La boda de Javi y Laura en Alora, Málaga
Al aire libre Verano Azul 3 profesionales
J&L
03 Jul, 2021El día de nuestra boda
Hola, “comu”.
Aquí vengo a hacer mi crónica de boda. Todavía no tengo las fotos oficiales, pero os pongo algunas que nos hicieron los invitados y que me encantan.
Mi día empezó en casa de mi madre, que me fui a dormir allí como tradición de dormir separados la noche antes y el no verse los novios el día de la boda. He de decir que dormí fatal, entre los nervios, la cama extraña, el calor…
Pero bueno, me desperté sobre las 8 ya harta de dar vueltas. Me puse a desayunar y a las 9 me llegó un ramo de flores que me enviaron mis amigas. Al rato, mi madre y cuñada se fueron a la peluquería, me quedé con mi hermano y mi sobrino, pero, al ratito, mi hermano se fue también a “pelarse”. Me quedé sola con el pequeño, que se durmió al poco y me desesperé. ¿Qué hago? Esos momentos se me hicieron eternos, esperando a que llegaran los demás. Yo no sirvo para estar cruzada de brazos, ya lo digo. A eso de las 12 me fui yo a la peluquería. Bien, ya eso empezaba a marchar…
Seguir leyendo »Cuando llegué de la “pelu”, ya estaba la maquilladora en mi casa, estaba maquillando a mi cuñada. Y, bueno, otra vez a esperar. Cuando terminó con ella se puso con mi madre. Y a mí se me hizo eterno. ¡Yo solo quería que llegara ya el momento! A eso de las 4 y media empezó conmigo y a los 5 minutos llegaron los fotógrafos. Y ahí ya sí que me relajé. Ahora sí que sí, ya estaba todo marchando. Cuando me di cuenta estaba ya vestida y mis amigas poniéndome las cositas. Y bueno, ya lista… Toca probar a entrar en el coche. Yo llevaba uno de los vestidos más grandes que había en la tienda, y mi coche era de lo más pequeño que había podido buscar. ¡Pero estaba tan chulo! Consigo meterme en el coche yo, luego el vestido y luego mi hermano, que era mi padrino. El paseo hasta la iglesia fue un momento único.
Llego a la iglesia y nos preparamos para entrar… Empiezo a andar el pasillo larguísimo que tiene mi iglesia y me voy pisando el cancán. Qué agobio. Llego al altar como buenamente puedo. Y ahí estaba él. Guapísimo. Tal como me lo imaginaba, con su traje negro, su chaleco gris y su corbata roja. La misa fue muy cortita, aunque yo pasé mucho calor. Pero no parábamos de decir: por fin, lo que ha costado…
Después de la iglesia nos volvimos a montar en el coche, mi marido donde buenamente pudo. Nos llevaron dos de mis amigas y, al salir de la iglesia, pusieron la canción de la gasolina y salimos dándolo todo en el mini coche. Nos fuimos al castillo de mi pueblo a hacernos las fotos, y estuvimos muy acaramelados, sin parar de decir: esto es un sueño, por fin somos marido y mujer…
Al llegar al restaurante llamé a mi madre para que me quitara el cancán (porque no paraba de molestarme). Y es que a mi vestido no le iba bien el cancán, las capas de tul que tenía mi vestido para darle el volumen, hacía que el aro del cancán se cerrara y por eso me lo pisaba y me cambié los zapatos porque ya no podía más con los tacones. Así que entré ya al cóctel sin tacones. Entramos dándolo todo con la canción Jamás jamás de Café Quijano y Carlos Baute. Brindamos y al rato de estar allí me dieron una copa de sangría bastante llena y me manché el vestido. Sí, ya en el cóctel. Pero yo feliz.
Luego entramos al banquete con la canción de I’m a believer, dándolo todo de nuevo.
En la cena, se notaba que la gente tenía ganas de fiesta, porque para el primer plato, los camareros pusieron una canción así marchosa y todo el mundo sacudiendo sus servilletas por encima de la cabeza.
Entre el primer y el segundo plato… La sorpresa de la noche. De repente suena una canción y salen mi hermano y el hermano de Javi, cada uno por una punta del salón, y de repente cambia y salen todos los primos de los dos a bailar, después cambia y salen las primas, luego los tíos, luego los padres (mi hermano y mi madre juntos) salieron a bailar una bachata (¡qué risas viendo bailar a mi suegro que no baila nunca!). Luego sonó una canción e hicimos una conga y terminamos todos bailando la de “Echa pa ya, echa pa cá”. La gente que no estaba en el ajo también bailaba desde sus sitios… Qué risas.
Luego pasamos por todas las mesas y todo el mundo encantado con todo. ¡Cortamos la tarta y Javi me puso nata en la nariz! ¡Que siempre le había dicho que eso no me lo hiciera! Pero bueno, nos reímos.
Más tarde hicimos el baile que fue una canción que mi marido en la primera cita me había dicho que quería bailar esa canción en su boda. Y abrimos la barra libre. Y a las dos canciones o así, hice un juego para entregar un ramo de flores que había hecho yo con fieltro, al ritmo de Single Ladies. Fue muy guay. Y luego ya la barra libre. Tengo la sensación de que no estuve con nadie, de que no hablé con nadie, que no bailé… No sé. No fui consciente de la música que sonó. Eso sí, le había dicho al DJ que terminara con Fiesta pagana, y cuando la oí fue como: no me lo puedo creer. ¿Ya? Y sí, ya había pasado.
Los días posteriores todo el mundo no paraba de felicitarnos, de que en la boda se lo pasó genial, que comieron genial y de que estaban muy felices por haber ido. Que fue una boda superdivertida, diferente y llena de detalles. Yo no puedo estar más orgullosa. Después de tanto tiempo de preparativos, de lo mal que lo hemos pasado con el dichoso Covid… Ha sido un sueño. Yo en el coche yendo para la iglesia no paraba de repetir: esto no está pasando, es un sueño.
Estuve un año y tres meses preparando la boda con mucho mimo y llegó el Covid, y con él se fue mi ilusión. Pospusimos una primera vez, y esa fecha nos duró una semana, porque pensamos que no era realista, luego volvimos a posponer sin mucha esperanza. Todo el mundo nos decía: entonces mayo, ¿no? Y nosotros contestábamos: en teoría sí… Porque no estábamos seguros de nada. Y como en febrero estaba la cosa muy mal con la tercera ola… Volvimos a posponer. Pero sin ilusión ninguna, de verdad. Y cuando llegó mayo y nos quedaban dos meses dijimos: oye, que eso está ahí, y han sido dos meses de mucho correr y de mucho estrés, la verdad. Todo el mundo me decía que disfrutara los últimos preparativos, pero yo no podía disfrutar porque estaba muy estresada, tenía muchas cosas que hacer en muy poco tiempo. Pero al fin llegó, y llegamos con todo, aún con cancelaciones de última hora por Covid, con restricciones de última hora… Llegamos y por fin somos marido y mujer.
Aún no tengo las fotos oficiales de los fotógrafos, pero os pongo algunas fotos de los móviles de los invitados, que hay algunas que son superbonitas.
Servicios y Profesionales de la Boda de Javi y Laura



Otras bodas en Cortijo Antigua Venta San Antonio
Ver todas
Otras bodas en Málaga
Ver todas
Inspírate con estas bodas
8 comentarios
Deja tu comentario