La boda de Jesús y Mirian en Zumarraga, Guipúzcoa
Verano Rojo 5 profesionales
J&M
23 Jul, 2022El día de nuestra boda
Toda la gente lo dice, pero es así, ¡el mejor día de mi vida! Bueno, en realidad el mejor fin de semana de mi vida.
Empezamos la boda con una preboda que hicimos el viernes por la noche en una sociedad gastronómica de mi pueblo. Mi marido es de Zamora y teníamos muchos invitados de fuera. Queríamos darles un lugar en el que poder cenar sin dispersarse todos y tuvimos esta idea, que en Euskadi no es muy habitual, pero en Zamora sí. Pues todos se quedaron encantados, pudieron conocerse entre mucho y tener una toma de contacto, pudieron estar tranquilos sin tener que buscar un sitio en el que cenar y entrar grupos grandes y disfrutaron mucho. Eso sí, por si a alguien se le ocurre hacerlo y como nosotros la boda es de mañana, tened en cuenta terminar pronto para que la gente no alargue la fiesta y esté mal al día siguiente.
Dormí con mi pareja en el hotel donde íbamos a celebrar el convite al día siguiente y nos sirvió para relajarnos el uno al otro y comentar anécdotas graciosas de la preboda.
Seguir leyendo »Por la mañana me fui a la pelu y allí me junté con mi madre y algunas amigas que se peinaban en el mismo salón. Me ofrecieron la opción de peinarme antes para que no me vieran, pero yo prefería la cercanía de estar con ellas e ir ambientándonos. Nos reímos, intenté relajarlas (estaban todas más nerviosas que yo) y me tomé un vinito blanco con ellas.
De ahí me fui al hotel con mi madre y nos vestimos las dos, vinieron mi hermano y mi padre (mi hermano me subía en coche) y nos fuimos para la ermita en la que se iba a oficiar la boda. Pedí a todos mis invitados que me esperaran dentro. Sabía que alguno se iba a quedar fuera, pero no quería la presión de toda la gente mirándome mientras me bajaba del coche y me colocaba las cosas. Me lo aconsejaron y se lo aconsejaría a cualquiera.
Entré en la Ermita feliz y tranquila (me tocó frenar a mi padre, que se creía Fernando Alonso y puso sexta), y por fin empezó todo lo bueno.
La ceremonia fue muy bien, fue celebración sin misa y nos leyeron 3 amigos. Esto último fue lo mejor de la ceremonia y todos los invitados quedaron sorprendidísimos con los discursos tan bonitos que nos hicieron.
Salimos y mis amigas me bailaron el Aurresku, que es un baile de honor de aquí. Gustó muchísimo a todos, y sobre todo a mí, que me hacía mucha ilusión ese momento.
El cóctel fue genial, tuvimos mucha suerte con el tiempo y no hizo mucho calor ni mucho sol, así que las fotos quedaron preciosas. Teníamos preparadas dos sorpresas: un amigo de mi marido cantó la canción de entrada (Salir de Extremoduro) y yo tenía preparada la canción de mi mejor amiga con su novio, se la puse, le di mi ramo y él le pidió matrimonio (todos fliparon).
El convite, mejor que bien, el restaurante se ha portado de 10 y no podemos estar más felices de haberles elegido. Lo haríamos mil veces. Ver que el restaurante lleva todo tan bien, nos permitió relajarnos y centrarnos en el resto de preparativos que hicimos. Los detalles que hicimos fueron:
A la gente importante que nos faltaba y nos acompañaba desde el cielo, les dimos su espacio imprimiendo deprisa y corriendo una foto nuestra que nos hicimos fuera de la iglesia y pegando en el cristal del marco un vinilo con la imagen de cada uno de ellos. Esto se lo dimos a la persona de referencia. Por ejemplo, en el caso de mi abuelo que había fallecido, se lo di a mi abuela. En el de los abuelos de mi novio, que uno falleció hace un año y ella no podía venir, se lo dimos a mi suegro. Un momento muy emotivo a la par que bonito.
Para las embarazadas, hicimos unos bodys. Para los que nos leyeron en misa y nuestros padres, compramos unos marcos dobles. La primera foto era una nuestra con ellos; por ejemplo, para nuestros padres, el día de nuestra comunión. La segunda foto era una foto de esa mañana que también imprimimos deprisa y corriendo entre la ceremonia y el trayecto al convite.
Hicimos 3 parejas de fofuchas para 3 parejas: una prima de mi marido que se casaba el siguiente mes, una amiga mía que creo que se casará el año que viene y los abuelos de mi novio, que el año que viene hacen 60 años de casados. Este último cautivó a todos. Fue un momento precioso y lo recordaremos siempre.
No dimos detalles como tal a los invitados, ese dinero lo donamos a dos fundaciones: Pasqual Maragall y Fundación Theodora. Los invitados más mayores no lo entendieron y se lo tuvimos que explicar, no sabían que lo habíamos donado. A los jóvenes les pareció un detalle muy bonito.
El baile fue genial, la gente se ambientó muchísimo y vi dejarse la cadera a gente que me imaginaba sentada. Dimos una recena sobre las 10 de la noche con picoteo y pusimos un candy bar que los pequeños y no tan pequeños disfrutaron.
Viéndolo a toro pasado, hemos tenido mucha suerte con nuestros proveedores, que quitando pequeños detalles o teniendo en cuenta que no se puede contentar a todos, en líneas generales gustaron todos. Tuvimos mucha suerte con los invitados, que se involucraron mucho en nuestra boda, nos pusieron todo muy fácil y nos mostraron una ilusión por nuestro día casi igual a la que nosotros le habíamos puesto. Pero sobre todo, tuvimos la suerte de relajarnos y disfrutarla, de tener un día de ensueño y de que nuestros mayores deseos se cumplieron con creces. Para mí, el mejor día de mi vida y que no olvidaré nunca.
También como detalles de la gente, nos pusieron un vídeo antes del baile hecho por todos los invitados superemotivo con todos escribiendo la frase "gracias por compartir vuestra vida con nosotros". Mis primos me hicieron un álbum con fotos nuestras de pequeños y lo completaron con fotos de ese día, los amigos nos hicieron una portería con dos balones de nuestros equipos de futbol y dentro estaba el dinero de su detalle, y otros amigos nos hicieron una tómbola con bolos y dentro de estos, su detalle de boda. Mi mejor amiga me dio una réplica de una pulsera que me regaló mi abuelo y perdí, y que quería llevar el día de mi boda. Me la dio dos semanas antes y mi novio me grababa mientras la abría. Mi cara fue un poema.
Como consejo a los futuros casaderos, les diría que prioricen lo importante: comida junto con un servicio de gusto, buena música y un fotógrafo que plasme su día. Los detalles pequeños que hoy en día están de moda son importantes, pero muchas veces por centrarnos en eso perdemos de vista las cosas importantes que pueden estropearte el día y dejarte un mal sabor de boca.
Tenemos la suerte de mirar atrás y sonreír y de que nuestros invitados lo hagan con nosotros. ¡Volvería a casarme mañana mismo!
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