La boda de Jonathan y Gemma en Huelva, Huelva

El día de nuestra boda

Todo empezó con un test de antígenos en un laboratorio... Sí, exacto. Tuvimos que ir la mañana de la boda a hacernos un test de antígenos que necesitábamos para el crucero de luna de miel que salía el domingo, y no podía tener más de 48 h. Negativo, menos mal. Durante la mañana estuvimos haciendo los últimos preparativos y dejando la maleta lista para el crucero. Nos preparábamos en la hacienda donde nos casamos, así que a mediodía llegamos allí. Cuando llegué estaban terminando de colocar la decoración, vi que algunas cosas no estaban en su sitio o como quería que estuviesen así que estuve de un lado a otro sin parar colocando todo y controlando que lo demás estuviera listo para colocarlo conforme pasáramos a la ceremonia, al cóctel, al salón, etc.

Y llegué justita para ducharme, comer algo (me dio un ataque de ansiedad que me hizo comer como una loca) y llegaron las peluqueras y la maquilladora y... ¡Al lío! A partir de ahí todo fue muy rápido. Llegaron también el fotógrafo y videógrafos. Muchas fotos, muchas poses, haz esto, ponte aquí, ahora mira el ramo, huélelo... Y de repente ya está saliendo del brazo de mi padre hacia el altar. Y allí estaba esperándome el que es ahora mi marido. Qué ceremonia tan bonita, no la podría haber imaginado mejor. Todo el mundo nos lo dijo, "preciosa, qué bonita, mira que yo no soy de llorar y he llorado a mares". Muchas sorpresas durante la ceremonia y durante el banquete.