La boda de Jose y Amparo en Palmanyola, Islas Baleares

En el aperitivo, intentamos recrear una “sala de aeropuerto”. Con su puerta de embarque, su panel informativo (que fue nuestro seeting plan) e incluso, nuestro dj vestido de azafata repartiendo los billetes de los invitados para entrar por la puerta de embarque al banquete. El billete y el panel informativo o seeting plan, indicaban el destino de su viaje, que era la mesa en dónde debían sentarse los invitados. Además, creamos un córner con diferentes flechas de madera que marcaban un destino importante para nosotros y los kilómetros de distancia desde nuestra casa a ese lugar. Algunas de las flechas de madera las aprovechamos para dar de regalo a nuestros invitados, ya que guardaban recuerdos especiales para ambos. Avisamos de la entrada al banquete a través de megafonía, una locución realizada por nosotros dónde avisábamos de la salida del vuelo en breves instantes, qué locura, ¿no?, jaja Al igual que en la ceremonia, el banquete estaba lleno de color, con las mismas flores en las mesas. Los nombres de los destinos estaban escritos en pequeños aviones de madera. Los invitados podían encontrar en su sitio, un pequeño kit de supervivencia y un mini gel hidroalcohólico. El kit de supervivencia se trataba de una pequeña maleta de cartón dónde dentro podían encontrar: 1 ibuprofeno, 1 omeprazol, 1 sobre de Almax, 1 caramelo de menta, tiritas y 1 marcador de vasos, para que cada invitado pudiese identificar el suyo. La entrada de los novios al banquete se hizo con otro aviso de bienvenida a los invitados, como la que hace un comandante en un avión. ¡Y entramos cantando! ¡Qué subidón!

Nuestra tarta de novios, como os podéis ya imaginar, no fue nada tradicional. Era de color negro, para resaltar el blanco de las figuras de los novios. Se trataban de una catrina vestida de novia y un mariachi catrino, ambas figuras hechas a mano sobre hueso. Los regalitos a los invitados fueron tapones de vino con una brújula en su punta. Su caja estaba sujeta con cuerda y en el extremo podían encontrar un imán de madera en forma de avión que ponía nuestros nombres y fecha. Además, quisimos agradecer su presencia con una galleta dulce que tenía el mismo dibujo que las mascarillas.

La fiesta la iniciamos tras el baile nupcial, un remix de bachata y salsa, donde yo me cambié el vestido para bailar con mayor comodidad. Tengo que admitir que me encanta recordar este día, porque me pasó ¡volando!