La boda de Jorge y Meri en Santiago De Compostela, A Coruña
Modernas Verano Verde 9 profesionales
El 03/09/2022 181 1 0
J&M
03 Sep, 2022
El día de nuestra boda
¡Ha sido un día totalmente de ensueño! ¡Mejor de lo que podría haber soñado nunca! Empezamos el día y sin nervios, nos fuimos a la peluquería de siempre, con Marisol de Rasgos, mi madre y yo. Pasada hora y media y ya guapísimas para el evento, nos fuimos a casa donde esperaba mi familia y la fotógrafa, Yoli, y el videógrafo, Marcos de Purriños, para inmortalizar cada segundo. Junto a mis tres damas de Honor (Alba, Carla y Lara) nos vestimos y nos hicimos fotos en casa, y luego ya vinieron los nervios cuando entraron mis papis para las últimas fotos en casa.
Nos subimos al coche clásico que conducía mi primo Javi y nos fuimos camino a la iglesia, avisando de nuestra inminente llegada, ya que el autobús se había retrasado un poquito y no les dimos mucho margen de saludos previos. La ceremonia fue muy emotiva, con alguna que otra lagrimita por mi parte tanto a la entrada como en la puesta de alianzas. Qué momentos... Nos hicimos unas fotos en la iglesia de Sar y luego, al claustro; salimos, nos dimos un baño de arroz y lentejas y nos abrazamos con nuestra gente. ¡Qué grandes momentos y recuerdos!
Seguir leyendo »Pusimos rumbo al Pazo de Vistalegre donde estaban los invitados disfrutando de los aperitivos y aprovechamos para hacernos con ellos fotos en el jardín. Cuatro fotos más nosotros solos y subimos al comedor, entramos con la canción de Carnaval de Maluma y la gente con las servilletas y gritando: ¡viva los novios!! Qué emoción, la verdad. ¡Hicimos el brindis y cortamos la tarta!
Luego se dirigió hacia nosotros Ramón, y la verdad que un encanto, superatento y servicial en todo momento. Se pasó todo muy rápido y llegaron los momentos de hacer entregas; allí, nuestro DJ, Guille, puso la música y todo salió rodado con sus emociones y fotitos para inmortalizar cada uno de los detalles entregados con mucho mimo. Nos tocó bajar al cenador imperial donde le di una sorpresa a mi ya marido, un vídeo de nuestra historia y su correspondiente regalito.
Abrimos la fiesta con el baile que dejó impactados a todos los presentes, a pesar de tener dificultades con el vestido, ya que no se quedó bien recogido y la cola me impedía bailar lo libre que me gustaría. Continuamos la fiesta hasta la madrugada y mañana mismo volvería a repetirlo sin dudarlo ni un segundo. Gracias a nuestra gente tenemos un recuerdo imborrable y precioso que durará hasta que nos hagamos viejecitos, ya que como sorpresa para el colofón final, nos regalaron unos fuegos artificiales, de ensueño...
Por mil años más, bebé ratón.
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