La boda de Javi y Vero en Roiz, Cantabria

El día de nuestra boda

Nos casamos justo cuando empezaba a descender la pandemia, pero aún con todo en plena ebullición. Las semanas previas fueron una locura con restricciones que cambiaban de una semana a otra y sin poder saber qué podría o no hacerse ese día, incluso el día antes. Pero todo salió mejor de lo que nunca imaginábamos. Me casé en mi iglesia con mi familia y mis amigos (los que quisieron entrar, porque teníamos aforo. Aun así entraron todos los que quisieron). Para el resto preparamos un cañero con cerveza bien fría y un proyector donde se retransmitía toda la ceremonia y así hacerles también partícipes.

Y terminada la ceremonia empezó la fiesta. Muy rockera, muy nuestra. En una finca de ensueño donde todo sale a pedir de boca. Con uno de los mejores caterings de Cantabria. Era todo perfecto. Y así fue. Y como colofón, el mejor DJ, que hizo que la fiesta fuese un fiestón. Todo contribuyó a que ese día fuese uno de los más felices de nuestras vidas