entró hasta por dentro del forro del vestido, no sé ni cómo. Luego en casa al quitarme el vestido llené todo el suelo de arroz, después de todo el día, jajaja.
Nos subimos Jose y yo a la calesa para irnos a hacer las fotos de pareja mientras que los invitados iban al cóctel. Y aquí fue cuando ocurrieron otros dos errores. El primero, que no nos dimos cuenta de que vinieran las niñas, al menos un rato, para hacerse fotos con nosotros. Estuvimos después unos días temiendo que no teníamos fotos de los 4 solos, menos mal que al final tenemos un par, para poner por casa al menos. Y lo segundo que, como ya íbamos tarde con lo de la ceremonia anterior, lo que suelen ser 10 minutillos para hacer las fotos y enseguida te llevan al cóctel, se les debió descuadrar la situación y tardaron un montón en venir a recogernos de nuevo con la calesa para llevarnos al sitio del cóctel, y nos perdimos gran parte de este. Casi no pudimos comer nada, nos dio tiempo a saludar rápido a casi todos y enseguida nos dijeron de hacernos las fotos de grupo para irnos ya al banquete. Aquí he de decir también que me trataron fenomenal con el tema gluten. Me trajeron 2 bandejas enteritas para mí con cosas riquísimas que podía comer, aunque me dejé la mayoría por el poco tiempo.
Ya nos fuimos hacia el banquete, que era la única parte de la boda en una carpa cerrada, que estaba a pocos pasos de la zona anterior. Entramos con la canción de "Solo si es contigo", la misma que le dediqué en la radio a Jose para la pedida. La verdad que mi idea original era hacer como un flashmob con la gente de nuestra edad de la boda y cantando y bailando los chicos y luego las chicas, al igual que la canción. Pero tenía que bajar de la nube, nuestros invitados no eran de ese estilo y esa idea estaba totalmente descartada, jajaja.
Así que la única que cantaba y medio bailaba mientras iba a la mesa presidencial era yo, jajaja. Tenía pensado pasar por todas las mesas, pero al final se me fue de la cabeza y, como nos iban dirigiendo, pasamos solo por un pasillo. Pero fue muy bonita la entrada, el brindis inicial, con las niñas y todo. Empezamos a comer y yo no podía dejar de mirar a toda la gente que estaba allí, tan guapos, riéndose y pasándoselo bien, y todo por nosotros. Les hice unas fotos con mi móvil desde allí para recordar ese momento.
Toda la comida estaba exquisita. Elegimos un salmorejo de primero, como pescado un salmón marinado que según todo el mundo estaba exquisito (a mí por ser sin gluten no me lo podían poner, y me pusieron una lubina que no me gustó tanto…) y de carne una carrillera ibérica (aquí salí ganando porque me pusieron el solomillo sin gluten, jeje). Y de postre una tarta de Santiago, aunque a mí me trajeron, porque lo pedí, un doble postre de brownie y coulant de dulce de leche. ¡Que cosa más rica!
Yo no me levanté en casi toda la comida, splo para los momentos importantes. Me costaba mucho moverme con el vestido, no entendía muy bien porqué, y quería disfrutar al máximo de ver a todos los invitados a su rollo, y de la comida, ya que no había podido disfrutar del cóctel.
Llegaron los momentos importantes del banquete. El primero, los regalos a las madres y a mi cuñada. Fuimos Jose y yo a la parte del final del salón, donde estaban los regalos y, con la canción de Gracias, de Alborán, se los dimos primero a las madres y después a mi cuñada. Creo que no se esperaban nada, al menos parecían bastante sorprendidas. Me dio rabia que las cúpulas de las madres se removió el ramo, se había despegado y mira que estuvimos bastante tiempo pegándolo bien con la silicona…. Y el regalo a mi prima fue divertido. En la familia tenemos una coña con ella, de una canción de Adele que un día cantó en mi casa, con Lucía súper pequeña, y que obviamente, la canta fatal, jajaja. La jefa de la sala me trajo el ramo a la mesa y yo guardé el mío en la caja. Y empezó a sonar esa canción "Hello", de Adele, y mi prima nos miró como diciendo “qué pasa aquí” jajajaja. Y me levanté a darle el ramo a ella y a Ana, su novia. Fue superemotivo también. Debo reconocer que Jose quería poner la canción cantada por mi prima, y mi idea original era hacer un mix de la canción original con la de mi prima, pero sé que se hubiera muerto de la vergüenza y, además, no me dio tiempo a hacerlo, jajaja.
