La boda de Javier y Davinia en Retamar, Almería
Vintage Verano Rosa 7 profesionales
J&D
29 Ago, 2015El día de nuestra boda
La noche previa a mi gran día fue un batiburrillo de sentimientos encontrados. Llevo compartiendo con mi pareja 3 años de convivencia por lo que volé del nido hace tiempo. Volví a casa para ser fiel a la tradición, volví con mi vestido, mis zapatos, todas mis cosas preparadas, una maleta de nervios, una caja de ilusiones y libro de lágrimas que soltaría justo antes de irme a dormir. Esa noche dormimos todos en la misma habitación, todos querían ver dormir a la novia y acompasar los nervios y reír hasta llorar como muchas veces habíamos hecho. Esa noche escribí mis votos, me puse la canción que habíamos elegido para el intercambio de anillos y me vinieron solas las palabras y lloré, pero ya con serenidad, justo antes de cerrar los ojos.
Me desperté a las 8:30 horas, teníamos cita en la peluquería para preparar el cabello para la tarde y para peinarse mi madre y mi hermana. Desayunamos antes, bueno desayunamos, intentamos echar algo al cuerpo aunque poco fue lo que pudimos comer con los nervios.
Seguir leyendo »A la salida de la peluquería hablé con mi chico y me dijo que estaba tranquilo e iba a pasarse por donde tendría lugar la ceremonia para ver si hacía mucho viento por allí, pues ya se adivinaba que haría bastante viento y la ceremonia era a espacio abierto y a pie de playa, un lugar de ensueño sí, pero sin plan B porque no contemplaba otra opción y, con muchas posibilidades de que las cosas no salieran como esperábamos. A las 13 horas llegué al hotel donde me arreglaría, fuimos a comprar refrescos, bajamos a la cafetería para picar algo y empezaron a colgar las fotos los invitados en la aplicación Wedshoots, que de emociones empecé a sentir. Más tarde de lo previsto llegó la maquilladora, la bata se me arrugó y se manchó de maquillaje y me acordé que había olvidado varias cosas (luego en las fotos vi que el maquillaje no había sido como en las pruebas y que antes de la cena ya no estaba maquillada) como era algo que ya no tenía mucha solución intenté disfrutar del momento sin pensar mucho en las cosas y poco a poco se disiparon esas inquietudes, era mi día y estaba dispuesta a disfrutarlo de lleno. Había empezado a maquillarme cuando llegaron el videógrafo y el fotógrafo. Ahí sí que empezaron los nervios. Hablé con la florista que estaba ya en el lugar del enlace y oía silbar el viento. Pues sí hace viento. Aprendamos a bailarlo. Estaba con mi hermana, ella se encargaría de ayudarme a vestirme y a prepararme, mi madre llegó más tarde: esta tarde se casa mi niña. Entró cantando a coro con los Ecos del Rocío sonando en el móvil, de nuevo nervios a flor de piel. Cuando me entregaron el ramo y me vi ya vestida a punto de salir sí que pensé ha llegado el momento. Sentada en la cama justo con mi amiga Charo, poniéndome el velo que después antes de entrar se me volaría por el viento y por un pisotón me emocioné como no lo había hecho en todo el día. Javi me estaba esperando y había llegado el momento de que acabara su espera.
Llegué y lo vi, a lo lejos, y caminé al compás de River Flows In You tocada por mi hermano, ese día se equivocó como nunca y hasta los errores me sonaron lindos, caminé hacia él y sólo lo veía él, no escuchaba nada salvo la música y el corazón latiendo a mil.
Durante la ceremonia nos dieron varias sorpresas, no esperábamos que nos leyeran salvo los hermanos y ahí estaban mis amigas preparadas y las mujeres de los amigos de mi chico para decir unas emocionantes palabras, de nuevo muchas emociones. Cuando llegó el momento del intercambio de anillos le leí a Javi mis votos y se puso tenso, nadie se lo esperaba y mucho menos él, cuando le tocó a él, llevaba escrita una pequeña frase, se pegó tanto al micrófono que sonó muchísimo haciendo reír a todo el mundo que empezó a hacer bromas, fue buenísimo. Una vez terminamos dijo el alcalde: Si alguien tiene algo que decir que lo haga ahora o calle para siempre y nuestros amigos empezaron a cantar: Tú eres lo más lindo de mi vida (Corazón contento de Marisol), fue toda una sorpresa y un regalazo que no olvidaremos nunca.
Llegamos al cóctel tras unas cuantas fotos tras la ceremonia y estaba tan ansiosa por ver cómo había quedado toda la decoración, pues mi chico y yo estuvimos ayudando a montar todo y dando las pautas, que no dio tiempo a hacer la entrada oficial. Un lapsus que la maitre me regañó. Tras el picoteo con los invitados hicimos la entrada al salón al ritmo de Marry You de Bruno Mars, toda una declaración de intenciones que puso a todo el mundo en pie.
La celebración tuvo muchísimos momentos preciosos, los regalos a los padres, hermanos, sorpresas de amigos en vídeos, el vídeo de preboda, los muñecos de la tarta que se los dimos a nuestros cuñados con su canción, un poema que me escribió mi madre cuando nací, el tradicional corte de la tarta, la entrega de mi ramo a mi hermana que no lo esperaba y de pronto otro sorpresón, todos los invitados caracterizados al ritmo de la canción de Grease nos hicieron un corro para bailar y disfrazarnos, ¡estuvo genial!
Llegó el momento del primer baile y apertura de la barra libre, el momento más temido por mi chico, pues es muy tímido, lo abrimos con Yo no me doy por vencido de Luis Fonsi y ahí sí que estuvimos solos entre la multitud, diciéndonos lo guapos que estábamos y lo felices que éramos rodeados de toda nuestra gente y al terminar: ¡viva los novios! y eso ¡que vivan, que vivamos mucho y muy felices!
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