La boda de Javier y Lorena en Vila-real/villarreal, Castellón

El día de nuestra boda

El día empezó tranquilo, como la boda era por la tarde por la mañana tranquilamente fuimos a la peluquería y luego yo ya me fui a casa de mis padres, vino primero la maquilladora y ahí ya empezaron los nervios, después ya vino mi tía y una amiga, poco a poco la casa se fue llenando de gente y los nervios ya se dispararon, solo tenía ganas de estar vestida e ir a la iglesia para poder ver a mi chico.

Llegué 15 minutos tarde para ponerle un poco nervioso, pero una vez entró toda la gente en la iglesia fue un momento único de la mano de mi padre ahí ya casi no podía andar. Cuando entré en la iglesia no vi a nadie, solo a mi chico, fue una sensación increíble, la misa se hizo muy amena y no fue muy larga, cuando salimos nos hicimos unas fotos con la gente y nos fuimos a ver a mi suegro que está malito y está en una residencia, se alegró mucho de poder vernos ese día vestidos de novios.

Después nos fuimos a la ermita a hacernos algunas fotos solos y luego al jardín del restaurante donde nos los pasamos en grande haciéndonos fotos super divertidas con los amigos. Cuando llegamos al restaurante nos recibieron con una gran traca (al igual que en cada casa y en la iglesia) y un castillo de fuegos artificiales cortesía de nuestros grandes amigos y por si fueran pocas sorpresa luego nos hicieron una entrada con bengalas para entrar en el salón. La cena fue tranquila dando sorpresa a nuestros amigos y familia, pero luego la sorpresa me la dieron a mí, todas mis amigas me habían comprado una rosa y me la entregaron ese día uniéndolas a un precioso ramos de rosas roja (mi flor favorita). Luego le tocó el turno al regalo del novio, le regalé la camiseta de nuestro equipo de futbol firmada por todos los jugadores.