También hubo dos personas que nos hicieron una sorpresa. Una tía de Jose y mi cuñada, nos leyeron unos escritos muy bonitos y emotivos. Bueno, más bien con el de mi cuñada nos partimos de la risa, porque nos regaló una guitarra a mí y una flauta, con su libro, para Jose. Chascarrillos de familia que nos hicieron partirnos de la risa.
El momento tarta también fue muy bonito. Con la canción de “Oye” de Chayanne, nos trajeron la tarta de mentira para las fotos y el brindis. Jose tuvo que hacer su momento típico de la espada, y me gustó un montón que todos los invitados bailaran la canción con sus servilletas en alto. Antes de la boda, cuando nos enteramos que la tarta era de mentira, pensé en poner una tarta chula sin gluten, y estuve pidiendo presupuesto a mi pastelería preferida, pero entre encargarnos nosotros de llevarla, que luego había que ponerla en la mesa dulce… Nos pareció que no era algo tan importante y preferimos ahorrarnos el dinero.
Terminamos el banquete dando los regalos a los invitados. Fuimos mesa por mesa dándole a cada uno su regalo (llevaba una chuleta para los chavales, jiji) y haciéndonos una foto con todos los invitados de cada mesa.
Ahí fue cuando me di cuenta que tenía que haberme recogido la cola del vestido antes de todo esto, mientras que todo el mundo comía. Pero yo estaba tan agusto que no me levanté, y en este momento me arrepentí, porque alteró lo que vino después. Porque obviamente, tenía que recogérmela antes del baile. Así que en cuanto salió todo el mundo del banquete para ir a la zona de la disco, le pedí a la maitre que buscara a mi madre para que me ayudara a ir al baño (¡qué difícil con tanta tela!) y para recogerme la cola. Y esto nos hizo tardar un montón, porque la pobre de mi madre debía estar nerviosa y no atinaba a ponerme los imperdibles para recogerla. Mientras en la disco, el DJ tuvo que empezar a poner música para los invitados, y estos avasallaron la mesa dulce, ¡que cuando llegamos casi no había nada!
Pues llegó el momento que tanto deseaba yo y temía Jose, el baile. Nos pusimos los dos en nuestras posiciones que habíamos practicado con Laura y empezó a sonar la música. Nadie, excepto las niñas sabía qué íbamos a hacer de baile, aunque los que más me conocen sabían que algo habíamos planeado, por lo que me gusta bailar. La mezcla que hicimos de bachata, empezaba con la original de "All of me" de John Legend, y a mitad de canción, cambiaba a la versión en bachata y español de Anthony Torres. La verdad que nos salió bastante bien el baile, solo nos fuimos una vez de tempo, y el problemilla de que Jose me pisaba el traje cuando yo iba hacia atrás, jeje. La gente también lo disfrutó, como podíamos oír. Y nada más terminar con el beso, salieron las niñas y empezamos a bailar con ellas la de "Lucia/Vega baila con la escoba" y, a mitad de canción, animábamos al resto de invitados a unirse al baile. La verdad que la pista de baile no volvió a estar vacía, los invitados bailaron mucho durante las más de 4 horas que teníamos de disco. También había varias zonas con asientos para la gente, sobre todo mayor, que no bailaba y querían estar sentadas tranquilas hablando.
Y fue durante el baile de novios cuando me di cuenta de cuál era el problema con mi vestido, porqué no estaba cómoda andando con él. ¡Resulta que me había puesto el cancán del revés! En vez de tener la parte lisa y abierta hacia mis piernas y la parte del volante hacia el vestido, lo tenía al revés y por eso me molestaba al andar constantemente. Se lo dije a mi madre, que me ayudó a ponérmelo bien cuando salimos un momento de la zona disco, después de reírse un rato de mí, obviamente.
