La boda de Javi y Ainhoa en Amandi, Asturias

El momento más emotivo fue la llegada al restaurante. En la entrada a la ceremonia le hice una pequeña sorpresa a mi ya marido. Entró mi tía con el carricoche (vacío) para coger sitio, y cuando comenzó mi canción, entró mi ahijado con la cajita de los anillos, y a continuación mi tío con nuestro peque de medio mes en brazos, colocados a mi izquierda. En medio iba yo, y a mi derecha mi padre, que era mi padrino, agarrado a mi del brazo. En el momento que Javi vio a Mael entrar empezó a llorar de emoción. Ver al peque participar en la ceremonia fue lo mejor para él.

En la ceremonia, en el momento del "sí quiero", me hizo una pequeña jugarreta y se fue del altar. ¡Yo no entendía nada! Pero fue para hacer un corrillo con los amigos y debatir si decía que sí o que no, una bromita que vieron por Facebook y les hizo gracia hacerme (incluso la concejala se echó a reír). Después del susto del “sí”, dar yo mi “sí”, y salir de la ceremonia, los amigos nos tenían preparados unos kilos de arroz y cañones de confeti (dentro de mi vestido había arroz para una paella y confeti para un cumpleaños).

Después nos fuimos a hacer unas fotos con el coche, y posteriormente en el cóctel aprovechamos también para sacarnos unas fotos con los invitados. Para ser una boda en Asturias, tuvimos mucha suerte, ¡porque no nos llovió! Y pudimos hacer tanto la ceremonia como el cóctel en el jardín. La entrada al banquete fue genial, con toda la gente bailando y dando botes en sus sitios, agitando las servilletas. ¡Me encantó verlos tan entregados!

Fue una comida genial, pero cuando llegó el momento del baile... Qué vergüenza, pero qué genial. No teníamos ni idea de bailar ninguno de los dos, menos mal que la gente sabía que somos unos patosos y no esperaban gran cosa. Y, al acabar nosotros, nos cogieron unos cuantos amigos, nos sentaron, y nos hicieron una coreografía sorpresa: ¡chicos vs chicas! ¡Fue un momento espectacular! Qué bien nos lo pasamos, qué alegría ver que tanta gente que te quiere y se esmera en hacerte pasar un gran día.

Entrada la noche nos hicieron salir al jardín, y nos tenían preparada otra sorpresa... ¡Voladores! Otra gran sorpresa, pero lo mejor fue que nosotros también habíamos contratado pirotecnia, así que fue entrar al baile y volver a hacer salir a la gente. ¡Acabamos tomándonoslo a risa! Un puntazo fue poner un caricaturista durante la barra libre. Todo un éxito porque a los invitados les encantó, y además el chico que fue era encantador y súper profesional.

Después de la barra libre hicimos una cena pica pica, y volvimos con el baile hasta la 1 AM, que llegó el autobús y ya sonó la última canción, pero la gente no quería irse. ¡Eso nos hace pensar que se lo estaban pasando muy bien! ¡Y hasta ahí un resumen del día de nuestra boda! Espero que os guste o que podáis sacar ideas para vuestra boda.