La boda de Javier y Raquel en Yepes, Toledo
Rústicas Primavera Azul 8 profesionales
J&R
11 Jun, 2022El día de nuestra boda
La aventura comenzó en las Islas Cíes (Galicia), un sitio precioso con un agua helada. Fuimos a pasar unos días y empezaron mis sospechas porque veía al que iba a ser mi marido muy raro, nervioso, me dijo que me llevara algo bonito, tacones o algo elegante (estábamos en un camping, y no me encajaba); y pasaron los días y el tiempo no nos acompañaba (la idea era pedirlo en una excursión que hacían para ver las estrellas), su cara de nervios iba a peor, pobre, qué mal lo pasó, jiji.
Antes de nuestro viaje, él ya se había puesto en contacto con el personal que trabaja allí y buscaron diferentes opciones, tras el fracaso de la excursión, le prepararon un video para ponerlo en una pantalla grande que hacía de cine, mientras ponían una película de dibujos, pero al estar lleno de gente le dio vergüenza y buscaron el último plan. Una de las trabajadoras nos llevó a ver un fenómeno que se conoce como: bioluminiscencia marina, y mis sospechas aumentaban y al final pasó, me pidió matrimonio (pudimos grabar el momento, gracias a unas personas que pasaban por casualidad por allí, ya que ninguno teníamos batería).
Seguir leyendo »Y, después de meses de preparativos, ¡por fin llegó el gran día! Mi familia vive fuera y para estar todos juntos decidí alquilar una casa rural y fue todo un acierto. Estuvimos disfrutando de los momentos previos y las fotos quedaron preciosas, ya que la casa es una maravilla. Todo iba tranquilo hasta que se iba acercando la hora, que ya aumentaban los nervios. Fueron unas horas previas muy bonitas, llenas de emociones, sorpresas... Y llegó la hora ir a la iglesia, nos llevó un gran amigo, y para mi familia contraté un autocar. La ceremonia fue preciosa, contratamos violines y al salir nos esperaba una lluvia de arroz.
El convite lo celebramos en Bodegas y viñedos Casa del Valle, primero nos hicimos unas cuantas fotos por la finca y después con la canción de Vida de rico entramos al cóctel. Para los más pequeños pusimos un castillo hinchable y animación; para empezar la fiesta, mi marido contrató una charanga (soy de un pueblo de Soria, y para mí las charangas son de lo mejor que hay). Hubo muchas sorpresas: mis hermanas nos dieron el dinero en una caja y para conseguir la clave tenemos que hacer un Monopoly, con pruebas y fotos en los diferentes sitios que aparecen en el tablero (todavía no lo hemos terminado); unos amigos nos hicieron una canción; mi suegra también nos cantó una canción; mis hermanas de nuevo nos hacían llorar recordando historias y aquellas personas que ya no están con nosotros... En definitiva, fue un día lleno de emociones y momentos difíciles de olvidar.
A los invitados les regalamos una pulsera solidaria de la Fundación Aladina, para la iglesia pusimos un carro con bolsas de arroz y unos paipáis para el calor. A los padres les hicimos un cuadro personalizado para cada uno, con una frase personalizada y una foto, a los abuelos de mi pareja les hicimos un regalo personalizado que hizo mi hermana, mi familia nos hizo un aro con flores y fotos nuestras. El porta alianzas nos lo hizo mi hermana en madera, ya que se dedica a hacer regalos en madera, y para nosotros fue todo un honor tener algo así en un día tan especial.
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