Durante la disco hubo varios momentos importantes también. Los primeros, eran por nuestra parte. Pusimos un video proyectado en bucle durante toda la disco de fotos de todos los invitados (y de los familiares que ya no están con nosotros). Al rato de empezar el baile, puse un combinado de pasodobles de Manolo Escobar para, por un lado, hacerle un homenaje a mi abuela que era su mayor fan, y también para que los más mayores de la boda tuvieran un rato para bailar algo que les gustara. Es verdad que se nos hizo un poco cansino, y antes de que acabara le pedí al DJ que pasara a la siguiente canción que era una sevillana. Para este baile estaba compinchada con mi prima, también era un homenaje a mis abuelos, porque les encantaba vernos bailar, y la idea era que las 2 bailáramos en el centro de la pista y los invitados nos miraran, pero nos chafaron nuestro momento egocéntrico y se pusieron más a bailar a nuestro lado, jajaja.
También por parte de los invitados tuvimos 3 sorpresas. Primero nos hicieron ver un vídeo de fotos de los 2, desde que éramos niños, hasta cuando nos conocimos y nacieron las niñas. Luego nos hicieron un baile grupal, con el que flipamos. Con la canción de "Todo de ti" de Raw Alejandro, salieron muchísimos invitados, de los dos lados de las familias, a bailar mientras nos sentaron a nosotros enfrente para verles. Nos gustó muchísimo esa sorpresa, que se pusiera deacuerdo tanta gente sin conocerse para hacernos una sorpresa a nosotros. Y lo último, 4 de las mujeres más importantes de mi familia, se juntaron para bailar conmigo una sevillana, cada una una parte. Empezó mi madre, luego mi tía Joquina, mi prima Sara que ni le gusta ni sabía bien bailarlas y que lo hizo fenomenal, y mi prima Marta. Al terminar nos dimos un abrazo todas que me encantó.
Y así fue pasando casi toda la disco y yo casi no paré de bailar, si no fuera por los zapatos que me estaban haciendo polvo porque los pies se me hincharon, y porque tuvimos que ir a pagar la finca. Eso fue lo peor del día, porque tenía la sensación de perderme cosas de baile, como así fue. Habíamos dejado pagado una parte el día que llevamos las cosas allí, pero nos faltaba otra y en esta finca hay que dejarlo pagado todo el mismo día. Además decidimos poner recena, que casi tenemos problema porque nos dijo el jefe que teníamos que haberlo avisado antes, cuando a nosotros nos habían dicho que eso lo decidíamos en el momento. Pero bueno al final lo pusieron sin problemas y gustó mucho. Lo malo que al volver a la zona de disco, una de mis amigas que había venido desde Suecia para mi boda, ya se había ido y no nos pudimos despedir.
Mis hijas se lo pasaron fantástico también. A Lucía casi ni la vimos, estuvo casi toda la boda en la zona para niños. Y la pequeña tenía tal subidón de azúcar que se quitó las sandalias y estuvo haciendo break dance descalza en medio de la pista....
Cuando llegamos al final sé que algunos invitados como mi cuñada querían seguir la fiesta en otro lado, pero nosotros estábamos ya que no podíamos con nuestra alma, jajaja. Es lo que tiene casarse justo antes de cumplir los 40. Así que conseguimos llevar a todo el mundo hasta los coches (con alguno costó más de lo normal, y sobre todo que soltaran las llaves para dejar conducir a otra persona, ejem) y llegar por fin a casa.
Habíamos pasado un día redondo, disfrutando como enanos con toda la gente a la que queremos.
Los dos días posteriores los pasamos reorganizando la casa y organizando las maletas para el viaje. Y después hemos estado recopilando fotos y videos de los invitados, con los montajes de vídeo y fotos para el álbum que nos ha hecho Frank y nos han encantado, y sobre todo, recordando una y otra vez uno de los días más bonitos de nuestra vida.
Servicios y Profesionales de la Boda de Jose y Blanca







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