La boda de José Antonio y Alameth Eva en Navalcarnero, Madrid
Al aire libre Verano Fucsia 3 profesionales
J&A
02 Jun, 2018El día de nuestra boda
Por fin tras 8 meses de preparación, llego el gran día. Tras dormir poco al escuchar el diluvio universal mientras recordaba que la ceremonia y cóctel eran al aire libre… Conseguí dormir algo. Comienza el gran día, ya en la peluquería para hacerme mi peinado y tras 1,5 horas y a punto de terminar, ¡la humedad provoca que todos los rizos se vengan abajo! Entre varios consiguen rehacer el peinado y ya voy conduciendo hacia el hotel donde me queda maquillarme, vestirme y comenzar la ceremonia, ¡en la misma entrada del hotel un señor de 96 años se salta un ceda y me embiste en el coche! Ya a una hora de la ceremonia y con todo por hacer… Salgo del coche al diluvio a hablar con el señor… Mi peinado cada vez empeora, pero estoy extrañamente tranquila pese a todo, mi cuñado (que iba en el coche) se queda haciendo el parte por mí y voy a la habitación a que me maquillen ya una hora más tarde de lo previsto.
Por fin ya maquillada y vestida, me informan que ha dejado de llover pero el mágico y romántico chalet contratado para la ceremonia está encharcado por lo que tendrá que ser en un simple salón del hotel, una vez más otro inconveniente hacia nuestro día perfecto, no pasa nada, seguimos siendo optimistas. Una de las tías favoritas de Jose junto con su marido e hijo, se quedan tirados camino Jaén-Madrid y no pueden venir, continuamos con los inconvenientes…
Seguir leyendo »Por fin a punto de salir, pese a todo tranquila, recordando la frase de mi entonces prometido "no te preocupes por nada, te esperaré en el altar". En ese momento me dispongo a salir de la habitación, me entregan el ramo y ya ahí no puedo evitar llorar, ¡llegaron los nervios! Mis damas de honor preocupadas por mi maquillaje, yo tratando de respirar tranquila, llega la wedding planner, que vamos con retraso... Hay que salir. Me acerco, escucho la canción con la que sé que está entrando Jose, seguido de nuestros sobrinos con anillos y arras, mis nervios se incrementan, veo desde ahí a mis damas de honor entrando con los amigos del novio... Mi padre me toma el brazo y me dice, nos toca, le digo que no puedo, que se espere un momento, ¡que estoy llorando! Mis nervios a flor de piel, no quiero ser una novia fea que entra llorando, finalmente me dice vamos y comienza a andar y tirar de mí (entro pestañeando para disimular las lágrimas), veo a Jose guapísimo, esperándome a mí, me ve y leo como sus labios me dicen "estás preciosa" y se lleva las manos a los ojos llorando, en ese momento, todo me da igual, el coche, el pelo, el diluvio y el salón, solo importamos Jose y yo y la vida que nos espera juntos.
Gracias a Dios fue todo genial, mi padre sacerdote nos casó, lloramos, reímos, fue una ceremonia muy amena, el cóctel muy corto por el retraso y pudimos sacar las fotos justas, pero al entrar a comer, ¡una dama de honor me sorprende con nuestros galgos con pajaritas! Y con ese gesto culmino el día. Simplemente quiero hacer entender que aunque yo quería que todo fuese perfecto, hay muchas cosas que no están en nuestra mano, quizás no todo fue como planeado, pero sé que fuese como fuese, el final era el más deseado, ya somos los Señores Moreno y no podíamos estar más felices. Novias, disfrutad, si algo no sale como planeado, es parte de la aventura, quedaros con lo bueno que es lo más importante.
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