La boda de Joan y Alba en Sant Fost De Campsentelles, Barcelona

El día de nuestra boda

El mejor día de mi vida. Todo fue perfecto. ¡Volvería a casarme mil veces más!

¡Llegó el día! Por la mañana me levanté tranquila, no estaba nerviosa. Pero cuando llegó la maquilladora, y luego el fotógrafo ya iban apareciendo los nervios. Por suerte, tuve el placer de estar acompañada por mis padres y mi hermana durante el trayecto al restaurante. Que finalmente ellos también estaban nerviosos. La entrada de la novia, la mía, fue unos de los momentos más magicos de la boda. Era emoción y felicidad en estado puro. No podía ser más feliz. Tenía toda la gente que quiero a mi lado y ver la cara de felicidad de mi marido me emocionó muchísimo.

Como novios estuvimos muy entregados y atentos con los invitados y ellos con nosotros. Por no hablar del personal del Celler de Can Torrens, que fueros como de nuestra familia por un día.

Días antes de la boda mucha gente me decía que disfrutara minuto a minuto, que el día pasa muy rápido y no llegas a percibir ni la mitad de cosas que suceden. Y ahora yo lo digo a futuras novias, disfrutar al máximo de todo, de cada detalle y, sobre todo, sonreír, es vuestro día.