La boda de Javier y Ester en Villalba De La Sierra, Cuenca

Y nada, llegó el fin de semana de la boda.

Yo soy de Madrid así que viajé a Cuenca el viernes por la mañana con todo. Preparamos el sitito del convite pusimos nuestros kit sos, las cestas de los baños y repasamos las mesas que estuviera todo bien.

Visita a la familia y por la noche nuestros amigos nos prepararon una cena sorpresa, en la que llegué a las tantas a casa y al día siguiente me casaba, ¡vaya locura!

El día de la boda amaneció lloviendo a mares, mi chico me llamó y me dijo que el sitio del convite estaba inundado. Yo ya estaba preparada y confiaba que el pronóstico de sol que ponía para a partir de las 12:00h (yo me casba a las 18:00h) fuera real y se secara el césped para hacer el cóctel fuera.

Me levanté super nerviosa, me duché, un minuto de “relax” y empezó el día como si de una cámara rápida se tratara, maquillaje, peluquería, invitados en casa, fotógrafos y de repente me veía en el coche nupcial yendo a la iglesia.

Ahí estaban mis damas de rojo y mis caballeros con pajarita y tirantes rojo, una ilusión que tenía (total americana) y que mis amigos hicieron realidad sin pegas ninguna.

Entré con velo, con la canción de yo te prometo amor eterno, con un coro góspel que contraté (el coro estuvo muy curioso, me encantó el final con el oh happy day y todo el mundo dando palmas).

En el altar mi chico me quitó el velo y me dio un beso en la frente, siempre lo había visto en las películas y yo quería que mi boda fuese tal y como me imaginaba yo en sueños.

Todo estaba decorado como quería (viveros la mezquita me hicieron las flores, me pusieron las letras de love de luz, la tabla con el sitting tal y como les dije con el juego de las cuerdas, la verdad que todo eso me costó dinero, pero fue lo que me ahorré de wedding planer porque ellos actuaron como tal), añadiendo detalles de mis amigos, alfombra de fotos, ofrendas suyas super chulas, lecturas de un montón de invitados, todos super involucrados.

Luego tocaron las fotos (te das cuenta que no te da tiempo a estar con todos los invitados. El convite fue en La moraleja (Villaba de la Sierra) la verdad que me encantó, el cóctel se pudo hacer fuera, todo el mundo super atento, la comida riquísima y los tiempos entre plato y plato ideal.

Contraté una animadora para los niños (tenía unos 11) y a los niños les encantó y eso que tenía de todas las edades.

Después vídeos amigos, vídeo exprés de la boda, regalos detalles y fiesta, photocall que estuvo genial (partyfotos) con fondo de croma en el que cada foto salía un fondo distinto encantó a mayores y pequeños y medianos. La gente se llevó un taco de fotos y salían super rápido.

Dimos detalles a las madres: un colgante y un cuadro con nuestra foto (padres no tenemos). A los 3 novios que se iban a casar: cuadros de playmobil de novios personalizados por mí. A mi prima: una taza y un peluche. A una amiga: la liga.

El ramo lo tiré (típico de pelis) puse la música de rocky, quedó genial todo el mundo tipo pelea y se dividía en dos y que casualidad que cayó a una chica y a un chico (lo tiré demasiado fuerte).

Al finalizar la noche te das cuenta que ha pasado en un segundo, que no has estado casi con la gente, que te quitas el vestido y empiezas a respirar (y eso que lo creía cómodo). Pero también te das cuenta que tenías a gente alrededor que hace que tu boda sea más genial de lo que te habías imaginado, la gente no recuerda el detalle individual sino el conjunto de detalles que has preparado para ellos y además si sumas los muchos más detalles que han hecho ellos: globos de helios, burbujas de jabón en el baile, video de amigos, regalo de álbum, manta, flores, etc., queda una boda en sueño, de película.

Solo un consejo: disfrutad, haced realmente lo que os apetezca, no hagáis nada por compromiso, y que no os quede nada que os pueda hacer arrepentiros porque no hay vuelta atrás, y aunque a veces os veáis solas o solos en la preparación os daréis cuenta que a la hora de la verdad han estado todos ahí, que estaban en la penumbra preparando mil cosas, y que realmente os quieren más de lo que os imaginabais.