La boda de Jordi y Aida en Olot, Girona

Pues vamos al lío: Empiezo a vestirme. Mi madre subida a una silla me pone el vestido, mientras entre bromas y risas los fotógrafos van haciendo su trabajo. Sigo tranquila, aún no me atacan los nervios.

10.30h, llega el padrino, el tío de mi marido. Me trae un ramo de rosas rojas con perlitas precioso y me lee el verso que me ha escrito, con su toque de humor personal aunque alguna lagrimilla siempre se escapa. Son las 11.15h y es hora de irse hacia Olot, nos esperan 40 minutos de camino.

Llegamos unos minutos tarde, como es costumbre, y, a lo lejos, entre árboles lo veo a él y presiento que está guapísimo. ¡Me muero de amor! Desde el coche oigo la música, Perfect (Edd Sheeran), y veo como empieza a andar hacia el altar con su madre: ahora sí empiezan los nervios.

Mi coche arranca para llegar hasta la entrada, aparcamos y damos un par de toques al gas (voy en un coche de rally). Con la ayuda del padrino, bajo del coche, mis niñas y mi padre me están esperando ya. ¡Llegó el momento!

Suena A Thousand Years (Cristina Perry) y mis princesas empiezar a caminar con un ramo de rosas cada una hacia su papi. Unos metros atrás voy yo con mi padre, mi primer amor sin duda. Caminamos y toda la gente llora, supongo que las niñas impactaron con su entrada, mi marido llora también, la gente nos sonríe y nos dice lo guapos que estamos. ¡Es todo mágico!

Llego, abrazo a mi marido y empieza la ceremonia. Palabras de mi padre, de mi hermana, el ritual de la arena, lectura de nuetros votos, intercambio de anillos,... pero lo más emocionante fue cuando mi marido regaló un anillo a cada una de nuestras hijas, sobre todo con la mayor, ya que es solo hija mía, cuando le pidió ponéndole el anillo: Martina, ¿quieres ser mi hija por el resto de nuestras vidas? Fue.. no sabría describirlo. Lloré y lloré y lloraron todos, hasta ella lloró. Fue un momento que está grabado en mi retina y que nunca, nunca olvidaré.

Terminó la ceremonia y salimos acompañados de nuestros invitados y una lluvia de pétalos de rosa. ¡Precioso! Todos fueron hacia el aperitivo y nosotros, los novios, a hacernos las fotos como es costumbre.

Hicimos las fotos en los jardines del Hotel de La Deu. Un entorno precioso con montones de rincones románticos donde perderse. Una vez hechas las fotos, nos fuimos al aperitivo. Entramos con la que es nuestra canción Don't you worry child (SHM), entre cascadas de agua que se abrían a nuestro paso, al final nos aguardaban 2 copas de cava rosado. En el centro una gran hoguera que invitava a calentarse yq ue daba un toque navideño y especial al espacio. ¡Una gran idea del restaurante!

Tras picotear algo, hablar con los invitados de lo bonita que fué la ceremónia, lo que lloraron y lo buena que estaba la comida y hacernos fotos con todos para regalar en el café... ¡Entramos al banquete!

Salimos del suelo, me explico: una vez estaban todos los invitados sentados... nos pusimos en el escenario de la sala, tras una cortina y encima de una plataforma que se "hundió" en el suelo. Nos pusieron un atrezzo muy bonito, humo y al son de XQue Vol. 6 empezamos a subir entre humo, los 4. La genté en escucharlo enloqueció a saltar, llegamos arriba del escenario y empezó la fiesta. ¡Momentazo!

Empezó el banquete, que hay que decir que estaba buenísimo. Entre plato y plato, durante el sorbete de frutas de la pasión, se proyectó un vídeo que preparé para mi marido, dondé se narraba la historia con fotos desde nuestro nacimiento, hasta que nos conocimos y los momentos más relevantes que hemos vivido hasta la fecha. Le gustó mucho a todo el mundo, sobre todo a él.

Llegó el momento del pastel. ¿Sabéis por donde apareció? ¡Sí! De debajo del escenario tambien. Fue una chulada y quedó muy bien con la canción de Quiero casarme contigo (Carlos Vives).

Luego empezó el momento "regalos" para los invitados: regalamos 2 parejas de novios, juguetes a los 3 niños que cumplen años por estas fechas, el ramo de la novia y de la niñas, cestas gin-tonic para los amigos... ¡Fue muy divertido!

Después de eso, llegó el momento del primer baile. Primero, bailamos con nuestros padre-madre la canción de Paraules d'Amor (Joan Manel Serrat), fue muy bonito. Luego ellos se sentaron y empezó nuestro baile de verdad: empezamos con una lenta y pegadita (Love Story de Tylor Swift), seguida de You're what I want de Grease con una coreo muy chula que nos curramos hace meses y finalmente Gime! Gime! de ABBA para levantar a todo el mundo y empezar la fiesta de verdad. ¡Y así fue! Bailamos todos, mayores, jóvenes y los más pequeños.

¡Fue un día inolvidable! Si pudiese dar algun consejo a unos futuros novios es que lo vivan al máximo porque el día se pasa rapidísimo y hay que disfrutarlo. ¡Nosotros lo hicimos!