La boda de Jorge y María en Soto Del Barco, Asturias
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J&M
30 Ago, 2014El día de nuestra boda
Todo empezó en marzo de 2013 cuando mi ahora marido me pidió matrimonio el día de mi cumpleaños. Comenzamos a preparar todo con mucha ilusión, fue una boda muy personalizada. Realmente casarnos (firmar los papeles) fue el viernes, fuimos al ayuntamiento, con los padres firmamos y nos tomamos un vino y nos fuimos a preparar el hotel para el día siguiente que para nosotros era el importante.
Esa noche dormimos juntos y nos levantamos sobre las 11. ¡Hacía buen tiempo! A las 12:30 yo me fui a la peluquería con mi madre, que ya había ido por la mañana a por mi vestido, el ramo, los prendidos, etc. ¡Benditas madres! La verdad que no estaba nada nerviosa, pero mi madre, mi padre y toda la familia estaban histéricos.
Salimos de la peluquería y fuimos a casa a coger el vestido y para el hotel porque me maquillaban y me vestían allí. Jorge ya estaba en el hotel desde las tres de la tarde que también se vestía allí, en la habitación que habían cogido sus padres, así que nos mandábamos whatsapp para no vernos. La maquilladora maquilló a mi madre histérica y luego comenzó conmigo. Cuando llegó mi dama de honor, es mi mejor amiga, y los fotógrafos. Dado que en la habitación de Jorge estaban todos histéricos, se quedaron conmigo. Me vistió mi madre y mi amiga y subió mi padre que ya no se aguantaba. Cinco minutos antes de las 19:00 salí de la habitación cogida del brazo de mi padre, bajando dos pisos de escaleras con aquellos taconazos, fue un show.
Seguir leyendo »Cuando caminamos hacia la capilla sólo pude ver por un segundo a un amigo de mi marido y mi abuela y me quedé con la vista clavada en mi marido, estaba guapísimo. La ceremonia fue preciosa, leyeron mis padres, nosotros leímos nuestros propios votos y no llore. Me lo había propuesto y lo conseguí. Hicimos un ratito de fotos y nos fuimos con los invitados que era lo que queríamos. La verdad es que se me pasó volando, cuando me di cuenta estábamos sentados cenando.
No fue una boda típica, teníamos una mesa presidencial que éramos 31. Nos sentamos como todos nuestros amigos y nos lo pasamos en grande, no pararon de cantar y gritar. Creo que fue lo mejor que pudimos hacer.
Antes de bailar nos pusieron un video que hicieron mis amigas muy emotivo y comenzamos el vals; Tiempo de vals de Chayanne que nada más pasar el primer estribillo cortamos e hicimos un mix de bailes. Todo el mundo se quedó alucinando. Nosotros lo pasamos en grande. Aguantamos hasta las 6.30, y agotadísimos nos fuimos a dormir. Hasta el día siguiente no fuimos conscientes de que todo había pasado. Pero nos quedará un recuerdo buenísimo.
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