La boda de Jens-Uwe y Paula en Las Palmas De Gran Canaria, Las Palmas

La primera parada del día fue nuestro first look en el hotel, un momento superemotivo. Mi chico estaba esperándome de espaldas frente a la escalera por la que yo iba bajando. A la derecha, mi madre y su novio me esperaban también y, por el otro lado, el fotógrafo y videógrafo iban captando todo. Al llegar, le toqué en el hombro, él se giró, nos abrazamos y empecé a llorar. Después nos fuimos todos juntos al juzgado, donde firmamos. Tuvimos que llevar mascarilla, pero ni eso nos borró la sonrisa, ¡especialmente tras saber que ya éramos marido y mujer! Fue muy cortito, pero intenso.

Al llegar al hotel teníamos nuestra entrada triunfal al patio del cóctel donde nuestros invitados nos esperaban. Lo que no sabíamos es que uno de los invitados había preparado una sorpresa para nosotros y es que, al bajar la escalera del patio, de repente, un montón de fuegos fríos empezaron a salir hacia arriba, ¡fue espectacular! No nos lo esperábamos y fue tan emocionante que me puse a llorar otra vez.

Después disfrutamos del cóctel y pasamos al salón para el banquete. Era tal mi ilusión que me había olvidado de que habíamos contratado a una arpista y hasta me asusté cuando vi el arpa porque no me acordaba, pero fue un toque especial, la verdad, nadie se lo esperaba.

La comida esta buenísima y muchísima. Tuvimos corte de tarta, música en directo, baile nupcial... En fin… ¡Todo! Fue sencillamente espectacular. Faltó mucha gente, pero en ese momento no echamos de menos a nadie, ¡estábamos felices porque por fin habíamos conseguido casarnos a pesar de la pandemia! ¡En fin, el mejor día de nuestras vidas!