La boda de Javi y Ana en Cáceres, Cáceres

El día de nuestra boda

¡Hola a todos! Hace unos días llegué de mi luna de miel, así que ahora que ya estoy más tranquila, me gustaría compartir con vosotros un pequeño resumen de lo que fue el día de mi boda.

Los días de antes fue todo un estrés, ¡muchos nervios! Nuestra boda era el 21 de junio, y aquí en Extremadura para esa fecha siempre suele hacer calor. Por la mañana, al levantarnos (mi novio y yo habíamos dormido juntos en nuestra casa esa noche), abrimos la venta y estaba diluviando ¡y todo nublado! ¡Se nos cayó el mundo encima! El convite era en un jardín al aire libre. Todo el mundo comenzó a mandarme mensajes de ánimo, aunque para mí eran en balde. Nos miramos fijamente y nos dijimos: es nuestro día y nada ni nada va a hacer que no sea el más feliz de nuestra vida.

Después de un rato, a media mañana, cuando ya mi novio iba a irse a casa de sus padres y yo a la de los míos, miré por la venta y las nubes había desaparecido y salió el sol. Nos abrazamos locos de contentos, ¡no me lo podía creer! A partir de ahí todo fue genial, cuando llegué a la iglesia y comencé a ver a toda nuestra gente allí no pude contener las lágrimas. Mi hermana nos leyó una carta que nos emocionó a todos, empezaba así: hoy no es un día cualquiera, hoy es el día, 21 de junio… ¡Todos llorando! no era capaz de leer de la emoción. Miré al que ya era mi marido y les caían las lágrimas, ¡pocas veces le había visto llorar! El convite fue en el jardín del restaurante ¡y fue precioso! Y en el baile pusimos un photocall de una playa y cositas para disfrazarnos, ¡la gente se lo pasó genial!